SICK...? [Hamilton AU]

Alexander Hamilton

Vale, antes de empezar con esto quiero comentar algunas cosas rápidas.
Tenía una idea de hacer algo así desde un tiempito y pensé en involucrarlo entre cada espacio mientras se escribe un nuevo capítulo y así-

La idea es hacer un pequeño "capítulo" contado desde la perspectiva del personaje correspondiente para que se profundice más el personaje mismo (o algo así (?) Ya que honestamente no sé cómo hacerlo en la historia misma. Otra cosa es que el personaje estaría contando ya sea, su problema, pasado, ect, pero como que está raro por qué por ejemplo en situaciones como la de Aaron o la de Laurens no saben exactamente, o no pueden entender del todo lo que pasa así que aquí se hace como una excepción de eso(?) (EstomerecuerdaaWonderperobuenovalelapenaintentarlo.)

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Alexander Hamilton

Uno de los problemas más complejos estudiados por los psiquiatras es la esquizofrenia. Puede comenzar en la niñez, adolescencia o adultez.

Existen algunos tipos de esta pero el más común es la paranoide. Esta cuenta con la perdida de la realidad y, como su nombre lo dice, una paranoia comienza a aumentar cada vez más conforme pasa el tiempo.

En mi caso, las cosas empezaban a sentirse pesadas empezando la adolescencia, apartir de los 11-12. Comencé con la dificultad de conciliar el sueño, cosa a la que no le tomé mucha importancia por el hecho de que, de por si no llegaba a dormir por varias noches. Había noches en las que si intentaba dormir pero no lograba desconectar mi cerebro. Era como si todos mis pensamientos se mezclaran con otros provocando que perdieran todo sentido y claridad. Varias ocasiones me acomodaba en posición fetal, abrazándome a mí mismo con fuerza y terminaba hablando conmigo mismo: "Ya cállate".

Llegaba un momento en el que terminaba dormido pero el despertar no era lo mismo. Me levantaba con la sensación de que algo no había hecho o que había olvidado algo. En el momento de comer comencé a perder el apetito de antes. La mayoría de las veces un niño tiene un apetito voraz, pero eso lo fuí perdiendo rápidamente, pero decidí ignorarlo al igual que lo anterior.

En las actividades con los demás niños comencé a darme cuenta que entablar una conversación se me hacía cada vez más difícil, cosa que podía hacer con facilidad. Alguien me podía decir algo y yo tardaba un tiempo en contestar, como si estuviera intentado entender lo que me decía.
Lo escuchaba claramente, pero era como si una multitud me decía lo mismo en el mismo momento y esto me hacía difícil entenderle. Todos parecían molestarse con esto.

...

Menos él.

Un día estaba mirando una de las paredes que rodeaban el orfanato por fuera, cuando una voz me despertó de mi trance. Se sentó junto a mí y comenzó a platicar conmigo como si fuera alguien que conocía de toda la vida. George era su nombre.

Los primeros días me costaba sentirme cómodo con él a mi lado, pero poco a poco comencé a sentir el cuidado, el afecto y una protección de su parte que no había sentido de nadie. Él pareció entenderme mucho más rápido que los demás por lo que siguió visitandome día tras día en el mismo lugar.

Jugábamos, platicábamos, discutamos, hacíamos todo juntos. Era como... Un padre que pasaba tiempo con su hijo.

Padre... Llegué a considerarlo como uno. Como ese uno al que admiraba y le veía como si fuera aquel general de ese gran ejército. Uno al que no pensé que podría llegar a perderlo.