MI PROPIEDAD [terminado]

Capítulo 8

Capítulo 8

La respiración de ambos estaba agitada, acababan de alcanzar el orgasmo, un orgasmo maravilloso. Donghae seguía arriba de ella, se había corrido en su interior, tuvo la necesidad de que así fuera, cosa que con Seolhyun jamás pasó, ya que no querían aun tener hijos, pero con _____ había sido distinto.

-Fue maravilloso, pero no se volverá a repetir -Se puso a su lado y miró hacia el techo, había engañado a Seolhyun, pero demonios, no se arrepentía para nada.

-Fuiste el primero -Dijo ______, quería que él supiera que ella solo había sido de él y de nadie más.

-Lo sé, sentí tu inexperiencia y lo siento, no debí dejarme guiar por mis instintos y hacerte mi mujer.

-Dijiste que fue maravilloso.

-Y así es, pero aun así, ambos sabemos que tengo novia y la amo.

-Estuviste conmigo, si la amaras tú y yo no estaríamos así ahora.

-Intentemos hacer de cuenta que nada pasó, solo fue un momento de calentura que ambos tuvimos, nada más. -____ no pudo evitar sentirse fatal por lo que dijo "Fue un momento de calentura", quiso llorar ahí mismo, pero no lo haría.

-Está bien, haremos de cuenta que nada pasó. -Fingió una sonrisa, no se rendiría tan fácil, ya habían estado juntos y podría volver a repetirse. -Me vestiré, tú también deberías hacerlo, puede aparecer mi hermano.

-Voy a darme un baño, ya regreso -Dijo Donghae levantándose de la cama, _____ no pudo evitar mirarlo completamente, sin duda su hombre era muy sexy.

-Yo me pondré mi vestido y saldré de aquí, también debo bañarme.

Se puso su vestido y recogió su brasier y bragas, ambos estaban destrozados, pero no podía dejarlos ahí. Rápidamente bajó las escaleras hasta llegar a su habitación, se quitó el vestido y se metió a bañar.

En lo que quedaba del día no apareció por la habitación de Donghae, se sentía de cierta forma muy nerviosa, ya había sido su mujer y eso nadie lo podía cambiar, pero de igual modo, no podía esconderse de él, tenía que hacer de cuenta que no le importaba aquello, sabía que él ya la miraba con otros ojos y aquello podía ser el inicio de su historia de amor.

Donghae por otro lado, veía las horas pasar, ya era de noche y ella no aparecía, se sentía inquieto, quería verla, saber que ella estaba bien después de lo que hicieron, no quería ilusionarla, sabia que aquella princesa era una buena mujer y una buena hembra en la cama. Quiso golpearse por esto último, ya habían tenido sexo y no tenía que volver a repetirse, pero no podía dejar de pensar en su maravilloso cuerpo, en su delicioso sabor, toda ella estaba impregnada en él.

Se puso de pie cuando la vio entrar, la veía más hermosa, más mujer, quizás era normal que la viera así, después de todo él la hizo mujer, aunque tal vez solo su macho dominante la veía así.

-¿Por qué no apareciste en todo el día? -Preguntó con cierta molestia. A ella le sorprendió su tono.

-Pues... tenía cosas que hacer, en unos pocos minutos traerán la cena. -Se acercó a él y tocó su vendaje, al parecer se había echo una curación hace poco. -¿Te vendaste recién?

-Aun siento mi olor en tu cuerpo.

-Ya se quitará -Nuevamente se había formado cierta tensión, él quería hacerla suya otra vez ¿Qué demonios sucedía con él?

-Lo mejor es que te vayas, _____, por favor.

-¿Por qué? ¿Te molesta mi presencia?

-Quiero pensar las cosas, por favor. -Ella suspiró.

-Está bien, mañana vendré a verte.

Salió de aquella habitación y Donghae se estiró en la cama, sentía su pene duro a causa de aquella mujer, no pudo evitar liberarlo y comenzar a masturbarse pensando en ella, por un instante se arrepintió de pedirle que se fuera, quizás ahora mismo nuevamente estaría disfrutando de su maravilloso cuerpo.

Ya eran las 11:00 am. Y Donghae se sentía molesto ¿Por qué demonios ella no iba a verlo? Quiso golpear la pared al pensar que quizás tenía a otro por ahí y ahora él estaba pasando a segundo plano. Caminaba de un lado a otro para intentar calmarse, ayer que la hizo suya había nacido una posesión en él, sentía que aquella mujer ya era de su propiedad.

______ apareció a las 12:00 am. Antes no había podido ir a verlo ya que con JaeJoong estaban arreglando algunos asuntos del reino, aquello era algo que no le interesaba, pero era la princesa y si o si tenía que estar al pendiente.

-Hasta que te dignas a venir -Dijo molesto. -¿Por qué demonios tardaste tanto?

-Estaba viendo algunos asuntos con mi hermano -respondió algo extrañada por su tono.

-¿Sí? ¡¿Y que asuntos?! -Se acercó a ella y tomó su brazo. -¡¿No será que tienen a otro prisionero y te entretienes más con él que conmigo?!

-¿Estás celoso? -Su corazón estaba saltando de emoción, si él estaba celoso, significaba que si la quería, al menos eso pensaba ella.

Donghae la soltó de inmediato y le dio la espalda, se sentía extraño ¿Por qué estaba actuando de aquella manera? Claro que no estaba celoso, lo que sentía era... ni siquiera sabía como explicarlo, hacerla su mujer hizo que despertara su instinto más bajo, quizás un instinto de lobo.

-No sé que me pasa. -Confesó Y luego la miró nuevamente a los ojos. -Desde que estuvimos juntos siento que me perteneces, no te amo y eso lo tengo claro, pero siento que eres mía, como si fueras de mi propiedad.

-¿De tu propiedad? -Estaba casi idiotizada. Donghae la besó y nuevamente terminaron en la cama dándose placer.

_____ se sentía única, estaba increíblemente feliz porque todo lo que había planeado estaba funcionando, quizás él no la amaba, pero estaba segura de que dentro de poco si la amaría.

Terminaron en un poderoso orgasmo, Donghae se puso a su lado y la abrazó, aquella mujer había hecho una especie de hechizo en él.

-Si no amara a Seolhyun, me gustaría que tú fueras mi mujer, mi hembra.

-Puedo serlo -Lo miró a los ojos. -Deja a esa mujer y quédate conmigo -Le pidió.

-Lo de nosotros es solo deseo -Ella negó de inmediato. -Además soy el prisionero de tu hermano.

-No, nosotros estamos destinados a estar juntos, el día que te encontré en el bosque, yo sabía que tú estarías ahí.

-¿De qué estás hablando? -Preguntó sin entender.

-Tú siempre has sido mío y yo siempre he sido tuya -dijo sin más, pero ahora que habían avanzado tanto tenía que revelarle la verdad, ya no podía seguir con tantas mentiras. -Yo le pedí a mi hermano que no te dejara salir. -Él la empujó y rápidamente se puso de pie.

-¡¿Qué demonios me estás diciendo?! ¡¿Estoy prisionero por tu culpa?!

-Escúchame, Donghae -Le pidió. -Las cosas no son tan así, no quería que te fueras porque yo te amo, no puedes irte con esa ramera que dices que es tu novia.

-¡Eres una maldita loca! ¡No puedes amarme si no me conoces!

-Y tú no puedes amar a esa ramera, tú y yo estamos destinados a estar juntos, yo soy tu mujer, me tienes que amar a mi.

-¡Aquí la ramera es otra! -Se vistió rápidamente, estaba furioso. -¡Me quiero largar de este maldito reino!

-No, mi amor, no te puedes ir -Se acercó a él, pero Donghae la empujó logrando que esta cayera al suelo.

-¡No me toques, estoy privado de mi libertad por tu maldita locura!

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