Letters to Juliet 【KAICHEN】

Capitulo 15

-Hey, hola bebé.-Me dice tan pronto entro a la habitación. Suelto mi abrigo en una de los sillones y al instante siento los brazos de Hannah a mi alrededor.- ¿Dónde estabas?

-Afuera.-Digo seco y quito sus brazos de encima de mí.-Me daré una ducha.

-¿Está bien si entro contigo?-Desamarra la bata que estaba encima de su cuerpo, dejándola caer al piso. Quedando desnuda a mi merced.

Pero lo único que hago es tomar la bata del suelo, pasarla por encima de sus hombros y cubrirla de nuevo viéndola directo. Beso su frente y la escucho suspirar.

-Ve a la cama, te alcanzaré pronto.-Me doy la vuelta y entro a la ducha.

Tan pronto el agua caliente cae por mi cuerpo éste se relaja por completo. Quitándome todo el agotamiento de haber estado con mi madre el día entero. Sin embargo no logra llevarse todo el agotamiento psicológico que conllevaba el pasar todo un día con mi madre.

Tan pronto salgo noto a Hannah dormida en la cama, por un segundo me siento mal por ella. Porque, sí, yo la estoy pasando mal, pero tampoco es como que esté en una fiesta. Mi celular vibra en la mesa, a largo la mano y contesto la llamada entrante.

-Hola guapo.-Le digo y escucho su risa del otro lado.

-Eso suena bien.

-Hmm, eso creí.-Vuelve a reír.

-Te tengo una sorpresa.

-¿Oh en serio? ¿Y qué es?

-Bueno, tienes que bajar para descubrirlo.-Frunzo el ceño.

-¿Bajar?

-Acércate a la ventana.-Corro hasta ella y la abro de par en par. Miro hacia abajo para encontrarme con JongIn viendo hacia donde yo estoy, sonriéndome y con una manta en su mano derecha y una cesta en la otra.

-¡Entrega especial!-Grita y pongo un dedo encima de mis labios.

-Estás demente.

-¡Mirad cómo apoya en su mano la mejilla! ¡Oh! ¡Quién fuera guante de esa mano para poder tocar esa mejilla!-Sin duda está citando a Romeo y Julieta a través del celular, rio y tapo mi boca para no despertar a Hannah.

-¡Ay de mí!-Le digo siguiéndole.- ¡Oh Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo? Niega a tu padre y rehúsa tu nombre; o, si no quieres, júrame tan sólo que me amas, y dejaré yo de ser un Capuleto.

-Te tomo la palabra. Llámame sólo "amor mío" y seré nuevamente bautizado. ¡Desde ahora mismo dejaré de ser Romeo!

-¡Por cuánto vale el mundo, no quisiera que te viesen aquí!-Le respondo.

-El manto de la noche me oculta a sus miradas; pero, si no me quieres, déjalos que me hallen aquí. Es mejor que termine mi vida víctima de su odio, que se retrase mi muerte falta de tu amor.-Muerdo mi labio inferior.

-¿Quién fue tu guía para descubrir este sitio?

-Amor, que fue el primero que me incitó a indagar; él me prestó consejo y yo le presté mis ojos.

-¿Supongo que ahora dirás que me amas?-Le pregunto.

-Júrate, amado mío, por los rayos de la luna que platean la copa de los árboles...-Me dice riendo.

-No jures por la luna, que es su rápida movimiento cambia de aspecto cada mes. No vayas a imitar su inconstancia.

-¿Pues por quién juraré?

-No hagas ningún juramento. Si acaso, jura por ti mismo, por tu persona que es el dios que adoro y en quien he de creer.-La línea se queda en silencio unos segundos.-¿Qué haces aquí Nini?-Le pregunto al fin.