CATARATAS

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La tormenta opacaba el camino, su trayecto se estaba volviendo más pesado de lo que podían imaginar. Desde su apresurada salida, la culpa se traspasaba de uno a otro, con un revoltijo de insultos encima, una gran distracción que los separaba de su objetivo primordial, rompiendo poco a poco la relación que se tenía...

-Todo esto se pudo haber evitado si no le siguieras la corriente en todo...-

-¡No tienes porque limitarte!-

-No son límites, es precaución...-

-No Levi, eso solo te aleja de la vida...-

-¡Vas de nuevo! Anda dilo... soy un aburrido...-

-Yo no dije eso...-

-¡PERO LO PIENSAS!-

-¡ESO LO PIENSAS TU!-

-¡YA CALLATE RIVER!-

-¡LO VES!-

¡TODO ES TU CULPA!-

-¡¿YO?!-

-¡SI!-

-¡QUE NO, CARAJO!-

-¡TENIAS QUE APOYARLA CON SU MALDITO JUEGO DE LA CASITA Y LA ESTUPIDES DE MATRIMONIO FELIZ!-

-¡¿CÓMO IBA A SABER QUE EL BASTARDO LA DEJARIA?!-

-¡TENIAN 16 AÑOS MALDITA SEA!-

-¡NO SON UNOS MALDITOS MOCOSOS LEVI!-

-¡SI LO FUIMOS, LAS PUTAS HORMONAS HACEN DE TODO A ESA MALDITA EDAD!-

-¡POR ESO JAMAS TUVISTE UNA RELACION DURADERA!-

-¡HIJO DE...!-

-¡NO LO DIG...!-

-¡CUIDADO!-

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH!-

El "crash" de su sueño lo despertó de pronto, ayudado también por el cabeceo y el sonido de la televisión, Rivaille retomo su postura sobre el sofá de la sala, donde como siempre se encontraba cuidando de Eren mientras Hanji trabajaba, esta vez en su departamento. Desde su plática la relación que se tenían era mejor, pero le daba mucho que desear; el trato era con respeto, con un simple "hola" o "buenos días" y terminando con un "adiós" o "buenas noches". Desesperante para él, pues en casi 2 meses y medio no había vuelto al tema de sus sentimientos por el castaño, aunque su perdón ya era un hecho, su mayor prioridad era el chico y su hijo, las revisiones medicas lo hacían acercarse pero todo en nombre del trabajo, teniendo un límite donde su profesión no podía acercarse, pero otros sí.

...

-Muy bien Jaeger, ¿Cómo ha sido todo con él?-

-Bien... creo...-

-¿Crees?-

-El señor Rivaille ha sido atento a mi bebe...-

-¿Pero?-

-Pe-Pero... ¿Qué?-

-¿Eso es todo?-

-Es lo que más quiero, que mi bebe tenga atención...-

-Pero la tiene, mira a Marco, aun no ha nacido y ya le tiene un gran aprecio, y a ti también...-

-Gracias...-

Rapto de CorduraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora