SICK...? [Hamilton AU]

# 5

—. ¿Crees que esté bien?.—

—. Hace un rato escuché que estaba hablando con alguien y parecía enojado y un poco frustrado.—

—.Bueno, después de eso no ha hecho ningún ruido en todo el rato que hemos estado aquí, así que supongo que debe haberse quedado dormido, lo cual deberíamos hacer también.—

—. O quizá ya se nos murió.—

—. Thomas....—

[...]

El día había llegado por fin. El sol entraba por las ventanas y alumbraba una parte de las habitaciones.

Algo de ruido sonaba en los pasillos y en el lugar en general, dando una señal de vida de los demás que ya andaban fuera. Esto también era válido para las hermanas encargadas del lugar que estaban dando los buenos días cada que veían a alguno.

Uno de los que aún estaban en sus habitaciones, era Alexander. Este había quedado dormido sobre una pequeña mesa que estaba pegada a una de las paredes cerca de la ventana.

Podría continuar durmiendo pero el grito de una voz familiar y el azote de la puerta lo hicieron dar un brinco que lo hizo caer de la silla y asomarse por detrás de la mesa para descubrir quién era el intruso.

—. ¡BUENOS DÍAS, ALEX!.— Claro, no podía ser alguien más que Hercules.
No venía solo; Laurens y Lafayette estaban justo detrás de él.

—. Uuhhh Mulligan... ¿Podrías entrar sin intentar romper la puerta la próxima vez? A menos que lo que quieras hacer es matarme de un infarto o algo así.— Para esto, el de ojos claros ya se había levantado y había llegado hacia donde el trío se encontraba.

—. Eso es un poco exagerado, ¿No lo crees?.—

—. Te dijimos que era una pésima idea entrar de golpe al cuarto.— El pecoso había entrado a la plática.

—. ¡Pero no sabía que aún estaba dormido!.—

—. Ami, te dijimos que había una gran probabilidad de que estuviera dormido.—

—. ¡Pero no había forma de saberlo!.—

—. Está bien, está bien.— El castaño interrumpió la discusión recién comenzada. —. Ya estoy despierto, así que ya no importa.—

Sin previo aviso, Lafayette ya le había soltado un zape en la cabeza a Hercules. Este hizo un puchero y se hizo a un lado dando paso a Alexander para que saliera de la habitación y cerrara la puerta de la misma.

—. Ensuite.. Cómo estás? Supongo que por la forma en la que estabas dormido tu-....—  El francés, que en ese momento estaba usando un tono bastante desinteresado había sido interrumpido por una voz femenina.

—. ¿¡Es él?!.— El cuarteto giró las cabezas ante esto.

—. Uh.. ¿Es Ella Ang-....— El nuevo también fue interrumpido por un abrazo repentino en el cual no sabía como reaccionar. Era algo que no había sentido en un buen tiempo, y menos de alguien que no conocía.

En unos pocos segundos, el abrazo ya había terminado dejando a Alex cada vez más confundido. No solo era aquella joven que lo había abrazado, sino que también había otra y también estaba Eliza justo detrás sonriendo.

Con ver a Eliza, ya se podía dar una pequeña idea de quienes se trataba.

—. Ahhhhh, lamento mucho eso. ¡Es solo que tenía tantas ganas de conocerte! Soy Angelica Schuyler.— La teoría se había hecho real ahora.
—. Alexander, ¿Cierto?.—