Nicole©

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Despues de que Esleirin se fue me dirigí al baño y tome una ducha como nunca lo hice en mi vida, al salir busque ropa interior mientras saque un encaje negro me quede pensando en lo que estaba haciendo, me sonroje a morir no podía creer lo que estaba haciendo, decidí ignorar aquel hecho y me vestí, mire a la ventana para observar la lluvia, estaba comenzando a sentir frío, baje a la cocina para preparar café, mientras tomaba el café tranquilamente el sonido del teléfono me distrajo, lo tome y conteste la llama.

-Residencia Vazquez, habla Nicole.

-Señora Nicole de Vazquez.

-¿Si?.

-Habla Miranda del hospital.

Mientras la mujer seguia hablando la taza callo de entre mis manos, colgué el teléfono y sali corriendo de casa, nisiquiera me importaba estar empapada por la lluvia, mi corazón latina sin parar, al llegar al hospital corrí hasta donde se hallaba la habitación de Esleirin de vez en cuando resbalaba en el suelo estaba totalmente empapada, en el pasillo vi a Brayan tenia la mirada perdida, me acerque a él sentia como mi corazón se detuvo por un momento en espera de alguna respuesta.

-Lo siento tanto Nicole- dijo con una voz quebradiza Brayan.

Yo rompí en llanto sabia lo que el queria decir, él se habia ido.
En tan solo un par de minutos, él se habia ido, me arrodille en el suelo y comencé a llorar como aquella vez, ésos sentimientos que me causaban insomnio, los que hacían que me pecho se estrujara y doliera como el infierno, los que me hacían sentir tanta impotencia, indefensa, débil,  tan inútil, aquellos sentimientos que me rompían por dentro estaban de nuevo en mi corazón.
Senti como alguien me abrazo, pequeñas gotas calleron en mi mano, como pude mire a Brayan quien tambien lloraba, yo lleve mis manos hasta sus hombros ambos nos miramos y nos unimos en un abrazo de consuelo, el ya no estaba con nosotros y eso lastimaba.

***

Esta sentada de nuevo en aquel sillón mientras miraba la caja, la ironía de todo esto es que tenían que elegir la misma funeraria y el mismo panteón para Esleirin, cerro los ojos y recordé el funeral de mis padres varias lagrimas recorrieron mis mejillas, al abrir los ojos observe a alguien enfrente de mi quien despues se sentó a mi lado, ambos guardamos silencio, la gente llegaba para dedicarme unas cuantas palabras yo solo me dedicaba a ignoramos mientras seguia guardando silencio, me sentia tan vacía era como si el pequeño hoyo que se estaba llenando en mi corazón lo volvieran a estar abriendo incluso se sentia aun mas profundo.
Cuando llego la hora del entierro, mire hacia el cielo, era como si me entendiera a la perfección, parecia ser de noche a pesar de que ya era medio dia, no habia dejado de llover desde aquel dia, mire a Hugo quien estaba conteniendo las lagrimas por la perdida de su hijo pero su mirada se veía tan vacía, Brayan por su parte no se alejaba de mi lado.
Cuando el entierro termino observe su lápida.

Esleirin Vázquez.
En memoria de un gran amigo, hijo y esposo.

Yo cerré los ojos para oir el sonido de la lluvia golpear mi sombrilla cuando los abrí todo seguia igual, no era una pesadilla era la horrible realidad.

-Nicole vayamos a casa.

-No tengo un hogar al cual regresar.

-Nicole- insistió Brayan.

-No tiene caso volver si él no esta, esa casa ya no es mi hogar.

-Nicole- volvió a intentar Brayan.

-¡No insista Brayan!. - le grite entre lagrimas.

-No Nicole ya basta tu- dijo calmado- si quieres gritarme hazlo, si quieres golpearme bien, desquitate conmigo si quieres pero vuelve a casa.

-No puedo, no puedo si él no esta- dije entre sollozos- no quiero estar sola.

-No estas sola, estoy contigo.

Yo negué con la cabeza mientras me fui para dirigirme a mi coche, al llegar las manos no dejaban de temblar nisiquiera podía abrir el auto, maldije en mis adentros lance la sombrilla y comencé a llorar mientras me recargaba en la puerta de este, sentí como la lluvia dejo de caer sobre mi, algo tomo mi mano y me adentro al auto, yo seguia llorando, sin importar lo que pasaba a mi alrededor.

Al despertar me encontraba en mi habitacion mire hacia el sillón donde el solía dormir, me levante y me acosté sobre este, suspire con pesadez.
Comencé a jugar con la mana de mi blusa de lana, la mire curiosa y me levante para observarla, me mire de pies a cabeza y observe que ya no traía puesta la misma ropa que la del entierro, mi vista viajo hacia la puerta, en la habitacion reinaba un profundo silencio donde lo unico que podía oirse eran las pequeñas gotas de la lluvia, observe hacia la ventana seguia nublado o al menos eso pensaba mire hacia el reloj era la 1 de la mañana, abrace mis rodillas mientras fijará mi mirada a la puerta en espera de alguien que sabia que no volvería nunca.
Lagrimas recorrer mis mejillas nuevamente, con una de mis manos cubrí mi boca para evitar gritar mis penas al cielo, solo era yo en esta oscura y vacía habitación, solo era yo con estos sentimientos agonizantes, solamente era yo, esta sola otra vez. Esto estaba comenzando a agonizarme, comencé a jalar mi cabello con desesperación, comencé a hacerme daño a mi misma y sin embargo no dolía tanto a comparación al dolor en mi corazón.
El ya no estaba, lo sabia a la perfección pero me dolía aceptarlo.
El simplemente ya no estaba y tenia que aceptarlo pero no podía hacerlo, tenia que entrar en razón ya que el, simplemente se fue.