Tropezón

Testigo

 / A: Se me han preguntado si voy a hacer alguna otra historia centrada en Sakura después de esta, y actualmente, hay una que a todos les gustaría leer una vez que termine esta historia.

Hoshigaki: una historia que gira en torno a Sakura y su padre Hoshigaki Kisame.

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El viento era frío.

Tal vez no lo suficientemente frío como para justificar abandonar este lugar y pensar en lo que podría haber hecho para detener esto, pero lo suficientemente fría como para saber que la calidez y la seguridad que ella trató de obtener no podían extenderse a todos.

Ella no podría haberlo sabido.

Hidan no podría haber sabido.

Sasori no podría haberlo sabido.

Pero sucedió porque los tres no estaban allí.

'Porque,' pensó amargamente Sakura. 'No importa qué línea de tiempo era, alguien siempre estaría enterrado en el borde de ese acantilado en Wave'.

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Dos semanas antes

Con la instancia del asedio más o menos resuelta, los genins que salieron victoriosos al convertirse en chuunin fueron formalmente anunciados: Kirigakure no Haku, Uchiha Sasuke, Uzumaki Naruto, Nara Shikamaru, Hyuuga Hinata, Sabaku no Gaara y Aburame Shino. La obtención de un nuevo rango significaba oficio del mismo Kato Dan en la Torre Hokage (los que estaban presentes, por supuesto. Los que estaban fuera de la aldea recibían un halcón).

De los cinco Kinoha shinobi que asistieron, sin embargo, solo cuatro demostraron ganar su nueva chamarra antiaérea.

Uchiha Sasuke no hizo su aparición. Dan supuso que tenía algo que ver con el Uchiha nuevamente y no era de los que se entrometían en sus problemas internos, por lo que decidió dejar de lado el chaleco para que el chico lo tomara en otro momento. Aunque había notado las caras sombrías en las caras de los otros ante la mención de la cara de sus amigos e hizo una nota mental para consultar con el clan cuando encontrara la hora.

Después de todo, no podría haber sido tan malo como sus expresiones sugeridas, ¿o sí?

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El silencio forzado entre marido y mujer fue asombroso.

Ambos se sentaron en la misma mesa, cada uno con una taza de té tibio a su alcance, pero ninguno extendió la mano para tomarlo. El esposo tenía su mirada fuera de la ventana donde las hojas eran verdes y el sol brillaba, y la esposa mantuvo su mirada firme e inquebrantable en él cuando frunció el ceño con la comisura de sus labios.

"Permitiste que Sasuke se fuera", declaró Fugaku. Mikoto se irguió en toda su altura.

"No hice tal cosa. Sus amigos se arriesgaron a colarse en el complejo, romper el candado de su ventana y ayudarlo a escapar", afirmó.

"Pero los dejaste ir".

"Eso hice", estuvo de acuerdo. Sus ojos negros crujieron. "Y lo haría una y otra vez porque Sasuke no merecía el tratamiento que le impusiste".

"El mangekyou-"

"¡Es nuestro hijo!" Exclamó, su mano cayendo sobre la mesa para sacudir el contenido que contenía. "¡Nuestra carne y sangre! ¡Nuestro bebe! ¡Y lo encerraste en su habitación porque creías que llegaría a ser peligroso e incontrolable!"

Mikoto respiró profundamente y apretó los dedos en un puño.

"Y no hice nada para detenerte", susurró. El silencio cayó sobre ellos una vez más hasta que ella se inclinó y bajó una pila de papeles arrugados sobre la mesa. Ella los alisó lo mejor que pudo, revelando las manchas y líneas ásperas del trabajo de lápiz dibujado. "... ¿Sabías que podía dibujar? Los que encontré por todo el piso nunca se terminaron pero... son hermosos. Nunca lo supe".