XI

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Se despertó con el sonido del móvil resonando en la habitación, las sábanas enredadas en las piernas y la brisa de la ventana abierta rozándole la piel. Yifan se removió perezoso en la cama, demasiado cómodo con la presencia cálida que sentía al lado de él. Al final abrió los ojos, parpadeando varias veces, incómodo ante la luz diurna que se colaba por las cortinas. Estiró el brazo derecho, tanteando con la mano en la mesilla en busca del móvil, apoyándose finalmente en el respaldo de la cama y dándole al botón de respuesta.

— ¿Sí?

Yifan.

Zitao.

Tengo que enseñarte algo —le dijo, tono serio desde el otro lado de la línea.

— ¿Has encontrado algo?

—le respondió escuetamente. Yifan se desperezó del todo, buscando su reloj para ver la hora. Las once y media.

—Bien, puedes venir aquí. No vamos a ir ningún sitio.

¿Está Yixing ahí contigo?

—Sí, ¿por?

Creo más prudente hablarlo en privado.

—Puedes confiar en él, de todas formas duerme.

No es cuestión de confianza —le dijo, la respuesta extrañando a Yifan—. Estaré allí en media hora.

Y con ello colgó, Yifan móvil en mano, confuso, hasta que un movimiento a su lado le llamó la atención. Giró el cuello hacia su izquierda encontrándose con el cuerpo de Yixing tumbado al lado de él, durmiendo plácidamente. Su cabeza hundida en los cojines, solo visible una mata de pelo enredado. La sábana le cubría parcialmente hasta la cintura dejándole los hombros y la espalda al descubierto, una pierna y los pies al final de la cama. Yifan sonrió, mordiéndose levemente el labio al recordar la noche anterior. En cómo habían acabado en esa cama, demasiado grande para Yixing pero perfecta para los dos. En cómo se habían levantado del suelo de la sala, manos jugando con el cordón de los pantalones, terminando de desnudarse camino a la habitación entre besos y pasos apresurados. En cómo, cayendo desnudos sobre el colchón, se habían mirado el uno al otro tímidos pero decididos al mismo tiempo. No había sido la primera vez para ninguno de los dos así que no hubo la incomodidad primeriza. Aun así se guiaron mutuamente, cuidándose, acoplándose entre palabras susurradas al oído y el contacto de la piel cálida. Los gemidos ahogados por la boca del otro acompañando a un movimiento de caderas que acabó nublándole los sentidos a ambos.

Yifan se quedó mirándole unos minutos hasta que se obligó a levantarse y meterse en el baño para darse una ducha, dejando que Yixing siguiera durmiendo tranquilamente. Éste sin inmutarse ni pareciendo que fuera a despertar pronto.

Veinte minutos después, Zitao y Yifan estaban sentados en la mesa de la cocina, un dossier entre ellos sobre la misma.

—He descubierto un par de cosas sobre lo que me pediste —empezó Zitao, codos apoyados sobre la mesa—, pero creo que esto es más primordial.

Señaló el dossier con un movimiento de cabeza. Yifan lo miró sin poder apreciar bien los caracteres de la portada.

— ¿De qué se trata? —preguntó, intrigado.

—Estaba buscando información cuando me encontré con algo a lo que se hacía varias veces referencia como "Asunto Zhang".

Yifan ladeó la cabeza sin encontrar la relevancia.

— ¿Sabes cómo se apellida Yixing? —la pregunta le pilló por sorpresa a Yifan, sin comprender a qué venía la mención del otro en la conversación.

[kray] Like a Typhoon in Mid-SummerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora