dedicado a laylafullbuster por ser el primer comentario gracias :,) a un que no es mi historia me alegro que les guste bueno aqui el capitulo.
Aún escuchaba los gritos de Scarlet a lo lejos. Fue una buena decisión la de esconderse en aquél bote de basura. Esperaba pacientemente que su amada desistiera de buscarlo por ahí cerca, porque si la veía, probablemente toda su determinación se iría al carajo.
Scarlet corría en dirección al gremio sin saber qué hacer. Se estaba desesperando a tal punto que las lágrimas estaban saliendo de sus ojos. Las secó con la manga de su chaqueta, no iba a llorar por el idiota de Dryce y una de sus pataletas… ¿O sí?
Estaba tan ensimismada, que no se había dado cuenta de que había abierto las puertas del gremio de par en par. Todos los presentes se habían quedado mirándole un poco preocupados. Lageel dejó su lugar junto a Aiko y se dirigió a ver a su compañera de equipo…
—Lele— llamó el muchacho con el sobrenombre que le había dicho a la Fernández desde que habían nacido — ¿Qué sucede? — preguntó con seriedad, haciendo que la pelirroja agachara la cabeza
—Dryce…— al escuchar el nombre de su retoño, Gray y Juvia se pusieron de pie junto con la pequeña Ultear Fullbuster, de ocho años —Yo… Bueno, él… se enfadó y…— Juvia comenzó a caminar hacia los dos muchachos, bajo la atenta mirada de todo el gremio —Dijo que tú… y yo… bebés asexuados… y él desde las sombras… mirarnos con depresión…— agregó, haciendo que esta vez, Aiko se pusiera de pie y caminara hacia la chica, hasta la Dragneel se estaba preocupando al ver el estado de ánimo de la muchacha
—Ve al grano, Lele— ordenó Lageel amablemente, tomando los hombros de su amiga casi hermana — ¿Qué pasó con Dryce? —
— ¡Dryce se fue! ¡Abandonó el Triangule Plus! ¡Lo he buscado durante horas en todos lados y no lo encuentro! ¡No se qué hacer! — explotó la chica, rompiendo en llanto. La expresión de Juvia fue un completo enigma, una mezcla de temor y orgullo. Gray agachó la cabeza sin poder contener una lágrima, al igual que su hija menor. Lageel mantuvo la compostura comenzando a pensar en qué hacer. El resto de los adultos del gremio se quedaron en silencio a pesar de querer intervenir en el momento, comprendiendo que en este caso había que dejar que los menores se hicieran cargo.
Scarlet cayó de rodillas, llorando de culpabilidad. Unos brazos desconocidos la envolvieron en un dulce abrazo de consuelo, y ella abrió los ojos de par en par. Lo único que Scarlet pudo distinguir de aquella persona, fue su casi interminable cabellera rubia. Esa persona sobaba su espalda en una clara muestra de apoyo.
—Tranquila, lo encontraremos— dijo Aiko separándose de Scarlet. La pelirroja miró el rostro de la Dragneel e inmediatamente se dio cuenta de quién era. Su madre le había comentado de la inesperada llegada de la hija del Natsu hace más o menos un mes, pero le había restado importancia.
—De hecho, así es— dijo Lageel —Aiko, ven conmigo— ordenó, la rubia se puso de pie con algo de ayuda del Redfox, bajo la atenta y celosa mirada de Natsu. Gajeel sonreía internamente al percatarse de los celos del Dragneel mayor —Lele, tú quédate aquí, estás muy alterada, nosotros lo buscaremos— y dicho esto, los dos muchachos salieron del gremio
No fueron seguidos por nadie, porque confiaban plenamente en las habilidades logísticas de Lageel, además que teniéndolo a él al mando, nada salía mal. Por algo era el coordinador de Fantasia a su corta edad. Si necesitaba refuerzos en la búsqueda de Dryce, simplemente los pediría y se llevaría a los Dragon Slayers debido a su olfato.
Caminaron hacia la casa de los Fullbuster y entraron por la ventana del que era el cuarto de Juvia y Gray.
—Lele estuvo aquí— susurró el Redfox, sin esperar una respuesta por parte de su compañera ya que lo había susurrado muy despacio