Tropezón

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Sasori abrió los ojos y miró a su alrededor. La habitación donde estaba estaba atestada de partes de cuerpos de madera y planos. Bajó la mirada hacia sus manos, las abrió y cerró un par de veces. No hay articulaciones de títeres. Se levantó de la cama y observó la habitación un poco más. Había un recipiente de vidrio en su escritorio y una cáscara de madera estaba colgada en la esquina de la habitación. La nostalgia se desbordó en sus venas cuando extendió la mano hacia la mejilla amoratada de la marioneta. Esa vida había pasado.

Tomó un rollo de almacenamiento descartado en su escritorio y selló su forma de marioneta dentro.

No estaba a punto de sumergirse en ella por segunda vez. Dejó los confines de su habitación y caminó por la base, identificando a todos los miembros. No, Itachi. No Deidara. No, Hidan. Sasori se detuvo a mitad de camino cuando se dio cuenta de la situación en la que se encontraba.

"Estoy en el pasado como decía el poema... Lejos en el pasado. Pero si el mundo es el siguiente, ¿cómo ha cambiado el camino? él pensó. Orochimaru lo vio desde el pasillo y levantó una mano en señal de saludo.

"¿Por qué te demoras? Tenemos que obtener información sobre el posible nuevo compañero de Kisame-kun", dijo.

"¿Uchiha Itachi?" Sasori preguntó. Era cierto que reunirían información sobre nuevos miembros con mucha anticipación, pero ¿no fue algo temprano?

Orochimaru parpadeó y levantó una ceja. "Esos humos tóxicos no se te han metido en la cabeza, ¿verdad? Leader-sama acaba de informarnos hace diez minutos. Estamos buscando a Iwa no Deidara, un experto en explosivos en crecimiento", explicó. Sasori frunció el ceño con confusión. No, eso no estaba bien. Deidara era su compañero después de que Orochimaru desertó. Demonios, fue Itachi quien luchó y decidió el destino del mocoso.

"¿Qué hay de Uchiha Itachi? ¿No fue discutido?"

"Discutimos sobre él hace dos semanas, ¿no te acuerdas? Pero no hay forma de que él se vuelva pícaro. Es pacifista y el Clan Uchiha no es más que bueno para la aldea. Honestamente", suspiró Orochimaru. "¿A dónde se ha ido tu mente? Tal vez deberías salir a tomar aire fresco con más frecuencia".

Se giró y movió su mano hacia adelante.

"Ahora vamos, estamos a punto de irnos".

Fue entonces cuando Sasori se dio cuenta de otra cosa. Orochimaru era diferente, un poco más hablador, relajado y un poco menos espeluznante si fuera posible.

"¡Ven aquí, dollboy!" Kisame llamó. "¡Pensé que odiabas tener a la gente esperando!"

Salió de sus pensamientos y caminó por el pasillo, encontrándose con Kisame y Orochimaru en el bosque.

"¿Cuánto tiempo más hasta que incorporemos a Deidara en la organización?" él cuestionó. Orochimaru lo miró ligeramente exasperado.

"Guau, realmente no escuchaste en la reunión, ¿verdad? Estamos esperando seis años por él".

"Seis... ¿Por qué tanto tiempo?"

"Bueno", agregó Kisame, "es porque el niño solo tiene ocho años".

Los ojos de Sasori se agrandaron. 'Si Deidara tiene solo ocho... Espera. ¿Qué edad tiene Sakura?

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Se miró en el espejo a la hora impía de las cuatro de la mañana. Los cielos de afuera todavía estaban oscuros y el resto de la aldea aún no se había movido. El cabello de Sakura era corto y desordenado y todo sobre ella parecía... pequeño. Su habitación era rosada y esponjosa, con animales de peluche en la cama y esparcidos por el suelo.