Lina encontró el llavero de Yari, en el piso de su oficina.
Era un pequeño corazón de plástico con una foto de Yari y Jin, dentro.
El objeto colgaba del celular de Yari, pero, al parecer, se había caído y ella ni siquiera lo notó.
Decidió ir hasta el departamento de su amiga a llevárselo, y de paso, visitarla.
Al llegar frente a la puerta, la música se oía desde adentro. Sonrió al imaginar a su amiga bailando como loca del otro lado de la puerta.
Dio dos golpes, y esperó.
Pero nada.
Volvió a golpear, esta vez con más fuerza.— ¡Yari! ¡Soy yo, Lina!— gritó.
Pero de nuevo, no obtuvo respuesta.
Tomó el picaporte, y raramente, la puerta se encontraba sin seguro.
Suspuso que se le había olvidado ponerlo, o que simplemente Jin estaba con ella.
Abrió la puerta con lentitud, y asomó la cabeza.
Logró ver a Yari sentada en el sofá, mirando televisión. Sonrió y entró por completo, cerrando la puerta tras de sí.
—Yari, estuve tocando.— informó acercándose a su amiga. Dejó su bolso sobre la mesa y caminó hasta quedar frente a Yari.
Soltó un grito al verla.
Sus manos, brazos, pecho y rostro, estaban manchados con sangre.
—Yari...— la llamó, con la voz temblorosa.— ¿Qué te pasó?
La más alta sonrió, sin moverse de su lugar.— Acabé con él.— respondió. Sus ojos estaban rojos e hinchados.
—¿Con quién?
—Taehyung...— respondió en un susurro, como si alguien más pudiese oírla.— Él vino aquí y yo acabé con él.
Lina no dejaba de temblar.
Yari no estaba bien. Estaba comportándose como una loca, y lo peor: estaba cubierta de sangre y aseguraba haber acabado con alguien.
—Está allí.— informó señalando detrás de Lina. Luego volvió la vista al televisor, que estaba apagado.
Lina tragó duro y volteó con lentitud, para encontrarse con una escena que desearía no haber presenciado jamás.
Jin.
El cuerpo sin vida de Seokjin estaba tirado en el suelo, cubierto de sangre. Había heridas en todo su abdomen.
Lina gritó y cayó de rodillas mientras intentaba silenciar los sollozos con ambas manos.
No podía creerlo.
—Llevaba molestándome mucho tiempo.— volvió a hablar Yari, a sus espaldas. Pero Lina no podía, ni quería, mirarla.
Ella había perdido la razón.
Se puso de pie como pudo, y corrió para salir de allí.
Yari observaba la cuchilla entre sus manos, cuando sintió unos fríos labios dejar un beso en su mejilla derecha.
Giró su cuello de inmediato, para encontrarse con esa sonrisa rectangular que esperaba no volver a ver en su vida.
—Gracias, cariño.
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Real. → K. Taehyung
Fanfiction-No eres real. No puedes ser real. -Cariño, tú me hiciste real.