Cicatrices 2 (Guido Sardelli)

Capítulo 4

  Narra Guido

  Cinco minutos de espera que parecieron eternos tuve que esperar para que Lu me responda.

*Conversación telefónica*

  - Nada, Guido. No importa...
  - Dale, bebé. Contame.
  - Peleé con Esteban...
  - ¿Por?
  - No importa eso. Fue boludo lo que pasó, pero me hizo mal.
  - ¿Pero estás bien?
  - Sí, tranquilo.
  - ¿Donde estás?
  - Acostada en la cama. En mi casa.
  - ¿Y él?
  - Se fue a dormir al living.
  - Cómo me gustaría estar ahí, abrazándote y diciéndote que todo va a estar bien... -leyó el mensaje y no contestó nada.

*Fin de conversación*

  En parte me sentía bien... pero del otro lado, me dolía verla mal a mi vida.
  Miré por última vez el celular. Se había desconectado. Dejé el aparato en mi mesa de luz y me dediqué a dormir.

 
  Narra Lourdes

  ¿Para qué habré puesto eso en el estado? Sus palabras eran tan hermosas. Él es tan dulce.

  Me levanté 7:30, fui al baño, salí y decidí hacer algo para desayunar. Esteban se levantó, se aseó y luego fue a la mesa.

  - Lu... -me dijo y yo di media vuelta.
  - ¿Qué pasó?
  - ¿Me perdonas? Fue muy estúpido lo que hice y estoy arrepentido -me lo quedé mirando, sonriente. Me acerqué a él y lo besé.
  - ¿Eso responde a tu pregunta? -me senté en su regazo y comenzamos a besarnos.
  - Mm, sí, amor -dijo en medio de los besos.

  Luego, continué preparando el desayuno. Mientras, entré a WhatsApp y borré el estado. No me interesaba más. Estaba todo bien. De hecho, desde un principio, no tendría que haber puesto nada.

  Una vez listo todo, puse en la mesa las tostadas con mermelada y nuestros cafés.

  - Amor, el viernes mis sobrinos cumplen cuatro meses. Y estamos invitados a la cena que hacen Mel y Pato en su casa. ¿Qué dices?
  - Vamos, amor.

  -Viernes 20hs-

  Pasaron los días rapidísimos. En cuanto al trabajo, conseguí instalarme en un estudio bastante hermoso. Poco a poco me iré comprando todas las cosas necesarias para ir decorando el lugar y demás.
 
  Nos estábamos preparando con Esteban para ir a lo de Mel y Pato. Él se estaba duchando y yo vistiendo.

  Me puse una remera gris con un alien diminuto a un costado, un jean negro con roturas diferentes en todas partes, unas Converse negras, un chocker y me armé trenzas.
  A los minutos, salió Esteban del baño, con su toalla que tapaba de su cadera para abajo.

  - Ey, estás hermosa -dijo besándome.
  - Bueno, gracias, caballero -dije y me reí.
  - Me voy a cambiar -dijo y entonces yo me puse perfume, agarré mi cartera con mis cosas dentro, una camisa y me fui al living a esperarlo.

  De un momento al otro, mi celular sonó varias veces. Desbloqueé y vi que eran de Mel y... Guido. Uf, ¿qué querrá?
  Abrí el de Mel primero.

*Conversación con Mel*

  - Amiga, ¡los esperamos a las 21hs!
  - Bueno, amiga. Ahí estaremos -contesté y fui al chat con Guido.

*Fin de conversación*

*Conversación con Guido*

  - Hola, ¿estás bien?
  - Buenas, sí, ¿por?
  - ¿Te arreglaste con tu novio? -qué raro escuchar eso de él.
  - Sí, estamos re bien. ¿Vos vas de tu hermano?
  - Sí, en eso estoy, alistándome. ¿Vas con él?
  - Así es, se está preparando. Yo ya estoy lista.
  - ¿A ver? Mandá una foto tuya.
  - Todavía me tengo que maquillar.
  - No importa, seguramente estás hermosa -típicos piropos de gato Sardelli. Le mandé la bendita foto.
  - Te lo dije, preciosa... como siempre -sentí que la puerta se abría. Bloqueé mi celular, lo guardé en mi cartera y agarré mis maquillajes.