Lo que fue olvidado

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James no podía creer que el solo ver a Athena pudiera traer tantos recuerdos que lo molestaban.

- Así que aquí estás - Lysander se sentó a su lado, pidió una bebida solo para parecer interesante, aunque James no era de sus personas favoritas le daba pena como se había vuelto su vida.

- En verdad ella era de lo peor -Arrugas se reunieron alrededor de la nariz de James mientras intentaba repetidamente quitarse el flequillo de la cara.
-...todos y cada uno de ellos decían lo mismo, después de
todo no es su problema. «Es guapa, así que no le des tanta importancia», «te envidio», «quiero estar en tu sitio», «¿cuál es tu problema?», «no seas egoísta»... Si eres guapa, ¿automáticamente te tienen que amar? De ninguna manera. En serio, ponte en mis zapatos. Ha engañado a todo el mundo demasiado fácil.

Bruscamente bebió otro vaso de whisky de fuego dándole la espalda, pero Lysander también tenía algo que decir.

-¿Qué te pasa? ¡No es solo que no haya dicho nunca nada como eso! También tu eres así, todos te seguían por ser el hijo del gran Harry Potter, ¿no?

Él no se merecía un sermón. Es más, ya sea todos o cada uno de quien quiera, no había ninguna razón para incluirlo en el mismo lote, así que ¿Por qué Lysander estaba hablándole así?

-Puede que sea verdad que sentí compasión por ella porque es guapa, pero estoy en mi derecho. ¡Pero no pienso que debas ir y hablar con Athena! Si quieres ignorar a alguien, estás en tu derecho. Pero no tienes derecho a hacer que alguien más haga lo mismo. En cuanto a mí, cuando veía a Athena solo sentía compasión por ella. Por eso, estoy pensando que la próxima vez que la vea la llamaré.

-...¿Es eso así?

Hablaba en serio, asintió con la cabeza.

El encuentro de Hace algunos días con la chica terminó con él dándole una mirada penetrante en rechazo. Esta ambigua conclusión lo
hacía sentirse terriblemente mal. Le dejó con un mal sabor de boca.

- ¿No es malo para tu imagen tomar tanto? - Lysander observó al chico, parecía extraño, aunque casi siempre se odiaban, Lysander no era de las personas que trataban mal a los demás, quizás era por que su madre siempre era diferente y eso estaba bien.

- No es como si importara. - James sonrió. - Tú, tú siempre me has odiado, lo sé.- Tomo otro sorbo de su whisky, aún no sabía por qué estaba hablando con Lysander, después de todo siempre se habían odiado. No, realmente Lysander jamás lo había odiado, James sabía bien que Lysander Nott era demasiado bueno como para odiar a alguien, por eso había sido divertido fastidiar a su hermano Lorcan, quien se moría por Athena.

- Hay cosas que no debemos decir. - James hablo de manera patosa mientras trataba de sonreír, aunque no sabía si aquello era más bien una mueca. - Scorpius, es demasiado bueno... Muy bueno para ser un Malfoy. ¡Joder! En verdad lo odio por pensar tan bien de mi. ¿Sabes? - James clavo sus ojos en el rubio. - Nosotros lo hicimos así.

Lysander observó a James fijamente, ciertamente estaba demasiado tomado, aunque quizás no demasiado, ahora parecía que finalmente sabría lo que había ocurrido con Scorpius.

- Creo que fue en esas vacaciones. - James trataba de hablar bueno aunque era obvio que el alcohol estaba haciendo su efecto. - Sí, Teddy, el me dijo como podría asustar a ese maldito hijo de mortifago, sí, darle su merecido al fin. Que entendiera que no olvidamos.- James soltó una carcajada. - Aunque jamás estuve en la guerra, que estupidez, pero aún así no podía creer todo... ¿Sabes? También te odiaba. Pero con Scorpius Siempre fue diferente, ese maldito... El nunca corrió, así que Teddy me dijo que debía asustarlo.... Él me dijo. - de repente James soltó una sonrisa histérica.

Beautiful ChaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora