Capítulo 14 Acosador

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"¿Gerard?"

"¿Mm?"

"¿Háblame de Bert?"

Gerard se tensó al instante y lentamente giró la cabeza para mirar a Frank, con los ojos bien abiertos y alarmados. Los dos habían pasado todo el día manejando desde el colegio de Mikey y habían colapsado directo en la cama en casa de Gerard cuando llegaron. Habían logrado quitarse la ropa y sólo estaban recostados en los brazos del otro, sin necesitar nada más que eso. No habían hablado porque no necesitaban hacerlo... pero Frank había sido incapaz de sacarse una cosa de la cabeza en todo el día.

"Yo... ¿Bert?" Gerard intentó sonar confundido pero era obvio que sabía lo que le estaba preguntando y su renuencia para explicar era bastante clara. "¿Por qué quieres hablar de él?"

"Porque sí..." Frank se encogió de hombros, inseguro de cómo expresar lo que quería sin molestar al mayor. "Porque parece importante."

"No lo es." Gerard se mofó al instante, sus cejas juntándose. Frank lo miró con ojos inocentes, su mano empezó a pasearse lentamente sobre el pecho de Gerard para tranquilizarlo.

"Bueno, ¿háblame de él de todos modos?" Preguntó con gentileza, el ceño de Gerard se intensificó y miró a Frank a los ojos. Pareció ceder un poco cuando se encontró con los ojos avellana, pero su cuerpo permaneció tenso.

"No quiero hablar de él." Susurró finalmente, alzó una mano para acunar la barbilla de Frank, su pulgar deslizándose debajo de su labio inferior. "No lo he visto desde que tenía diecinueve, Frank, no hay nada que pueda decirte de él que sea importante."

"Sabes que no es verdad." Frank suspiró, alzándose sobre los codos para poder enjaular a Gerard debajo suyo y mirarlo cuidadosamente. "Él fue tu último novio, Gee... Algo debió pasar en esa relación para evitar que tuvieras otra hasta ahora." Señaló, su voz fue suave pero firme. Estaba decidido a sacarle la verdad. No quería molestarlo, pero necesitaba saber quién era exactamente Bert y qué le había hecho a Gerard para convertirlo en el hombre que era ahora. Bert fue importante, lo sabía... Sólo no sabía por qué.

"Jesús, Frank, ¿intentas psicoanalizarme o algo?" Gerard se mofó, sus mejillas se tiñeron de rosa mientras alejaba el rostro.

"No..." Frank suspiró, sonrojándose y sentándose con un puchero. "Es sólo... Olvídalo." Suspiró, bajándose de la cama y cruzando el cuarto para empezar a ponerse la ropa. Gerard se alzó sobre sus codos para mirarlo con curiosidad, su corazón empezó a acelerarse.

"¿Frank?" Ronroneó, notando que había hecho enojar al más joven y su estómago se sacudió. "¿Qué estás haciendo?"

"Me voy a casa." Frank se encogió de hombros, abrochándose el pantalón y tomando su cinturón. "Obviamente sólo te estoy molestando."

"¿Qué? Frank no te vayas." Gerard gimió, sentándose correctamente y gateando al final de la cama para sentarse ahí y mirarlo desesperanzado. Se preguntó si llamar al más joven una diva lo enojaría más... Muy probablemente, así que se guardó esa palabra. "¿Siéntate?"

"No."

"Frankie..." Gimió, cerrando con fuerza los ojos y pasándose una mano por el cabello. Podía sentir un dolor de cabeza acercarse y presionó los dedos en las sienes. No quería pasar por esto. Había escuchado suficiente de Bert y no quería hablar de él. Frank era el hombre con el que había querido estar por años... Se suponía que era perfecto. No se suponía que se pusiera de mal humor por algo estúpido. "Por favor, vuelve a la cama."

"¿Cómo podría, Gerard?" Frank suspiró, su voz sonó exasperada cuando tomó su camisa del suelo. "Se supone que somos una pareja pero siento como si apenas te conociera." Los ojos de Frank estaban heridos cuando lo miró, el artista quedó atontado por un segundo.

Cigarettes And SassDonde viven las historias. Descúbrelo ahora