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Al despertar a la mañana mire hacia el sillón que se encontraba vacío, hice una pequeña mueca ya estaba acostumbrada a la presencia de Esleirin, yo lo extrañaba.
Me levante y hice mi rutina diaria, de vez en cuando miraba hacia los lugares donde Esleirin siempre se encontraba, esto estaba comenzando a molestarme, es decir nisiquiera había pasado un día y ya lo extraña como sí de varios días se trataran, mientras servía el desayuno me sorprendió el hecho de que Brayan se sentara en la mesa con nosotros.

-Debido a que Esleirin no esta, que tal si vas al trabajo con Brayan.

Yo voltee a ver a mi suegro luego a Brayan quien no parecía interesado en lo mas mínimo.

-Claro sera interesante.

Conteste algo incomoda, sentí la breve mirada de Brayan, creo que estaba molesto.
Durante todo el camino al trabajo fue tan silencioso, ninguno de los dos hablaba, era tan diferente con Esleirin él siempre tenia algo de que hablar conmigo. Al llegar a la oficina note algo interesante, la mayoría de los empleados eran hombres, no estaba repleto de mujeres jóvenes y hermosas cómo en el área de Esleirin y las pocas mujeres que habían eran algo mayores.

-Bueno días Brayan- hablo una mujer como de 65 años, tenía una enorme sonrisa.

-Raquel, ella es mi cuñada Nicole, cuídala en lo que trabajo.

Yo mire algo incredula a Brayan, había hablado cómo si fuese una niña de 5 años muy problemitas y berrinchuda. Mire a la mujer quien tenia una enorme sonrisa.

-Soy Raquel mucho gusto.

-Nicole- le dije mientras le extendía la mano.

Raquel se levanto y me extendió una silla, yo tome asiento algo incómoda.

-Puede que Brayan parezca un grosero pero es un buen chico- dijo de pronto Raquel- ayer me envío un mensaje diciéndome que te enseñara todo lo que se, realmente parecía preocupado por ti.

-¿Enserio?- pregunté sorprendida.

-Si, me dijo que Esleirin saldría un buen tiempo fuera por lo que te sentirías sola, tal vez no sea la mas joven de aquí pero espero ser una excelente compañía para ti.

-Lo eres- conteste con una sonrisa.

Raquel me extendió unos papeles.

-En la mañana solicite todo el trabajo relacionado con el área de tu esposo, sabes su secretaria de complejo de Barbie es una completa buena para nada cuando su jefe no se encuentra. Creo que tu esposo estará muy feliz de que lo ayudes.

Yo reí por el pequeño comentario, mire los papeles no entendía del todo pero trate de esforzarme en lo máximo. En todas las dudas que me surgían Raquel me respondía con gusto, el reloj casi era hora de la comida, observe a Brayan salir.

-Iré a comer- anuncio a Raquel- vuelvo dentro de treinta minutos.

-¿No iré contigo? -pregunté mientras lo miraba irse.

-Ve a comer sola- me respondió mientras subía el elevador.

Yo lo fulmine con la mirada, oí una pequeña risa por parte de Raquel.

-Creo que es algo tímido contigo.

Yo mire confundida a Raquel.

-Traje algo de comida, no se si quieras un poco.

Yo asenti con la mirada, la verdad no me sentía del todo cómoda el ir a comer sola, en especial por las constantes miradas.
Además me era mucho mas cómodo estar con Raquel, era una mujer muy amable y atenta, tenia muchas cosas que contarme sobre su juventud, sin mencionar que era excelente en su trabajo. Después de terminar de comer seguí con mi trabajo, solo vi de reojo como Brayan llego exactamente a la media hora y volvió a encerrarse en su oficina.

Nicole©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora