MI PROPIEDAD [terminado]

Capítulo 30

Capítulo 30

Se formó un silencio algo incomodo en aquel momento, Donghae no se esperaba que aquel hombre estuviera enamorado de su esposa.

—¿Seolhyun lo sabe?

—No —respondió Kyuhyun.

—¿Qué demonios pretendes con ella?

—Nada malo si es lo que piensas.

—Pienso lo peor de todos, mejor no te ilusiones con ella

—¿quieres tener a _____ y a Seolhyun para ti?

—Eso no es algo a que ti te deba interesar, aunque te fastidie, Seolhyun sigue siendo mi esposa y mientras ______ no se decida a irse conmigo, no me divorciaré.

Kyuhyun se aguantó las ganas de golpearlo, si lo hacía _______ y de paso Seolhyun se molestarían con él, lo mejor era evitarse problemas por ahora. Lo llevó a un hospital en donde le saturaron las heridas y le tuvieron que hacer transfusión de sangre, por al día siguiente Kyuhyun pudo regresarlo a su reino.

Donghae bajó del auto y con mucha dificultad entró al castillo, ahí estaba Seolhyun, había pensado lo peor.

—¿Dónde estabas? Te buscamos por todos lados

—Fui a conocer a mis hijos —respondió.

—Llévenlo a su habitación —Le ordenó a uno de sus hombres. Ella mientras tanto salió para ver quien lo había traído, Kyuhyun al verla bajó de inmediato del automóvil, como deseaba que aquella mujer fuera de él.

—Gracias por traerlo.

—No es nada, supongo que ahora no te despegarás de él. —dijo un tanto molesto.

—De hecho, pensaba ir a buscar a algunas enfermeras para que lo atendieran, yo no tengo nada que hacer con él —dijo haciendo una mueca. —¿Sabes como salió todo?

—_____ lo rechazó porque está segura de que él la odiará por lo de Jessica.

—Ya ordené que buscarán otro veneno, aunque no sé si lo hagan.

—¿Por qué no tendrían que hacerlo? Eres la reina.

—De igual modo, creo que hay algo raro, pero no puedo decirle a Donghae, sospechará.

—Si quieres vamos ahora te ayudo a que hablen.

—No quiero un matón.

—Linda, así hay que ser a veces ¿Vamos?

—Está bien, solo deja ir a ver a Donghae.

—Déjalo, no se va a morir —Rodó los ojos molesto y Seolhyun suspiró.

—Está bien, vamos.

Subió al auto y le indicó donde quedaba el laboratorio donde se fabricaba el veneno, Kyuhyun de reojo la observaba y sonreía sin que ella se diera cuenta.

—¿Cuándo piensas divorciarte? —Preguntó rompiendo el silencio.

—Lo más pronto posible, ya no aguanto esta vida, es horrible.

—Pero eres reina, tienes lo que cualquier mujer puede querer.

—Yo no quiero esto, no me gusta ser reina.

—¿Y que harás luego de divorciarte? —Preguntó curioso.

—Largarme de este lugar —confesó.

—¿Cómo que te irás?

—No quiero que todos hablen de mi o que me señalen, por eso prefiero irme muy lejos. —Respondió.