Real. → K. Taehyung

diez

Dormí en casa de Jin esa noche. Pero eso no evitó que de nuevo tuviera ese sueño.

Esta vez, todo pasó como la primera vez, por lo que me sentí aliviada al despertar.

Tal vez, todo terminaría pronto.

***

Regresé a mi casa a la mañana para prepararme para el trabajo. Jin me había suplicado que me quedase con él en la cama unas horas más. Pero aunque yo también lo quisiera, no podía faltar al segundo día de trabajo.

Tomé una ducha, sintiéndome feliz y relajada. La noche con Jin había sido increíble.

Pero toda esa felicidad se transformó en miedo en cuanto salí de la ducha, y oí un silbido a mis espaldas.

Volteé como si mi vida dependiera de ello, pero no había absolutamente nadie. De inmediato envolví mi desnudo cuerpo con la toalla, y salí casi corriendo del baño.

***

–El departamento es pequeño. Si había alguien aquí, definitivamente ya salió.– habló el guardia de seguridad del edificio.– ¿Está segura de que era un silbido? Tal vez sólo fue el viento, o...

–Estoy segurísima.– lo interrumpí, mientras jugaba con mis dedos. El miedo no salía de mi cuerpo, al pensar que alguien estaba observándome en mi hogar.– Fue muy claro.

Él suspiró, en realidad parecía no creerme una mierda.– Le sugiero que no ande sola por unos días.

Asentí, y el hombre comenzó a dirigirse a la puerta de salida.

–No dude en buscar ayuda si vuelve a suceder algo así. Hay muchos locos sueltos.– dijo antes de irse finalmente. Cerré la puerta y suspiré.

Miré el reloj. Estaba llegando media hora tarde al trabajo, y ni siquiera pude desayunar.