La infección -El comienzo del fin.

Dia 10.- La historia de una mujer extraña

Tras caminar por al menos una hora y descansar en una zona de poco riesgo en el bosque la señora comenzó a contarnos su trágica historia.

-buenopara empezar mi nombre es Kara Ackerman, vivía a las horillas de la ahora zona de alto riesgo junto a mi esposo y nuestras hijas, todo parecía estar bien, teníamos todo en orden, teníamos provisiones y lo necesario para escapar de ese manicomio, cuando escuchamos el informe de ese Doctor de nombre Colin decidimos partir de inmediato, pensamos que si llegábamos a la cabaña que tenía mi esposo cerca del rio lograríamos librarnos del problema, pero no fue así, apenas duramos dos días cuando escuchamos al primer grupo de personas que intento saquear nuestro nuevo hogar, por desgracia mi esposo nunca fue bueno con las armas (con los ojos cristalizados por la tristeza), el tercer día sucedió lo inevitable, mi hija y yo nos encontrábamos recogiendo agua del rio para tener agua suficiente y no salir en un largo tiempo, mientras mi esposo cortaba algo de leña cuando escuchamos unos disparos y después algunos gritos, mii hija y yo corrimos cuando llegamos nos dimos cuenta que había un infectado comiendo del cuerpo de mi esposo frente a nosotras, escuche a mi esposo decir con sus últimas fuerzas corran tome todo el valor que había en mí, respire, tome el hacha y se la clave en la cabeza a aquel sujeto que pareció morir instantáneamente, tras despedirme de mi amado esposo este tomo el arma a su lado y se voló la cabeza con la idea de no volverse uno de ellos, tome la mano de mi hija que estaba llorando, en la cabaña tomamos lo que pudimos y esperando el amanecer decidimos salir en busca de un lugar mas seguro, pero en el camino nos topamos con algunas de esas criaturas y tras forcejear con esas cosas y esperando no ser lastimadas salimos corriendo, de un momento a otro perdí a mi querida Arlett de vista así que decidí regresar un poco atrás, la encontré tirada al lado de un árbol, estaba cansada y tenia sangre en su brazo.la escuche decirme Mamiestoy asustada, uno de ellos me mordió, ¿crees que estaré bien?(con los ojos a punto de llorar) fue muy doloroso ver así a mi niña, lo único que me quedaba de mi amado esposo, el resultado de nuestra hermosa uniónno supe que decir, solo la abrace, le dije cuanto la amaba y le pedí perdón, ella me vio como si supiera que era necesario y tras dispararle en la cabeza y cubrirla con un suéter salí corriendo hacia la carretera, tras un día caminando por la orilla de la carretera pude verlos venir de lejos, lamento mucho haberlos hecho chocar, no pensé que pasaría eso, lo lamento y les agradezco no haberme arrollado.

No dejábamos de llorar, esa pobre mujer lo había perdido todo, su casa, su esposo, su hija y ahora se encontraba sola en medio de la nada, decidimos que debía acompañarnos si o si, colocamos unas tiendas de acampar al estilo Supervivencia que nos había enseñado hace un tiempo el abuelo Jenkins para poder descansar un poco sin preocupaciones.