Capítulo 10 Quejándose

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Frank bostezó y se estiró, gimiendo mientras se tallaba los ojos con la mano. El teléfono de Gerard estaba zumbando de nuevo, abandonado en el piso en algún lugar entre sus ropas. Esta era la tercera vez que sonaba esta mañana y empezaba a hartarse de escucharlo. Todo lo que quería hacer era acurrucarse con su nuevo amante encontrado y besar su cuello hasta que despertara.

Suspiró y lentamente se giró para ver a Gerard, sonriéndole con cariño. El mayor estaba tumbado en la cama, no muy diferente de la primera mañana que Frank despertó a su lado, el artista poseía toda la gracia para dormir de una oveja. Frank sólo quería besarlo una y otra vez.

El teléfono finalmente dejó de vibrar contra la carpeta y Frank suspiró mientras salía de la cama. Se estiró de nuevo trotando hacia el baño, la presión en su vejiga estaba en un nivel que ya no podía ignorar. Además, no parecía que Gerard fuera a despertar pronto, así que decidió que aprovecharía el momento para llevarle el desayuno a la cama.

Cuando salió del baño el teléfono estaba sonando de nuevo y rodó los ojos deteniéndose para encontrarlo en el bolsillo del pantalón de Gerard. El tipo en serio era popular esta mañana... Supuso que tal vez era Brian queriendo saber cómo salió la cita.

Logró encontrar el teléfono y miró el cuerpo durmiente de Gerard un segundo antes de sonreír y salir en puntitas de la habitación para ir a la cocina. El celular seguía vibrando contra su palma y miró para checar el identificador de llamadas.

Mikey.

Frank no reconoció el nombre... Estaba seguro de que Gerard nunca había mencionado a nadie llamado Mikey. Tal vez era alguien del trabajo... Esta era la cuarta vez que llamaba por lo que supuso que debía ser importante. ¿O qué tal que era otro chico que estaba viendo Gerard? ¿O un loco ex acosador? Frank sonrió y apretó el botón de contestar mientras caminaba hasta la cafetera; si era un loco ex acosador entonces podría divertirse un poco con esto.

"Hola, estás llamando al teléfono de Gerard Way, habla Frank." Ronroneó al teléfono con su mejor acento de 'clase alta'. Se inclinó para examinar la cafetera esperando una respuesta, encontrando el botón de encendido y presionándolo.

"Hola, uh... Espera, ¿qué? ¿Quién es?" Una voz demandó. La voz era masculina, joven, sonaba un poco irritada... Frank sonrió y se recargó sobre el mostrador, examinándose las uñas mientras la cafetera cobraba vida.

"Frank. Soy el -" Frank vaciló, de pronto no supo qué decir. ¿Era el... qué? ¿Amante? ¿Novio? ¿Follamigo? ¿Amigo? ¿Conocido? "Uh..."

"... ¿Eres el?" La voz al otro lado del teléfono repitió en voz baja, la confusión fuerte en su tono. "Oh Dios, tuviste sexo con él, ¿cierto?" Jadeó de pronto y Frank se sonrojó cuando escuchó a quien sea que esta persona fuera muy animada y soltando sonidos de arcadas en la línea.

"¿Quién es?" Frank demandó, de pronto ya no se sintió divertido.

"¡Eugh, Dios! No puedo creer que tú... eugh... ¿¡Por qué contestaste su teléfono!?"

"Porque esta es como la cuarta vez que llamas y creí que tal vez era importante." Frank soltó bruscamente, poniendo cara malhumorada. "No sé quién eres, ¿qué eres, un ex novio o algo?" Se burló, la otra persona se quedó en silencio. Frank parpadeó estúpidamente y alzó las cejas. Oh... parecía que le había dado al clavo. "Lo eres, ¿no?" Suspiró, sintiendo una repentina ola de ira y... ¿Eso eran celos?

"Ex... Oh Dios, ¿estás bromeando? ¡Eugh, no! ¡Soy su hermano menor, loco!" La voz volvió, indignada y disgustada y le tomó un momento a Frank entender sus palabras.

Cigarettes And SassDonde viven las historias. Descúbrelo ahora