006. Día de besos

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006

"¿Qué debo hacer? Es hoy... pero, me siento..."

Baekhyun tosió con fuerza, cubriendo su boca con su puño. ¿Cómo podía tener tan mala suerte? Enfermarse el día del partido de Beisbol al que Chanyeol le invitó.

"Genial. Esto no puede ser peor."

El jueves del partido había llegado, y para mala suerte suya, había cogido un resfriado mortífero, que se debía a que la noche pasada Chen lo aventó a la piscina como parte de su juego absurdo.

Baekhyun intentó levantarse de la cama pero un estremecimiento le hizo volver, su cuerpo había perdido sus fuerzas y sus mejillas estaban rojas debido a la fiebre.

—I-imposible... no me quedaré en cama...—Musitó con la voz en un hilo, su garganta era un desastre y dolía con cada palabra. Había estado ansiando ese día por casi una semana. Chanyeol había comprado esas entrada para ver a su equipo favorito, definitivamente iría, sin importar qué debía hacer.

Se puso de pie a tientas, el partido empezaba a las tres, por lo que aún tenía tiempo para recuperarse un poco y asearse.

Nada en el mundo le impediría asistir a esa cita.

Estaba tan emocionado por ello, que ni siquiera prestó atención al dolor en sus piernas o el cansancio excesivo. Rayos, valía la pena, si vería esa sonrisa hermosa y la mirada cálida de Chanyeol.

En la tarde le pidió a Huang llevarle al estadio, donde habían acordado encontrarse. Se sentía ansioso y no dejaba de retorcer sus dedos sobre su regazo. Para evitar que el alto notara su resfriado, se había colado una campera grande y traía puesto un cubrebocas. Con ello era más que suficiente para que Chanyeol no se preocupara.

—Hemos llegado, joven. —Anunció el hombre abriendo la puerta por él.

Sus ojos se iluminaron cuando tuvo frente a él a la multitud enardecida que hacía fila frente a las entradas, la emoción le hizo un nudo en la garganta. Era definitivamente la primera vez que veía algo como eso, y estaba ansioso, pues normalmente su padre reservaba zonas exclusivas en los palcos de primera clase, pero siempre había pensado que desde esa altura nunca disfrutaba el partido normalmente. Y era la primera en la que iría al estadio como un civil común, sentándose en las gradas a solo unos metros del juego, estaba tan emocionado que unas repentinas ganas de ir al baño le invadieron.

Caminó entre la gente con mirada absorta y resplandeciente. El olor de las palomitas, el azúcar, la cerveza, los hotdogs.

Intentó esnifar con fuerza, pero seguía agripado, al parecer la medicina no le haría recuperarse por completo en tiempo récord, pero agradecía que por lo menos le haya sacado de la cama. Caminó por los alrededores intentando llegar a la puerta de ingreso donde habían acordado, y estaba tan nervioso que cada vez que veía a alguien demasiado alto, o con el mismo peinado que Chanyeol su corazón se alborotaba como un loco.

¿Qué debía hacer con esos sentimientos que cada vez se hacían más y más insoportables? Simplemente, no importaba donde fuera, Baekhyun no podía dejar de pensar en Chanyeol.

—¡Baek! ¡Ahí estas! —De pronto la voz rasposa y profunda de Chanyeol llegó a sus espaldas haciéndole brincar en su sitio. Unas repentinas manos le tomaron de los hombros y se deslizaron sobre su cuerpo, dándole un amistoso abrazo. —Te encontré. —Aseguró soplando aire sobre su oreja.

Baekhyun tragó saliva, sintiendo el aire abandonar sus pulmones. ¿Cómo era que dos simples palabras pudieran ilusionarle el día de esa manera?

"Estaba buscándome... yo hice que se preocupara."

①⓪⓪ f*cking reasons why |EXO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora