Préface

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'Aunque le arranques los pétalos, no quitarás su belleza a la flor.'

Rabindranath Tagore, "Pájaros Perdidos".

Anyca permanecía sentada en la oficina, haciendo vibrar su pierna derecha repleta de inquietud. Estaba nerviosa, pues sabía que aquella entrevista de trabajo podría ser una oportunidad única en un millón.

No cuesta nada soñar, ¿Verdad?

Lo cierto es que a todas las entrevistas a las que ella había asistido, absolutamente a todas, había sido rechazada. No hay que confundir las cosas, no se trataba de falta de capacitación o poca experiencia. Su currículum era perfecto; había estudiado estilismo por más de tres años consecutivos y se había desempeñado tanto en maquillaje y peluquería como en especialización en indumentaria. A pesar de su escasez de edad, había logrado estudiar por adelantado ya que su coeficiente intelectual lograba superar el promedio. Y para no ser menos, tenía un título en ciencias económicas y finanzas. Una chica brillante y sumamente aplicada para tener nada más que veinte años.

Sus manos sudaban y no lograba mantener la respiración y el latir de su corazón estables. Un directivo de la famosa empresa Big Hit Entertainment ingresó a la sala, haciéndola saltar en el lugar. El hombre de rasgos asiáticos la observó y amplió los ojos en asombro al ver su ¿fealdad? Simplemente tomó asiento frente a ella y apoyó los codos sobre el escritorio.

"¿Anyca Leyth?" Habló tan rápido que le costó comprender su acento coreano a pesar de haber estudiado la lengua por años.

"Sí." Respondió con una amplia sonrisa que lamentablemente estaba tapada en alambres. "Un placer conocerlo." Hizo una pequeña reverencia extendiendo su mano hacia él.

El hombre observó la mano pero no le correspondió. "¿Es usted estilista realmente?"

Aquí venía el clásico comentario que recibía en todas sus entrevistas aplicando como estilista. ¡Pues claro que lo era! Aquello admitió haberle dolido. ¿Realmente dudaba de sus capacidades? De todos modos no le sorprendió, Anyca sabía por qué todos eran así con ella.

"Así es." Intentó sonar lo más respetuosa posible, a pesar de estar hirviendo de impotencia por dentro.

"Perfecto. Entonces no tendrá problema en mostrarme su currículum, ¿Verdad?" Se cruzó de brazos mientras se recostaba en el respaldo de su silla, adoptando una actitud terriblemente arrogante.

Ella extendió el folio hacia el hombre, y en menos de un segundo se lo arrebató de las manos.

Anyca era una chica con mucho carácter, pero desde que se había mudado a Corea del Sur, sabía que debía ser un poco más reservada. Por lo que ella sabía, o tal vez creía, las mujeres coreanas solían tener una actitud fría y reservada, además de ser extremadamente tímidas frente a los demás. Así que ella simplemente se dedicaba a reprimir su manera de ser constantemente.

"Mire señorita Leyth." Aclaró su garganta. "Me temo que para este trabajo necesitamos a una persona con mayor capacidad de la que usted posee." Realizó una mueca con los labios. "Lo lamento."

Anyca se quedó en blanco, mirando perdida hacia un punto muerto de la habitación. Ella sabía que estaba mintiendo. Su apariencia era la única razón por la cual la habían rechazado. A pesar de ello, sentía que no había motivo por el cual cambiar, porque tarde o temprano alguien la aceptaría por quién era.

"Está bien." Se colocó de pie y acomodó su anticuada falda de cuadros bordeau. "Siento haberle quitado tiempo." Él le extendió el currículum pero ella lo observó sin tomarlo. "Quédeselo por si cambia de opinión." Dijo aun sabiendo que el hombre no lo haría.

Paint my Heart ⇨ J.Jk (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora