Ivonne POV's
-Debo reconocerlo, no creí que pudieras contra aquel vampiro. -Vladimir me deja sobre uno de los sillones de la sala suavemente cuidando no lastimar mi hombro. -Hasta empezaba a idear un plan de escape. -No podía culparlo, yo tampoco creí que pudiese contra ese novato.
Ya empezaba a salir el sol, eran alrededor de las seis de la mañana. Aquellos vampiros al enterarse que Vladimir era básicamente su creador, se hicieron a un lado abriéndonos paso. Y no pude evitar sonreír al ver sus caras de terror.
Él me hacía sentir intocable y toda poderosa, no sé hasta que punto eso sea bueno. Me preocupa que llegue a afectarme en gran manera, aunque bueno. Ya lo ha hecho.
-Bien, muerde esto. -Vladimir me brinda una toalla que trajo al regresar hace unos segundos y doy una respiración profunda. Esto dolerá. -Lo haré rápido. -Murmura y muerdo la toalla, cierro mis ojos esperando el inmenso dolor.
Siento sus manos tocar levemente mi hombro probablemente tratando de localizar el lugar exacto en que se dislocó mi hombro. Al ya localizar el lugar con su mano izquierda hace presión en aquella zona y siento el inmenso dolor.
-Aún no te lo he acomodado y ya estás llorando. -Toma mi brazo y con su mano derecha e inesperadamente me lo jala y ahí fue que sentí el verdadero dolor. -Listo, ya está. -Suelta mi hombro y brazos permitiéndome sentir menos dolor que hace segundos.
Suelto la toalla y me tiro hacia atrás en el sillón, con mi vista nublada a causa de las lágrimas.
-Creo que merezco un buen descanso después de lo sucedido. -Estoy totalmente cansada y mi cuerpo arde, más de lo esperado.
-Si y una ducha, hueles a sangre. -¿Sangre? No creo que tenga alguna herida. Levanto mi blusa para verificar mi estado y casi pego un grito de horror al ver la gran cortada a un costado de mi abdomen.
-¡¿Por qué no me dijiste que estaba sangrando?! -Me incorporé nuevamente en el mueble mientras veo como de mi herida seguía brotando sangre sin parar.
¡¿Como fue que no me di cuenta?!
-Creí que lo sabías, aparte no le tomé importancia porque sueles curarte rápido, ¿no? -No sé como me hice esta herida y mucho menos como no me percaté de ella.
-Esta es una herida de gravedad, sabes que no me curo como de costumbre con las de este tipo. -El rostro de Vladimir parece recobrar memoria, cuando me llevó con aquellos vampiros, creyendo que me curaría de sus mordidas como si nada.
Cuando estaba pequeña mientras paseaba en mi bicicleta por el barrio un perro se me atravesó y por no pisarlo fui a tener a un lugar con chatarras abandonas y me corte el brazo con una hoja de metal oxidada. Crystal no quiso llevarme al hospital pero al ver que no me curaba, inmediatamente me llevó. Y desde entonces tuve esa cicatriz en mi brazo, pero desde el momento en que bebí de la sangre de Vladimir; todas mis cicatrices desaparecieron.
-No se como es que no te diste cuenta de esa gran herida en tu abdomen. -Su nariz estaba arrugada dándome a entender que hacía gran esfuerzo por resistirse a algo.
-Probablemente por la adrenalina del momento. -Se sienta a mi lado en el sillón y saca sus afilados colmillos seguido muerde su muñeca y la acerca a mí. Con la ayuda de mi brazo bueno, acerco más su mano a mi boca queriendo probar hasta lo más mínimo de su sangre.
Cierro mis ojos queriendo sentirlo al máximo, como su sangre me llena de vitalidad y energía. Cuando siento que no brota más sangre de su herida, abro mis ojos encontrándome con los de él que me observan fijamente.
Quería más de su sangre, su sabor no era al que uno se imaginó toda la vida; sabor a hierro y demás. No, su sangre posee un sabor indescriptible e inconfundible.
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VEGAN
VampireHace centenares de años, exactamente en 1002 d.C. En una pequeña aldea al sureste de Europa, en la que hoy día era Rumania. La familia Gottsched, observaba como la Madre de Familia agonizaba en su cama empapada de sudor a más no poder, dando a luz a...