Gerard ya no sabía qué más hacer consigo.
Los días pasaban en una lenta y entumecida neblina, todo manchado por el conocimiento de que Frank se había ido y no iba a volver. Intentaba que no le afectara, intentaba pretender que no era gran cosa. No era como si se hubieran dicho alguna vez que se amaban ni nada... pero de verdad se preocupaba por él, y lo quería de vuelta.
Después de que Frank saliera de golpe y Bert lo siguiera de vuelta al apartamento, el artista pasó horas intentando llamarlo, dejándole mensaje tras mensaje rogándole que le dejara explicar. Cuando eso falló intentó con Matt en su lugar, pero él también ignoró sus llamadas y se quedó sintiéndose aún más destrozado.
Intentaba permanecer fuerte y olvidarse de Frank por ahora. Bert necesitaba su ayuda y estaba gastando todo su tiempo libre y energía en intentar descubrir exactamente en qué problemas estaba y cómo podían solucionarlos. Hasta ahora había logrado sacarle un poco más de información sobre su novio y era bastante obvio que el tipo era un abusivo, pero eso era lo más que pudo averiguar. Bert no se estaba abriendo a él y Gerard sabía que le tomaría un largo tiempo hacer que confiara en él lo suficiente para realmente hablar. Era frustrante, sobre todo cuando había ido específicamente por ayuda y ahora se cerraba.
Gerard suspiró y recostó su cabeza en la palma de su mano, los codos sobre el escritorio. Estaba en su oficina, intentando olvidar sus problemas lo suficiente para trabajar un poco pero no podía centrarse a hacer nada. Dibujar era lo único en lo que siempre había podido contar que lo hiciera sentir mejor, pero ahora no estaba ayudando en absoluto. No importaba qué hiciera, cada línea, cada sombra, todo se volvía Frank. Se estaba hartando de ello.
No se había molestado en dejar su oficina mientras trabajaba en los últimos días. No tenía ganas de comer y ni siquiera podía juntar la energía para ir a fumar. Era un milagro que llegara al trabajo... Todo lo que quería hacer era estar en su cama y revolcarse en su propia lástima, pero no podía hacer eso, aunque terminara su trabajo, gracias a que Bert vivía con él. No podía dejar al más joven ver lo molesto que estaba, sólo empeoraría las cosas. Bert ya se culpaba por lo que pasó aunque Gerard le había explicado por qué Frank estaba enojado, y no ayudaba ni un poco a la autoestima del rubio.
Gerard gruñó y se dejó caer hasta que su cabeza estuvo recostada en el escritorio. Cerró los ojos con fuerza e intentó disipar la sensación de náuseas en su estómago. Sólo quería a Frank de vuelta... Quería explicarle...
"¿Gerard?" Miró a través de las pestañas para ver que la puerta de su oficina había sido abierta, Brian lo miraba desde un costado de esta. Se veía ansioso, mordiéndose el labio y arrastrando los pies mientras miraba al artista. "¿Puedo pasar?"
"Mm..." Gerard se encogió de hombros y alzó un poco la cabeza, ni dando ni negando la entrada así que Brian lo tomó como una invitación y entró a la oficina de todos modos. Cerró la puerta suavemente detrás de él y suspiró mientras se recargaba en ella, cruzando los brazos sobre su pecho y recargando un pie sobre la puerta. Por un largo momento sólo miró a Gerard y no dijo nada, y Gerard no fue capaz de sentarse correctamente.
"¿Estás bien?" Preguntó finalmente, Gerard suspiró y negó lentamente con la cabeza. "Escuché sobre tu ruptura... Lo siento, viejo." Gerard se sonrojó profundamente e hizo una mueca cuando sintió las lágrimas picarle con vehemencia los ojos. Técnicamente ni él ni Frank dijeron que ya no estaban juntos, aunque claro que había asumido que ese debía ser el caso. Escuchar a Brian confirmarlo sólo lo hizo sentirse un millón de veces peor.
"Mira," Suspiró cuando Gerard no dio señal de haberlo escuchado. "Frank ha estado bastante alterado, Matt se está volviendo loco intentando animarlo. Creo que necesitan hablar." Brian caminó por la habitación para sentarse en el borde del escritorio, pasando suavemente los dedos por el cabello de Gerard y mordiéndose el labio cuando frunció el ceño.
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Cigarettes And Sass
FanfictionComo cualquier hombre, Gerard ve porno, pero su obsesión con la popular estrella porno Frank Iero lo ha dejado incapaz de comprometerse a una relación desde que era un adolescente. Cuando finalmente conoce a su ídolo, desearía poder seducirlo, sin i...