El Rescate del Hada Cautiva (Parte I)

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capitulo muy esperado bueno aqui le dejo el capitulo

Todos quedaron helados ante la orden de Laxus. Sobre todo Natsu.

Él tenía la certeza de que su corazón se había detenido al menos un segundo. Su respiración se había detenido también, acompañada de un grandísimo nudo en la garganta. Los ojos comenzaron a arderle debido a las lágrimas que no se estaba molestando para nada en detener.

La siempre presente mano amiga de Gray se había posado en su hombro en una clara señal de apoyo. Cuando dirigió su mirada a la cara de su mejor amigo, descubrió que él también lloraba, y que una sonrisa estaba presente en su estúpida y desabrida cara.

—La tendremos de vuelta, Natsu— dijo Fullbuster, abrazando a su amigo.

Natsu sonrió ampliamente al reaccionar. La tendría de vuelta. Tendría a su Lucy de vuelta, junto a él, junto a Aiko, juntos los tres, como debió haber sido siempre. Junto al gremio, en su siempre reservado puesto de maga clase S.

—Aiko, necesito que subas conmigo a la oficina, por favor— esa fueron las últimas palabras de Laxus, antes de dirigirse a las escaleras para posteriormente ir a la oficina del maestro. Makarov se quedó en la barra mientras Lissana y Raiza le servían cerveza y aceitunas.

Lo último que Natsu observó de Aiko, fue su rubia cabellera siguiendo a la gruesa espalda de Laxus.

La muchacha siguió al maestro hasta la oficina y una vez que entró, Laxus cerró la puerta con cerrojo.

—Necesito que me ayudes a hacer una estrategia— pidió Laxus, sentándose en su silla. Golpeó todas las cosas que estaban en el escritorio y las votó al piso, dejando a la luz únicamente la fea y descuidada madera de roble. Abrió uno de los cajones y sacó un rollo, el cual extendió sobre el escritorio. Se trataba de un plano.

—Las catacumbas— dijo Aiko en cuanto reconoció un lugar en la esquina del plano —Los hornos— señaló con su dedo otra sección del plano —Los dormitorios de las bestias— nuevamente, señaló con su índice el sector —Y la sala principal. Nunca he estado allí— dijo la muchacha, haciendo que Laxus sonriera — ¿En qué quiere que le ayude, Laxus-san? — dijo la muchacha, cruzando sus brazos mientras se sentaba en la silla frente al escritorio y se acercaba impulsándose con los pies.

Laxus suspiró de alivio al saber que la Dragneel estaba dispuesta a ayudar.

—Quiero saber dónde se encuentra Lucy, antes que nada— dictaminó el maestro, siempre seria

—Mamá está en el sector Z2, pasillo 894, celda 27— Aiko comenzó a pasear su dedo sobre el papel, deteniéndose en un cubito que simulaban ser habitaciones —Justo aquí— Laxus le extendió un lápiz rojo para que destacara el lugar.

Le pasó un lápiz negro, una regla y un pequeño cuaderno para que anotara.

—El sector A1 está desde cerca de los dormitorios de las bestias hasta… aquí— informó la rubia, trazando las líneas correspondientes y luego haciendo un "A1" en el cuadrado

— ¿Por qué les dices "Dormitorios de las Bestias"? — preguntó Laxus al notar el detalle, le parecía un poco extraño

—Las bestias son los carceleros. Son magos, y de la peor calaña— respondió la muchacha, muy convencida de lo que estaba diciendo. El Dreyar la miró incrédulo —Magia oscura de transformación—

—Bien, por favor continúa. Sé muy detallista y trata de decirme los pasillos más seguros y discretos, si quieres anotarlos no hay problema— ordenó, dejando que la Dragneel le fuera explicando cada detalle de las mazmorras y de la guarida en general.

Sálvenla por favorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora