Desde que el mundo muggle está adoptando las costumbres estadounidenses, el mundo mágico también lo está haciendo. Yo recordaba que papá me contaba que Hogwarts celebraba Halloween con un gran festín y un espectáculo en el que los fantasmas volaban. Sin embargo, cada vez que Ted enviaba una carta en octubre contando cómo le iba, nos hablaba de las ganas que tenía de disfrazarse para la fiesta de Halloween. Al parecer, las tradiciones habían cambiado. Ahora, todos los alumnos y profesores acudían con un disfraz al banquete especial de Halloween.
Ese 31 de octubre, yo recibí un paquete en la mañana de casa. Además de tener la carta semanal, en la que mis padres, Louis y Dominique me comentaban las novedades y cómo les iba sin mí, mi familia me había enviado un paquete.
«Pour votre petite fête», estaba escrito en una nota con una caligrafía exquisita.
—Para vuestra pequeña fiesta —traduje en voz alta.
—¿Qué? —me preguntó Scarlett.
—Oh, nada, hablaba para mí misma.
—¿Qué tienes ahí? —se interesó mi amiga.
—No lo sé. Me lo ha enviado mi madre para la fiesta de Halloween.
—Bah... Yo no creo que vaya a ir —bufó.
—¿Por qué no? —quise saber.
—No me gustan los disfraces. Y, además, no tengo ninguno. Por no hablar de que es una chiquillada.
—¡Qué aguafiestas! ¿Nos vas a dejar a Violett y a mí solas?
—No solas. Tú tienes a Ted y Violett tampoco sabe si irá. Dice que prefiere aprovechar el tiempo para practicar Quidditch o para cualquier otra cosa.
—Vamos,¡no podéis dejarme sola! —protesté.
—No me lo digas a mí. Yo de todas formas no tengo disfraz ni nada.
—¡Eso puede improvisarse! —exclamé, recordando cómo mamá conseguía que Dominique, Louis y yo tuviésemos los mejores disfraces de todo el barrio, completamente improvisados.
—No sé, Victoire...
—Claro que sabes. Vas a venir conmigo. Y vamos a convencer a Violett también.
Mientras Scarlett ponía excusas y trataba de argumentar en contra de la fiesta, yo empecé a abrir el paquete. Dentro, había una tela negra que formaba una especie de capa con capucha.
—¿Irás de la muerte? —se interesó mi compañera, olvidando sus refunfuños.
—Eso parece. O quizás de dementor.
—¿Dementor?
—¡Ni que fueses nueva, Scarlett! Las criaturas que te quitan la felicidad. Custodian Azkaban. ¡Lo dimos el otro día en Defensa Contra las Artes Oscuras!
—No me acordaba —se defendió, encogiéndose de hombros—. Pero seguro que tú no recuerdas los ingredientes de la última poción que intentamos hacer en clase.
Yo negué con la cabeza. La verdad era que acabábamos de empezar el tema de Pociones y aún no había comenzado a estudiar, al contrario que Scarlett, quien iba al día en casi todo. De hecho, me sorprendía que no supiese algo de una asignatura.
—¿No os parece que empezamos bien la semana? Un buen festín en un buen lunes —comentó Violett sentándose junto a nosotras en el desayuno.
—Festín al que tú no vas a ir —le recordé.
—No me lo tomes en cuenta, Vic. No soy de comer en grandes cantidades. Y no sé qué podría hacer yo allí.
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La Perfección Rubia (Veddy/Tedtoire)
FanfictionEl primer año de Victoire Weasley en Hogwarts no fue nada fácil. Pero siempre tuvo a Teddy y sus locas ocurrencias a su lado. Ahora, el último año de Ted Lupin está siendo demasiado duro para él. Y no tiene a la Perfección Rubia ni su apoyo a su...