Letters to Juliet 【KAICHEN】

Capitulo 3

—¡No, JongIn! No hagas...—Ni siquiera pude terminar la oración antes de volver a estallar en carcajadas. El moreno me sonrió antes de regresar los fideos que había puesto es su rostro a su plato.—Eso es asqueroso.

—Pero te ha hecho reír.—Sonreí y tomé un poco del agua que había en mi vaso.

—Cuéntame de ti, Nini.—Es realmente cómodo que a pesar de que nos conocemos hace poco, ambos nos llamamos con apodos cariñosos.

—Uhm, bueno, soy gay.—Me atraganté con el agua que justo pasaba por mi garganta y JongIn me vio preocupado, tragué lo mejor que pude y vi a Nini.—Sabía que eso no te gustaría.

—Oh no, Nini. Quiero decir yo... Me refiero a que... ¿Por qué crees eso?

—La mayoría de las personas no lo encuentran como algo normal.—Dijo alzando ambas cejas.

—Bueno, yo no soy una de ellas.—Le respondí sonriendo de lado.

—Tengo 20 años.—Continuó después de darme una de sus encantadoras sonrisas.—Y soy de Seul.

—¿No, en serio?—Le dije con sarcasmo y él me codeó amistosamente, ambos reímos.—¿Y qué hace un Coreano en Italia, si puedo saber?—Le pregunté con inseguridad.

—Lo que hace toda persona cuando se va de un lugar.—Dijo tranquilo.—Huyendo del pasado.

—Eso suena aterrador, ¿Qué tal si eres un psicópata?—Le respondí jugando.

—¿Tengo cara de psicópata?

—Tienes cara del próximo asesino serial.

—Tendré que matarte ahora que sabes mi secreto.—Reímos y lo vi por un par de segundos, admirando su rostro de nuevo y realmente, la única razón que puedo encontrar para hacerlo es que su rostro es como el de un Dios griego, o al menos hecho por alguno de ellos.

—¿Qué?—Me preguntó con suavidad, supongo que había notado que no quitaba mi mirada de él.

—Oh, nada, nada.—Él me vio poco convencido.—Es solo que, aun tienes un trozo de pasta, en el... cabello.—Le digo quitándoselo. Sintiendo su mirada encima de mi, no puedo evitar sonrojarme cuando me separo de él. Me sonrió con algo en el rostro que no pude descifrar, entonces cuando estoy a punto de decir algo mi celular sonó, el momento se rompió y contesté con rapidez mi teléfono.

—¿Diga?—Pregunté con un nudo en la garganta.

—¿Amor, dónde estás?—Hannah. Por algún motivo sentí algo de culpabilidad al contestarle la llamada aún estando con JongIn.

—Uhm, estoy en... Uh, almorzando.

—¿Almorzando? ¿En dónde? Acabo de llegar al hotel, quizás pueda alcanzarte y...

—Almorzando con alguien.—Le corté antes de que siguiera.

—¿Con alguien?—Dijo confundida y la línea se quedó en silencio unos segundos.-¿Y quién es, exactamente, ese alguien?

—Uh, un chico que conocí el otro día que fui a la casa de Julieta, es muy agradable y...

—Como sea.—Me interrumpió.—Tus padres y los míos llegan mañana por la tarde y quieren que cenemos todos juntos.

—Bien.—Dije sin ganas, porque si ya era estresante con Hannah a mi alrededor, mi familia lo sería el doble.

—Oh, y Nina también llegará.

—¿Nina? ¿Por qué has invitado a Nina?

—Duh, es mi dama de honor.

—¿No crees que debimos hablar de ésto antes de que tomaras alguna decisión?

—Sí, lo que sea. De todos modos ya está hecho.-Dijo ignorando por completo mi petición.—¿En cuánto tiempo regresas?—Me cuestionó, suspiré y vi a JongIn quien jugaba con sus dedos viendo al piso.

—Tarde, no me esperes.-Colgué sin si quiera despedirme y le sonreí a JongIn, él me devolvió la sonrisa y por un segundo sentí algo dentro de mi estómago, como un apretujón, era algo que no había sentido hace mucho, pero que éste chico con tan solo sonreír me había causado.

—¿Y qué hay de ti?—Me preguntó y yo suspiré.

—JongIn, ¿Quisieras venir a cenar mañana conmigo?

—Por supuesto.—Dijo sonriente.—¿Cuál es la ocasión?

—Mi familia llega mañana por la tarde y bueno, es estresante estar sentado solo con ellos en una mesa.-Él rió.

—Ahí estaré, Dae.—Se paró.

—¿A dónde vas?

—Tengo que ir a hacer un par de cosas. Te hablaré mañana.—Besó rápidamente mi mejilla, y yo me sonrojé. Por un momento alcancé a ver que él también se había sonrojado.

Sacudió su mano desde la salida, como un niño pequeño, sólo que mejor porque era JongIn, y todo era mejor con él.