El hotel era un caos. Gente iba y venía para todos lados, los huéspedes no dejaban de quejarse, las reservas se habían mezclado, y les faltaba personal. Virginia había dicho que no podía ir a trabajar por razones personales y las otras cuatro estaban rebalsando de obligaciones. Flor y Miranda estaban terminando de organizar el evento de stand-up de esa noche, que prometía ser un éxito.
—Ya está, Flor. Descansemos un poco —dijo Miranda desplomándose en una silla del deck.
—No, levantate de ahí. Tenemos que corroborar que esté todo, quiero que salga perfecto.
—Ya lo chequeamos antes.
—Bueno, una vez más. Por mí —le suplicó Flor.
—Lo hago porque te quiero nada más.
—Yo también te quiero, pero te querría más si te levantaras de la silla y me ayudaras por diez minutos más.
Miranda rezongó y se dirigió a la esquina del deck, donde estaban todas las cosas que necesitarían para esa noche. Flor enumeraba y Miru chequeaba que esté allí. Todo estaba en orden. Flor se retiró a hacer una de las últimas llamadas y la más chica de las Estrella se dispuso a armar todo lo relacionado con el sonido, conectó la consola, desenredó los micrófonos y posicionó el parlante. Cuando estuvo todo listo, una idea le vino a la cabeza. Conectó su celular a la consola, seleccionó la pista, se subió al escenario y se preparó para empezar a cantar, pero el sonido nunca se oyó. Se dirigió a la consola de nuevo y reconectó los cables, pero nada parecía solucionar el problema. Miranda no lo podía creer, y ni se quería imaginar la reacción de Flor frente a la terrible noticia. Se dirigió a la oficina, donde estaba su hermana, y le hizo señas para que la escuche un minuto.
—Flor. Flor.
Su hermana seguía hablando por celular y le hacía movimientos con la mano para que se vaya.
—Es un segundo —le susurró Miranda.
—¿Qué pasa? —le respondió Flor tapando el micrófono del celular.
—Mmm, ¿cómo decírtelo?
—Dale, Miranda.
—Bueno es que... el parlante no funciona.
—¿Cómo que no funciona? ¿Me estás jodiendo?
—No, no funciona.
—*Ano dilatado* ¡Fijate bien!
—Ya me fijé, Flor.
—*Hmm* Bueno, termino esta llamada y voy.
Flor tomó aire, se tranquilizó por unos segundos y volvió a la llamada como si nada hubiese pasado. Al cabo de unos pocos minutos salió de la oficina y se dirigió al deck, donde Miranda y Fede estaban tratando de solucionar el problema.
—¿Lo pudieron arreglar?
—No, ni idea qué puede ser —dijo Fede.
—Qué mala leche que tenemos. Justo ahora nos viene a pasar.
—Bueno, pensemos. Miru, ¿vos no tenés a alguien que nos pueda prestar algún parlante?
—No, Flor. Ya los había llamado antes de conseguir esta basura que tenemos y todos me dijeron que no tenían o que los usaban, hay que considerar que es sábado también.
—Encima. ¿Qué hacemos? No podemos hacer el evento sin sonido.
—Y no sé. Llamemos a algún técnico.
—Carla y Lucía se quejan hasta de cuando damos propinas demás, nos van a sacar cagando si pagamos un service.
—Más plata vamos a perder si cancelamos.
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No hay manera de perdernos
FanfictionFlor y Jazmín se vuelven a encontrar después de catorce años. No se veían desde aquel día en que Jazmín se mudó a Córdoba con su papá, y dejó a Flor sin su mejor amiga y compañera de colegio. Más de una década después la vida las vuelve a encontrar...