D O S (2015)

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TEDDY'S POV

Cuando al fin cruzo el andén mi corazón late a mil por hora. Acabo de comenzar mi último año en Hogwarts. Me despido rápidamente de mi tío segundo, Draco, y de su hijo. Ni siquiera me doy cuenta de cuándo se van. Sólo estoy preocupado de buscar una cosa. Una enorme marea de gente pelirroja, con algunos rubios y algún que otro azabache. Exacto. Los Weasleys. No es demasiado difícil encontrarlos. 

Harry me ha visto y me sonríe. Me hace un gesto con la mano para que me una a ellos. Justo cuando llego, Dominique se acerca a mí con paso decidido. 

—Hola, Teddy— me saluda.—Suerte con los ÉXTASIS. 

Sin darme tiempo a responder, me lanza un beso por el aire y me guiña un ojo. 

—¡Qué mono!—exclama.— ¡Te has sonrojado! 

Dicho esto, se va con sus amigos. ¿Para qué negarlo? Dominique es guapa. Es MUY MUY guapa. Tiene a medio colegio a sus pies. "Dotes de veela", suele comentar con sorna. Además, ella no es solamente otra cara bonita. Tiene una personalidad ametralladora y es muy inteligente. Tal vez, yo hubiera uno de esos chicos a su cola de no haber sido por la Perfección Rubia. 

Hablando de la Perfección Rubia, Victoire ni me ha saludado. Se ha ido directamente con sus amigas. Las conozco de vista, pero nunca soy capaz de acordarme de sus nombres. 

James y Fred están catatónicos. No paran de pasear inquietos de un lado a otro del andén. Parece que fue hace siglos cuando estaba en su situación. Los pequeños Albus y Lily se están riendo de ellos. Roxanne y Molly están hablando de las clases. Lucy está estudiando ya uno de sus libros de texto. 

—Bueno, Ted—dice mi padrino poniéndome una mano sobre el hombro.— ¿Entonces estás seguro de querer ser auror?

—Sí. Pasé los T.I.M.Os y creo que podré pasar los ÉXTASIS también. 

—¿Sabes por qué los llaman así?—oigo decir a Lucy, que no ha apartado la cabeza del libro.— Exámenes Terribles de Alta Sabiduría e Invocaciones Secretas. ¡EXÁMENES TERRIBLES, TED!— grita mirándome por primera vez. —¿Sabes lo que eso implica? Debo empezar a prepararme ya o... ¿qué hago hablando contigo? Debería estar estudiando. 

Vuelve a su libro, dejándome de lo más extrañado. Ahora, Roxanne está tratando de tranquilizar a su hermano y a su primo. 

Me despido con la mano rápidamente antes de que la marea pelirroja me engulla. 

—¡Hey, Ted!—dice Nathan en la distancia. 

A su lado, Alexander y Ethan me saludan con la mano. 

Nathan es un chico bajito, debilucho, gafotas y escuálido. Siempre intenta que su cabello castaño tape sus ojos para que la gente no le intimide. Parece que con soplarle se derribaría. Pero es completamente diferente. Tiene un carácter realmente testarudo y perspicaz. Además, es lo suficientemente astuto como para ganar cualquier pelea aunque lleve todas las de perder. Alexander, por el contrario, es alto y tiene cuerpo de atleta. Sus hombros son anchos y robustos. Su pelo rubio y engominado lo hace parecer una estrella de 1950 y sus ojos verdes siempre están pensando en planes para aliarse con Peeves. Y aunque no es tonto, no es bueno en clase. Sacó Desastroso en todos sus T.I.M.Os, salvo en Historia de la Magia. Troll. Ethan es bastante normalito. Ojos negros, pelo castaño, estatura media, peso estándar. Es callado y suele tener una opinión bastante flexible con respecto las cosas. 

Voy con ellos. 

—Vamos a entrar ya al tren. Te estábamos esperando—me informa Ethan. 

Ellos entran y yo les sigo. Buscamos un vagón vacío y no lo tardamos en encontrar. 

—Estoy tan nervioso por los ÉXTASIS que creo que voy a vomitar—me comenta Nathan. Yo río. 

—Al menos estaremos juntos, ¿no?—le digo. 

Él asiente. A finales de curso pasado acordamos todos ser aurores. Nathan podría hacerlo sin problemas. Ethan iba un poquillo justo. Pero lo que era un misterio era cómo Alexander había conseguido pasar. Ninguno hacemos preguntas sobre el tema. 

Oímos el silbato, lo que quiere decir que nos movemos. 

—¿Podemos?—nos dice una chica de cabello castaño y ojos oscuros. Parece menor que nosotros. Su cara me resulta familiar. No tardo en averiguar por qué. Victoire y la otra chica están ahí detrás. 

—No, Violett. Busquemos otro sitio—murmura Victoire. 

—No hay vagones con menos gente...—argumente la otra chica, de piel oscura y rizos negros. 

—Pasad—ofrece Alexander con la más seductora de sus sonrisas. Nathan rueda los ojos y mira hacia otro lado. 

Las chicas entran y se sientan. En un asiento están Nathan, Alexander, la chica morena y Victoire; y en el otro estamos Ethan, un servidor y la tal Violett. 

—Bueno chicas, ¿qué os gusta hacer?— pregunta Alex con un patético intento de pasar el brazo por encima de la chica morena. Ella se retira pegándose más a Victoire, lo que provoca que la Perfección Rubia casi se caiga del asiento. 

Sé que ella me está mirando, pero yo trato de rehuirla. Ella me empezó a evitar, ahora yo prefiero esquivar las miradas incómodas. 

—Nos gusta pasear por los jardines y ver los partidos de Quidditch. Bueno, y a mí jugarlos— responde la chica que está a mi lado, Violett.—Soy guardiana de Gryffindor, y tú eres nuestro golpeador, Alex. 

Mi amigo la vuelve a mirar como si la acabara de reconocer. 

—Ah, sí. ¡Es verdad!

La chica pone los ojos en blanco. Luego, se dirige hacia mí: 

—Tú eres cazador de Hufflepuff, ¿cierto?

Yo asiento. 

—Y este año, contaremos con el mejor buscador. James Sirius Potter.

—Eso sí entra en Hufflepuff...—comenta Ethan. 

Yo le miro dándole la razón. 

—Scarlett, —llama Nathan a la morena— este año ten cuidado y no dejes a tu lechuza por la sala común. Sabes lo que pasó la otra vez. 

La chica ríe al recordar algo.

—¿Qué pasó?—inquiere el rubio. 

—Se cagó en sus deberes—responde ella entre risas. 

Yo me he concentrado mucho en las conversaciones, pero no me ha servido para apartar de mis pensamientos a Victoire. Creo que ya ha optado por hacer lo mismo que yo y seguir pasando de mí. Pero cada vez que lo recuerdo... "Basta, Ted. No puedes pensar en eso", me reprendo. 

Paso el resto del tiempo pensando en cosas sin importancia, como en los bobos intentos de Alex de ligar con Scarlett o en las fulminantes miradas por parte de Nathan.

Al fin llegamos a Hogwarts. 

—Bueno, adiós—dice Victoire. Me fijo en que es la primera vez que habla desde que se sentó con nosotros.—Nos vemos, Ted.—No estoy seguro de que haya pronunciado ese "Ted", pero si lo ha hecho he flotado cuando ha pronunciado mi nombre. 

Yo no digo nada y salgo detrás de mis amigos. Subo con ellos en el carro de los theatrals. Estoy ausente durante todo el trayecto, pero si lo han notado, no han dicho nada; lo que agradezco. 

De las siguientes horas, tan sólo conservo recuerdos vagos e imágenes borrosas. Canción del sombrero. Ceremonia de Selección. Cena. Saludo de fantasmas. Llegar a los dormitorios. Quedarme dormido. 

****

Segundo capítulo, perspectiva de Ted en su último año. ¿Qué tal?





La Perfección Rubia (Veddy/Tedtoire)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora