013. Welcome troubles!

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011

Estaban en la habitación de Baekhyun, era el lugar perfecto para matar el tiempo. No importaba si afuera hacía un día genial, o que los pájaros cantaban la macarena, no había nada como encerrase a jugar cualquier tontería en la comodidad de un techo alto y aire acondicionado.

—¡Vamos, no te vas a morir! —Baekhyun se quejó.

Pero Chen negó casi de forma fúnebre.—¡Tienes razón! Voy a fallar y sufrir por el resto de mi vida sabiendo que fracasé. —Lloriqueó.

Baekhyun se palmeó la cara.—¿Por qué eres así?

Kyungsoo se acercó a Jongdae y le tomó del cuello de la camisa. —Es el maldito monopolio. Ahora toma los dados, y juega tu turno. —Amenazó con su aterradora mirada.

Jongdae soltó los dados de pura inercia. —En serio, plañirás este día. —Acusó, moviendo su avión por el tablero, y pagó 300 000 a Kyungsoo de mala gana.

El pelinegro contó su dinero como si fuera un richmen, empezando a abanicarse.

Baekhyun ojeó su celular.—Ya hablando en serio, ¿por qué los demonios están tan obsesionados con las almas humanas? ¿No pueden comer otra cosa? —Peguntó mirando la cartelera del cine: "Demoniaco renacer."

Chen se acomodó en el suelo.—Ellos podrían comer frutas, pero el metabolismo de los demonios es demasiado lento, y las almas no tienen calorías. Duh.—Dijo en tono sabiondo.

—Ha dicho el experto. —Señaló Kyungsoo sin interés, tomando su turno en el tablero.

En ese momento a Jongdae le llegó un nuevo mensaje de texto, por lo que desbloqueó su pantalla.

Secretaria Jung: Lamento molestarlo en su reunión súper secreta, joven Kim, pero tengo que informarle que su primo llegara mañana, y según especificaciones de su madre, debe ir a darle la bienvenida al aeropuerto.

Dejó caer su celular, luciendo pálido.

Baekhyun fue el primero en notarlo. —Hey, ¿te encuentras bien? —Preguntó dubitativo.

Kyungsoo le vio de reojo.

Jongdae se puso de pie, mandando a volar todas las frituras, y colocándose su chaqueta, apresuradamente.

—Hey, hey, ¿qué haces? —Preguntó mirándole alterado.

El castaño negó fervientemente. —Lo siento, me mudo a Alaska, donde no haya señal, o recepción. Y esta vez estoy hablando jodidamente en serio. —Alegó.

Kyungsoo encarnó una ceja. —No lo dice en serio. —murmuró.

Se detuvo a mirarlo ofendido.—Esta vez voy en serio. —agregó, mirando a Baekhyun.— ¿Recuerdas cuando me desafiaste a lamer el columpio?

El bajito puso los ojos en blanco. —No, no lo hice, sólo te dije: Chen, no vayas a lamer ese columpio. Y tu dijiste: No me digas que hacer, perdedor, y lo lamiste. —recordó.

—Ugh, ese no es el punto. —Le chitó. —A lo que quiero llegar es que nadie me dice que hacer. ¡Y menos para complacer a ese idiota! —Agregó.

Kyungsoo frunció el ceño. —¿De qué idiota hablamos? —preguntó juntando su dinero falso. Vamos, Kyungsoo tenía una inclinación por coleccionar los billetes del Monopolio.

Jongdae tomó una profunda respiración. —Es una larga historia. —concluyó.

El pelinegro ni siquiera insistió en oírla.

①⓪⓪ f*cking reasons why |EXO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora