Gerard miró por la ventana de su estudio con una expresión soñadora en el rostro. Su celular estaba en su mano, recargada sobre el escritorio, aunque estaba poco concentrado en este, estaba en peligro de resbalar de sus dedos y caer al suelo. Había estado planeando mandar un mensaje a Frank, pero dos horas después todavía no tenía idea de qué debería decir.
Quería hacerle saber lo mucho que se divirtió el fin de semana... quería agradecerle propiamente y tal vez encontrarse de nuevo, de preferencia pronto. Pero no se le ocurría ninguna forma para ponerlo sin sonar aterrador o pegajoso. Después de todo, sólo conoció a Frank unos minutos el sábado y aunque pasaron todo el domingo juntos, seguía siendo sólo un día... Todavía no estaban en el estado de 'amigos', mucho menos de algo más.
Gerard sabía que la única persona que sería capaz de decirle cómo parecer tranquilo y a la vez lograr una segunda cita era Brian. Pero gracias a su estupidez, preguntarle a él estaba completamente fuera de cuestión, a menos que quisiera herirlo sin piedad. Sabía que si un chico que le gustaba había aceptado ir a una cita con él e incluso pretendía estar emocionado por ello, y luego dejaba en claro que le gustaba alguien más, estaría tan destrozado... Sabía que necesitaba encontrar una forma de rechazar a Brian con gentileza pero no la había encontrado aún, y en verdad no quería lastimarlo.
Suspiró y se alejó de la ventana para recargar la cabeza en su escritorio, cerrando los ojos mientras gemía. Ya era mitad de semana y todavía no había logrado mandarle mensaje a Frank, y su cita con Brian se avecinaba cada vez más. No había contestado el correo de Mikey aún, no había escuchado del guión sobre si The Breakfast Monkey entraba o no, y había estado completamente ausente en todo su trabajo en favor de mirar fotos de Frank en internet e intentar llegar a un acuerdo con el hecho de que lo había conocido. Demonios, lo besó. Gerard sentía como si su mundo se hubiera volteado de cabeza y no estaba seguro si era algo bueno o malo.
Suspiró y miró su teléfono, intentando armarse de valor para mandarle un mensaje pero cada que abría un nuevo mensaje entraba en pánico por la idea de siquiera intentar escribirlo, y se daba por vencido.
Frank era una estrella porno famosa, podía tener a cualquiera. ¿Por qué lo querría a él?
Gerard gimió y bajó el teléfono de nuevo, casi infartándose cuando de pronto empezó a vibrar sobre el escritorio, las vibraciones sobre la madera ampliaban el sonido. Alzó el teléfono, su corazón se aceleró con horror antes de sacudirse por la idea de que tal vez Frank, de alguna manera, consiguió su teléfono y le estaba llamado.
Por supuesto, no tenía tanta suerte.
"Hola, Mikes." Gerard suspiró cuando contestó la llamada, haciendo una mueca cuando la sarcástica voz de Mikey se arrastró hasta su oído.
"Oh entonces estás vivo. No es como que me haya preocupado ni nada por el hecho de que no has contestado mis correos o mensajes en las últimas dos semanas."
"Sí, lamento eso, Mikes, quise -"
"Oh, no te preocupes. Sólo he estado preocupado a muerte. Me he perdido clases, atrasado en las tareas, ni siquiera he tocado mi bajo por una semana. Pensé que tú, mi hermano, habías muerto, o habías sido abducido o algo. Pero no es importante, seguro que has estado bastante ocupado, ¿cierto?" Mikey se burló, Gerard sonrió para sí, rodando los ojos con cariño.
"Oh vamos, Mikes, ¿estuviste así de preocupado por mí y esperaste hasta ahora para llamar?" Se rio, una divertida mirada escéptica en el rostro mientras escuchaba a Mikey aguantarse la risa.
"Estaba preocupado por ti cuando no contestaste mi correo tan pronto como siempre haces... pero hablé con Abuela y escuché que estás como detrás de algún chico o lo que sea, así que supe que estabas bien." Gerard gimió y rodó los ojos, la risa de Mikey se filtró hasta su oído. "Pensé en dejar pasar un tiempo para asegurarme de no llamar en un momento crucial," la voz de Mikey estaba llena de diversión mientras Gerard fruncía el ceño. "Me imaginé que ahorita estaría bien ya que estás en el trabajo, y tengo un espacio entre clases así que supuse que mataría algo de tiempo."
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Cigarettes And Sass
FanfictionComo cualquier hombre, Gerard ve porno, pero su obsesión con la popular estrella porno Frank Iero lo ha dejado incapaz de comprometerse a una relación desde que era un adolescente. Cuando finalmente conoce a su ídolo, desearía poder seducirlo, sin i...