Nicole©

10

Ya habían pasado varias semanas, Esleírin seguía en Polonia debido a que el contrato tuvo que alagarce por mas tiempo, no sabia si sentirme triste o feliz. Muchas cosas habían cambiado como el hecho de que Brayan se sentaba a desayunar y cenar con nosotros, mi cuñado resulto ser un idiota pero de los buenos, con el trato a prendí a llevarme mejor con él, debido a que nuestra diferencia de edad es pequeña tenemos casi los mismos gustos, como el hecho de que a ambos nos gusta Maroon 5 y nuestra canción favorita es sugar.
Aun recuerdo la primera vez que ambos nos dimos cuenta de ello, no pudimos evitar cantarla a todo pulmón durante el trayecto a casa.
Raquel se había convertido en mi mejor amiga en la empresa tal vez no era de mi edad, pero me encantaba estar con ella, me daba muy buena consejos, sin mencionar que estar con ella me reconfortaba, me gustaban sus alagos sinceros, en los última días estuvimos intercambiado recetas, sin mencionar que e aprendido mucho mas con ella que con los días que estuve con Esleirin.

-Necesito ir un momento al baño- me comento Raquel mientras se levantaba.

-Está bien- le conteste mientras la miraba.

-Recuerda, nada de visitas.

Yo asenti con la cabeza mientras observaba como se alejaba Raquel con dirección hacia el baño. Oí el sonido de las puertas del elevador abrirse dirigí mi mirada ahora hacia ahí y observe a un hombre joven salir de ahí, se acerco y se coloco enfrente de mi.

-Vengo a ver al señor Walk.

-¿Tiene una cita programada?- pregunté amablemente.

-No la necesito, solo dígale que Jack Britt vino a verle.

Yo arquee la ceja mientras lo miraba.

-Lo siento señor Britt pero si no tiene una cita no puede ver al señor Walk, aunque puedo programarla una cita para mañana.

Lo oí reír con sarcasmo.

-No necesito una cita para ver a mi amigo aunque... Si tu me lo pides preciosa puedo hacer cualquier cosa, dime, ¿cuanto quieres una cita conmigo?.

Yo le di una sonrisa forzada al señor Britt tome el bolígrafo donde se encontraba mi anillo de bodas para rechazarlo disimuladamente, note que hizo un pequeño gesto cuando miro mi mano, era obvió que había visto mi anillo.

-Algunas vez, has pensado en tener una aventura- comento el hombre descaradamente.

Cuando pensaba contestarle un fuerte sonido me distrajo, voltee la mirada y observe a Brayan parecía molesto.

-Podrías por favor dejar de acosar a mi cuñada- dijo Brayan enfatizado la última palabra.

-¿Es la esposa de Esleirin?- pregunto preocupado el hombre.

-No, es la esposa de mi vecino- respondió con sarcasmo- cuando Esleirin vuelva de Polonia, date por hombre muerto.

-No te atreverías a decirle.

-Si no lo hago yo, mi cuñada lo hará. Ahora trata de disfrutar lo que te queda de vida y mueve tu tonto trasero hacia mi oficina.

El hombre me miro apenado y entro casi corriendo a la oficina de Brayan, mire a mi cuñado y le agradecí con la mirada él solo soltó un gran bufido antes de entrar de nuevo a su oficina.

-¿Me perdi de algo?- oí preguntar a Raquel, yo mire hacia la puerta y sonrei.

-No es nada.

Me limite a contestar.
Eran las 8:30 pm, Raquel ya se habia ido a casa antes para ver a sus nietos que habian llegado de visita sorpresa, me sorprende lo comprensiva que es Brayan como jefe. Al terminar mi trabajo comencé a observar todo el papeleo no era tan dificil como pensaba.
Oi el sonido de la puerta abrirse, mire a mi cuñado y a aquel hombre.

-¿Ya nos vamos a casa?- pregunte.

Brayan no dijo nada, solo asintio con la cabeza y se diriguio al elevador, yo tome mis cosas y fui detras de él.
Mire de reojo al señor Britt quien parecia bastante nervioso, luego mire a Brayan tenia la misma cara de seriedad y molestia de cuando esta Esleirin en casa.
Lo único que lograba oírse a la perfección era la tonta canción del elevador, me estaba preguntando que le pasaba a Brayan normalmente es tan parlanchin.
Al abrirse las puertas del elevador el señor Britt salio volando, yo lo mire algo confusa, luego observe a Brayan quien seguia en silencio.

-¿Estas molesto?- me atreví a preguntar mientras abrochaba el cinturón de seguridad del auto.

-No.

-¿Seguro?- insistí.

-Si, ¿porque la pregunta?.

-Bueno estas muy callado.

El no dijo nada solo encendió el auto y procedió a conducir.

-¿Crees que deba contarle a Esleirin lo que paso hoy?.- pregunte tratando de iniciar una conversación.

-No lose, es tu marido.

-Pero es tu hermano, se supone que lo conoces mejor que yo.

-Tu misma lo dijiste, se supone.

-¿Que te pasa?, estas volviendo a actuar como un idiota.

-Lamento decirle señorita que eso es lo que soy, un idiota.

Yo bufe y me cruce de brazos.
Al llegar a casa me dirigí de inmediato a mí habitación y me tiré a la cama. Después de un rato tome un baño y me vestí, oí la puerta de mi habitacion ser tocada mientras me cepillaba el cabello.
Me dirigí a abrirla y vi a Brayan.

-Hola- dijo mientras levantaba una mano suya como saludo.

-Hola.

-Sobre lo que paso esta tarde yo ammm lo siento- yo lo mire confusa- yo si estaba molesto y no debí haberme desquitado contigo.

-Esta bien. Pero para la próxima, mejor desquita ese enojo con alguien mas.

El rió y yo le devolví el gesto.

-Lo tendré en cuenta... Y ammm, ¿Te gustaría jugar un videojuego?.

-¿Acabas de preguntarme si quiero jugar un videojuego?.

-Perdona es que no se que hacen las chicas para divertirse- confeso- y eso es lo único que se me viene a la cabeza.

Yo reí.

-Tranquilo un videojuego esta bien.

-Podríamos tomar el te si eso prefieres.

Dijo en burla, yo reí con sarcasmos, lo golpee en el pecho y el solo me miro con una ceja arqueada.

-Las chicas tambien somos ruedas y jugamos videojuegos.

-Si claro- dijo el sarcástico.

-Ya veraz que si, te pateare tu trasero de empresario.