Paint my Heart ⇨ J.Jk (Completa)

Seize

Anyca aun seguía sintiéndose completamente responsable de lo que había ocurrido entre Suga y Jungkook. Creía que había metido la pata al no consultarle directamente a Yoongi sobre el recibo de la crema, pero se autojustificó al pensar que el beso entre él y ella la había dejado un tanto incómoda.

Acomodó su cabello a pesar de seguir siendo terriblemente seco y erizado. Pronto lo solucionaría, al menos apenas cobrara su primer sueldo. Miró la puerta de la habitación de Suga, que aun yacía cerrada, por un largo rato. Se mordió el labio incontables veces mientras daba vueltas alrededor de ella. No había pasado ni media hora desde que el idol había abandonado la sala, luego de casi matarse a golpes con el maknae. La chica no sabía que hacer, no sabía cómo pedirle disculpas al de pelo celeste, no sabía siquiera cómo haría para verlo a los ojos.

Pero estaba decidida, necesitaba hablar con Yoongi.

Fue entonces cuando golpeó la puerta con su puño tres veces, esperando ansiosa que esta se abriera. Segundos después logró divisar la silueta del chico. Anyca recorrió su cuerpo completo con la mirada, contemplando sus pantalones holgados color gris, su sudadera blanca casi transparente la cual hacía ver levemente sus pezones y el cabello mojado. Se había dado una ducha y ella sintió la necesidad de tomarse una también.

"¿Qué quieres?" La miró casi de manera despectiva.

"Por favor, será sólo unos minutos."

"Vete, no quiero perder el tiempo contigo." Se dispuso a cerrar la puerta pero ella colocó una mano sobre esta.

"Yoongi." Insistió. "Necesito hablar." Anyca sentía sus ojos humedecerse, pues detestaba que Suga la tratara de esa manera. Este último rodo los ojos, y luego de soltar un quejido le dio paso a la chica.

Ella ingresó a la habitación y rápidamente volteó hacía Yoongi al oír la puerta de la habitación cerrarse detrás de ella. El chico tomó la toalla que tenía y comenzó a secarse suavemente la cabeza mientras caminaba hacia Anyca con lentitud. Mantuvo la mirada al suelo en todo momento, con una dura línea dibujada en sus labios. Se detuvo frente a ella, y el silencio se hizo presente.

"Yoongi, ¿Podrías siquiera mirarme?" La chica exigió sintiéndose asfixiada con la crueldad del idol.

Le dirigió una mirada fría y penetrante, para luego chasquear la lengua y caminar hacia la cama. Se sentó vagamente mientras seguía con los ojos en ella. "Habla. Te escucho."

Anyca miró la cama, para luego volver a mirarlo. "¿Puedo?" Hizo referencia a querer sentarse a su lado. Él asintió aun con aquel semblante frívolo. "Bien, antes que nada quería pedirte disculpas." Suga soltó una pequeña risa burlona. Anyca sabía que había cierto sarcasmo en sus acciones, pero continuó ignorándolo. "Sé que no debí tocar tus cosas sin permiso, menos aun hacer a Jungkook cómplice de algo que no tenía que ver con él." Se explicó.

"¿Cómplice?" El chico rió nuevamente y Anyca se sintió dolida por su actitud. "¿Sabes que es lo que más me jodió la p*ta noche?" Ella lo miró con los ojos cristalinos. "Verte encima de Jungkook, casi al borde del beso." El chico habló sin medida alguna, recostándose levemente hacia atrás sobre la cama, apoyando sus manos detrás de él para sostenerse. "Hoy pasaron muchas cosas, Anyca. Parece que ahora todos te ponen atención."

Anyca sonrió por lo bajo, sintiéndose una completa estúpida. "No es cierto Yoongi, es solo imaginación tuya."

"Claro que no. Sabes que desde que llegaste aquí las cosas cambiaron, hasta Hoseok te mira con otros ojos." Suga bufó y la chica enarcó una ceja.

¿Acaso esta era una escena de celos?

"Yoongi." Anyca mordió su labio inferior mientras observaba sus propias manos jugar entre ellas. "¿Qué sucede contigo?" Preguntó serena, mientras lentamente regresaba la mirada al idol. Este tensó la mandíbula, para luego tragar con dificultad.

Desvío la mirada. "Supongo que no me agrada que la gente te utilice. Tú siempre estás para los demás, ayudando y no siempre recibes lo mismo."

<<Buena respuesta. Aunque evidentemente no se trataba de eso.>>

Anyca fingió creerle al chico y asintió. "Está bien, si es cierto lo que dices. Nuevamente me disculpo por no haberte consultado."

"¿Qué es lo que buscabas exactamente?" Preguntó ahora más calmado.

"Oh." Hizo una pausa sacudiendo la cabeza. "Nada muy importante. La crema que me habías regalado se me acabó y necesitaba una nueva para seguir con el tratamiento, pero no tenía la receta para ir a la farmacia por ella." Se explicó avergonzada. "Entonces creí que tú la tendrías, pero luego de lo que pasó entre nosotros ayer, no quise acercarme, me sentía incómoda."

Hubo unos minutos de silencio, en donde Yoongi había logrado también ruborizarse.

"Siendo sincero, yo también estaba un poco incómodo." Rascó su cabeza desviando la mirada. "Pero si se trataba de la receta..." Se colocó de pie y buscó en uno de los cajones de su escritório y segundos despues sacó un papel. Se acercó a la cama y se lo extendió. "Aquí tienes." Ella lo tomó con una sonrisa.

"Gracias Yoongi."

"¿Por qué creíste que estaría en la sala?" Volvió a sentarse a su lado.

"Pues, hablé con Jungkook para saber si tenía idea y me dijo que tú guardabas cosas allí, entonces me ayudó."

"Ya veo." Suspiró mirando el techo. "Entonces, supongo que yo también lo siento." Anyca miró sorprendida al chico. "No sé porqué, pero últimamente estoy raro." Estaba mintiendo. Min había comprendido a la perfección esa misma noche qué era lo que estaba sucediendo.

Estaba enamorado.

"No te preocupes." Ella acarició el brazo del chico y él amplió los ojos mirándola.

"¿Acaso en tu país son así de cariñosos?"

Anyca carcajeó algo avergonzada, pues sabía que en Corea no era muy común tanta muestra de afecto, y que las personas solían saludarse de lejos, a no ser que tuviesen muchísima confianza.

"Lo siento si te incomodé. Pues, en Argentina somos muchísimo más..." Ella quería buscar la palabra correcta para no sonar perversa. "¿Físicos?" Yoongi respondió ampliando los ojos. "Somos de saludar con besos en la mejilla, abrazos, incluso habiéndolos conocido ese mismo día." El chico escuchaba fascinado lo que la chica le contaba. "Por eso creo que siendo latina a veces mis costumbres natales salen a la luz, no lo puedo evitar." Se mordió el labio.

"¿Entonces está bien tocarse tanto en tu país?"

"Pues sí, somos muy cariñosos."

"Entonces supongo que esto no es incorrecto." Anyca volteó a verlo confundida, pues no comprendía a qué se refería.

No pudo decir nada, los labios de Yoongi capturaron los suyos.

Otra vez se estaban equivocando, otra vez estaba siendo prohibido.