Rapto de Cordura

BAJO IMPULSO

La sensación fría y suave de aquellos labios contra los suyos, el aroma que él desprendía, haciendo despertar un sinfín de diferentes... ni siquiera él sabía lo que sentía. No había palabra que lo describiera, o el no encontraba alguna que se le relacionara, y es que buscando entre su extenso vocabulario, ni un término medico lo podría definir y mucho menos un insulto, que también era parte de su diccionario habitual.

-Ngh...-

Un pequeño pero sonoro respingo lo alerto, alejándolo rápidamente y con un estado de confusión por lo que acababa de ocurrir. Vio las llorosas esmeraldas abrirse lentamente, brillando con el poco sol que alumbraba la habitación. Se aparto un poco dejando que reconociera el lugar y a él...

-Buenos días señor Rivaille...-

Saludo con voz dormilona, reincorporándose entre las almohadas mientras tallaba sus ojos para retirar polvo y basuras que su lagrimal había provocado...

-¿Volviste a llorar anoche?-

-...-

Mal saludo, mal pregunta, mala jugada, mal todo. Fue un error de su parte preguntar sabiendo que la respuesta seria afirmativa y que era obvio por la leve irritación en los ojos del castaño. Más aun que después de robarle un beso sin que se diera cuenta, le acababa de dar un pésimo comienzo en el día, que ni siquiera sabía si contarlo como un saludo grosero. Su cara no lo mostraba pero en el fondo se lo repetía: -"¡QUE IDIOTA!"-

-Si...-

Escucho en respuesta, dejándose de insultar mentalmente, para ver como el menor tenía su mirada abajo, por la vergüenza que le causaba...

-Lo siento, no debí...-

-N-No... ti-tiene toda la razón, se que solo sirvo para llorar pero no logro evitar que las pesadillas vuelvan y me...-

-¡No digas eso!-

-P-Pero es verdad...-

-¡NO! No puedes evitar soñar, bueno o malo siempre tendrás que hacerlo...-

-Desearía no poder soñar...-

-¿Nunca tuviste el sueño de salir de esa repugnante muralla?-

Sus miradas se reencontraron en ese instante. Eren no recordaba o no quería recordar, lo que para él alguna vez significo tener un sueño...

-Cuando Armin vivía si...-

De nuevo lo escucho, la misteriosa persona que susurraba y aclamaba entre pesadillas y tormentos psicológicos que le quitaban el descanso al menor. No había encontrado mejor oportunidad para preguntar sobre él o ella, ya que no creía que se tratara de ese peluche que alguna vez vio, pero cuando se disponía a resolver el misterio, un tono polifónico sonó en su pantalón. Interrumpiendo, muy lamentablemente, la oportunidad que había encontrado y se iba lentamente, levantándose para dejarlo solo en la habitación, mientras Eren se dirigía al baño. Molesto saco el pequeño aparato y contesto sin siquiera ver el contacto...

-¡¿SI?!-

-¿Le-Levi?-

-¿Petra?-

-Sí, soy yo...-

-¿Qué ocurre?-

-Lo siento, ¿te desperté?-

-No...-

-Oh... yo solo quería avisarte que el hospital donde trabajo está contratando médicos de planta básica...-

-Pero mi licencia sigue expirada...-