Cicatrices 2 (Guido Sardelli)

Capítulo 9

  Narra Lourdes

  Abrí mis ojos y lo primero que vi, mejor dicho, sentí, fueron los brazos de Guido que rodeaban mi cintura. Habíamos dormido toda la noche así.
  Agarro el celular para ver la hora. 7:30 de la mañana. En una hora tendría que estar en el trabajo. Me levanté lo más lento posible sin despertar a Guido y fui directamente al baño. Allí me cepillé el pelo y los dientes. Salí y fui a la cocina a hacerme el desayuno.
  De pronto siento unas manos rodear mi cintura.

  - Buenos días... -dijo Guido mientras me besaba el cuello.
  - Hola -dije con una sonrisa. Di media vuelta y lo besé.
  - ¿Hoy volves a casa?
  - Hoy vuelvo a nuestra casa...  se vence el contrato dentro de poco así que ya puedo desavitar el departamento.
  - Bien, entonces.

  Desayunamos y nos fuimos cada uno por su lado, yo al trabajo y él al estudio con sus hermanos. Quedamos en que él me pasaría a buscar al mediodía e iríamos a nuestra casa a desempacar.

  Narra Guido

  Le pedí a mis hermanos salir un rato antes del estudio. Quería ir a comprar ropa. Entré a un lugar de ropa para bebés y empecé a mirar qué podría comprar. Después de cinco minutos, me decidí por comprar un conjunto color naranja, hermoso.
  Luego fui a otra tienda y ahí compré una sillita para el auto. Para cuando querríamos salir, lo llevaríamos ahí.
  Estaba todo empaquetado para que después ella lo abriera.
  Una vez que compré todo, fui hasta el auto y me dirigí al trabajo de Lu.
  Allí toqué bocina y ella luego de unos minutos salió y entró al auto.

  - Hola... -dijo besándome.
  - ¿Vamos? -asintió.

  En diez minutos, llegamos a casa. Empecé a bajar las cajas, mientras ella entraba a la casa.
  Los cachorros la recibieron saltando y ladrando.

  - Hola, amores -dijo agachándose y saludándolos.

  Cuando terminé de bajar todo, nos pusimos a cocinar.

  - Hey, ¿qué es eso? -dijo señalando los regalos. Yo sonreí.
  - Abrilos... -comenzó a abrir primero la ropa.
  - Ay, es hermoso, amor. Me encanta -dijo extendiendo el conjunto con sus manos.
  - Hay más. Abrí la otra caja -la abrió y se sorprendió.
  - Ay, sos muy tierno... -se acercó a mi y me besó - Te amo... -dijo y miles de recuerdos y sensaciones volvieron a mi.
  - Es la primera vez que me decís te amo después de tanto tiempo -dije y ella sonrió.
  - Gracias por todo lo que estás haciendo... Siento que tomé la decisión correcta.
  - Claro, mi amor. Fue la mejor decisión...

  Seguimos cocinando.

  Cuando terminamos de almorzar, nos pusimos a ordenar las cosas de Lu.
  Terminamos cerca de las cuatro de la tarde. Al finalizar, nos juntamos en la habitación que sería para nuestro hijo. Cuando compramos la casa, habíamos puesto cosas que no sabíamos donde meter, ahí. Ahora teníamos que sacar todo y buscarle un lugar, así podríamos comenzar a pintar y comprar cosas para el bebé.

  Narra Lourdes

  Estábamos viendo qué lugar le podríamos buscar a las cosas hasta que me suena el celular.

*Llamada entrante "Esteban"*

  - Hola, ¿qué pasó?
  - ¿Puedes venir al hospital? -preguntó un Esteban bastante mal, parecía que estuviera llorando.
  - Ya voy para allá.

*Fin de llamada*

  Corté angustiada, le dije a Guido que me tenía que ir. No entendió mucho qué pasaba, tampoco tenía tiempo de contarle todo.
  Pedí un taxi y partí al hospital.
  En diez minutos llegué. Le pagué al taxista y entré corriendo. Me dirigí a las escaleras. Subí lo más rápido posible. Levanté mi vista y lo veo a Esteban que se encontraba sentado con los codos en las rodillas y sus manos que sostenían su cabeza.
  Cuando se percató de mi presencia, se paró. Me acerqué a él y lo abracé.