Real. → K. Taehyung

ocho

A las ocho de la noche, Jin pasó por mí para ir a cenar al restaurante donde teníamos una reserva.

Efectivamente, él me compró un vestido.

–Te dije que no era necesario.– lo regañé mientras subía a su auto.– Me encanta, pero de verdad no tenías que hacerlo, amor.

Él rió en cuanto se subió al asiento del conductor.– Te queda hermoso. Es una ventaja tener un buen ojo para estas cosas.

Sólo sonreí. De verdad, Jin era mejor en esas cosas que yo.

Puso el vehículo en marcha, y enseguida nos encontrábamos circulando por las calles de la ciudad.

Luego de un momento en silencio, él me habló en cuanto se detuvo en un semáforo.– Cuando empezamos a salir... ¿Esperabas que duráramos tanto tiempo?

Reí.– La verdad, no. Creí que luego de un tiempo, nuestras diferencias terminarían separándonos.– respondí con sinceridad.– Pero ahora estoy más que segura que eres el hombre de mi vida.

–Ay, eres tan linda.– rió y luego se estiró hacia mí para darme un corto beso en los labios.

En cuanto se acomodó, volví la vista al frente, y mi corazón se detuvo al instante.

Esto no puede estar pasando.

De nuevo esa persona. Estaba de pie en medio de la calle, mirando furioso en nuestra dirección.

–Jin...– lo llamé en un hilo de voz, sin dejar de mirar a ese tipo. Mi novio volteó a verme, y preguntó qué pasaba.

Él no ve nada. Tengo que estar alucinando nuevamente.

–N-no... Nada.– respondí antes de lanzar un suspiro. El miedo se había apoderado de mi cuerpo. Cerré los ojos con fuerza, y al abrirlos, el muchacho del sueño ya no estaba.