VIII

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Yifan había estado investigando desde aquella conversación en la cena. Desconociendo el negocio al que se refería su padre, decidió intentar saber de qué se trataba. La impresión que le había dado es que se trataba de uno independiente a la empresa que Yifan co-dirigía, pues no conocía de ninguna sucursal en Beijing. Se había asegurado de ello, comprobando los datos de la empresa, buscando algún vínculo o alguna mención destacable. Pero nada. Incluso le había preguntado a Jongdae, que había contestado diciendo que no sabía nada de ello, sin darle mayor importancia al tema.

Eso hacía que tuviera mayor curiosidad, pues no le gustaba enfrentarse con desconocimiento a una nueva situación. Y aunque le pesaba el hecho de que tendría que abandonar Hong Kong, alejarse de Yixing, debía de plantearse que era algo inevitable. Su padre así tajantemente lo había expresado, por mucho que le llegase a pedir quedarse más tiempo sabía que no se lo otorgaría. Así que solo le quedaba intentar prepararse, concienciarse. Pasar todo el tiempo posible con Yixing aún con la negativa de su padre mientras organizaba todo.

Pero el hecho de no encontrar nada sobre el otro negocio lo frustraba. Eso, unido a las palabras de su madre, lo tenían buscando con más ahínco. Nunca había cuestionado a su padre durante todos esos años, pero lo empezaba a hacer. A veces había sentido rechazo ante él, habiéndolo solo visitado un par de veces en sus viajes al extranjero, sin parecer mostrar verdadera preocupación por él. Solo interesándose por su éxito académico y recalcándole siempre que no debía preocuparse por nada más que por los estudios. No había habido abrazos, ni muestras de cariño, solo palabras y una mano en el hombro. Después volvía a desaparecer para volver meses después.

En el tiempo que llevaba en Hong Kong no le había visto mucho más, solía llamar a Jongdae en vez de hablar con él directamente y Yifan siempre se había encontrado solo al frente de las reuniones mensuales de la empresa. Su despacho de casa, al que Yifan había intentado entrar, cerrado siempre con llave en su ausencia. Ahora que lo pensaba, no había visto a su padre muy ligado a la empresa en sí, parecía estar más ocupado en lo que el otro negocio fuera. Sin pasar apenas por casa u ocupado viajando por el país, Yifan sin saber ni siquiera la mitad del tiempo dónde estaba. Él estaba más que acostumbrado a tenerlo ausente en su vida, y su madre no parecía especialmente preocupada.

- ¿Tú sabes algo? -le preguntó a Zitao al final de la semana, durante una de esas conversaciones que solían tener entre los dos en el pequeño despacho que tenía Yifan en casa.

-Solo puedo especular -le respondió-. ¿Quieres que investigue?

-Será lo mejor. Todo este tema es demasiado...

- ¿Extraño? -completó él.

-Por decirlo de alguna manera -dijo, levantando la mirada de su agenda. Zitao le miraba de pie junto a la ventana-. No puedo preguntarle a mi padre directamente porque sé que no me responderá. Y nadie parecer saber del tema.

- ¿Y tu madre?

Cerró la agenda dejándola a un lado, el móvil encima de ésta, y recostándose contra la silla.

-No quiere decir nada y eso es lo que más me preocupa -admitió. Su madre, siempre tan abierta y que ahora parecía replegarse en sí misma ante ese tema, como si no quisiera hablar de él. No es la persona que crees que es.

Le había intentado preguntar una vez más pero ella había desviado la conversación hacia otro tema, sin mirarle directamente a la cara. Se había dicho de preguntar a alguno de los directivos de la compañía que parecían ser tan amigos de su padre, pero no lo vio oportuno. Quizás por el mero hecho de que no le creaban la misma confianza dentro de la empresa que tenía por ejemplo con Jongdae. Y llegado a ese punto, estaba perdido.

[kray] Like a Typhoon in Mid-SummerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora