—Recapitulemos…— indicó la rubia a su padre y a su abuelo. Igneel había adoptado la forma de un humano. Se parecía mucho a Natsu, pero tenía el cabello de color rojo fulminante.
—De acuerdo…— respondieron padre e hijo al unísono
—Papá, eres el hijo de Igneel, no conoces a tus padres biológicos pero eso no te importa. Abuelo, adoptaste a mi papá y lo trajiste aquí, lo criaste, y después lo abandonaste porque mi abuela Layla te obligó cerrando tu puerta, porque tú eres el "espíritu" de la llave roja, la cual ahora tiene mi madre—
—Si— respondieron ambos hombres
— ¿¡Y esperan que me crea algo así!? — gritó la chica — ¿¡Dónde carajo están las cámaras!? — agregó, pero Natsu se puso de pie y la calmó.
Luego de que ella se calmara, los tres decidieron que podrían comenzar a entrenar. El día estaba hermoso, y tenían que aprovechar el tiempo si querían ir a salvar a Lucy pronto.
—Bien, lo primero lo harás conmigo— dijo el abuelo del año. Hizo que la muchacha se sentara en el pasto y se sentó frente a ella. La miró por un rato, examinando cada parte de su ser, realmente se parecía más a Natsu que a Lucy, aunque el cabello rubio podía confundir —Cierra los ojos, pequeña— indicó el dragón, siendo obedecido en el momento — ¿Qué ves? Sé detallista— preguntó
—Luces— respondió la muchacha, ladeando inconscientemente la cabeza. Natsu observaba con atención —Luces rojas, amarillas, anaranjadas, azules, moradas, rosadas— agregó frunciendo el ceño en un esfuerzo por ver más —Blanco y negro— finalizó
—Perfecto, ahora abre los ojos y vete a jugar por ahí— indicó el viejo, dejando un tanto perpleja a su nieta. Igneel le hizo una seña a Natsu para que se acercara.
El pelirrosa caminó extrañado hacia su padre.
—Esa chica tiene lo contenedores de magia activados, está lista para entrenar— dijo el dragón. Natsu lo miró sin entender, cosa que su padre comprendió en el instante y señaló a Aiko.
El pelirrosa entendió de inmediato que lo que debía hacer era entrenar el cuerpo de Aiko para que la muchacha pudiera hacer magia sin arriesgar su vida. Y al parecer eso sería algo simple, la muchacha era bastante veloz y por los golpes que había recibido, se había dado cuenta de que tenía una fuerza física casi increíble. Entrenarla no sería tan difícil.
— ¿Cómo es que están activados? — preguntó el pelirrosa un tanto confundido
—Algunos nacen para ser magos— respondió Igneel, para caminar hacia el bosque mientras adoptaba su forma de dragón. Lo último que distinguió de él fue su gigantesca pata roja, luego lo vería.
Natsu miró pensativo a su hija. Algo había captado de lo que su padre le había dicho, y si no estaba equivocado, ya tenía claro lo que tenía que hacer.
~ Mientras tanto, en Fairy Tail ~
—Te dije que te romperías un diente, Bee-chan— dijo Raiza, mientras acompañaba a su prima hacia la barra, donde estaba Lissana mirándola con furia
—Do shiento (Lo siento) — dijo Beeca a su madre, llevando una mano a su boca —Pedo ad menosh me comí da mitah de eshe tubo (Pero al menos me comí la mitad de ese tubo) — agregó triunfante, para luego quejarse de dolor
—Raiza-chan te dijo que no lo hicieras— habló Lissana en cuanto pensó bien las cosas —Ve con Mira, y en cuanto te cure ese diente, desaparece de mi vista— agregó con un aura aterradora. Seguramente ese día en la tarde se le habría pasado en el enojo.