004. ¿Amigos?

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004

Baekhyun mordisqueó su labio inferior cuando el señor Huang, estacionó el auto frente a la residencia de los Park. Era una casa bonita con estilo oriental.

—Joven, hemos llegado. —Informó el hombre de excéntrico bigote.

El castaño asintió algo indeciso, de pronto empezaba a arrepentirse. No quería admitirlo, pero estaba actuando como un demente. La noche anterior no había podido dejar de pensar en lo mal que seguramente estaría pasándola Chanyeol con la mano fracturada. No había contenido sus instintos psicópatas cuando contactó a los miembros de la construcción exigiendo la información personal de Chanyeol, para así dar con su dirección.

Se golpeó las mejillas dos veces recobrando un poco de valentía.

—Adelántate, Huang, pasaré a la escuela más tarde. —Dijo, tomando su mochila sobre su hombro.

Incluso se había despertado dos horas antes del ingreso para poder ayudarle temprano en la mañana.

El viejo y elegante Huang asintió poniendo en marcha el coche.

Baekhyun tragó sílaba acercándose al umbral de la entrada, mirando todo con curiosidad. Había un lindo carillón de viento colgando en el techo, este vibró en suaves campanadas al mismo ritmo de la briza de la mañana.

La atmosfera era completamente diferente que en su casa. Se detuvo frente a la entrada y golpeo la puerta casi sin querer ser oído.

"Bien, si no abre en tres segundo, solo corre de nuevo a casa." Se dijo así mismo. Pero lastimosamente la puerta se abrió.

Tras ella el alto apareció con el pelo húmedo, una toalla en las caderas, y algo de jabón en la mejilla.

—¿Baekhyun? —Preguntó completamente sorprendido.

El castaño ni siquiera parpadeó cuando observó el amplio y desnudo pecho del alto frente a sus ojos, tenía las mejillas tan rojas que incluso algo de vapor empezaba a salir de sus orejas.

—¿Qué haces aquí? —Preguntó el alto sonriendo algo confundido.

Baekhyun sintió la garganta pastosa, no podía auricular palabra, por lo que se cubrió el rostro con la mano y jadeó. —Solo... quería ayudar...—Murmuro. —Tu... tu mano, ¿si-sigue lastimada?

Chanyeol levantó su mano derecha, aún tenía una venda y el yeso, lo meditó un segundo y sonrió enternecido, al ver sus orejas tan rojas como una señal de tránsito. —No tenías que venir hasta acá. —Dijo amablemente.

Baekhyun apretó los ojos y se animó a levantar la cabeza. —¡Por supuesto! ¡Tengo que expiar la culpa ayudándote en lo que sea! —Gritó.

Chanyeol soltó una risa. —De acuerdo, pasa...— Se hizo a un lado dejando un pequeño espacio para que Baekhyun entrara, y el castaño casi muere de un infarto en el camino.

Caminaron hasta el interior, estaba un poco desordenado, se notaba la usencia de una mujer pues era usual el desorden en un chico.

—Se silencioso, mi abuelo está durmiendo aún. —Comentó Chanyeol adentrándose por los pasillos de su hogar.

Baekhyun parpadeó confundido. —¿A-adonde vas? —Preguntó tímidamente.

El alto ladeo el rostro mirándole sobre el hombro. —Me estaba dando una ducha. —Dijo simplemente. —Vas a ayudarme, ¿no? —Inquirió mostrándole su muñeca lastimada.

Baekhyun enrojeció nuevamente. —¡Y-y-yo lo haré!

Chanyeol soltó una risota. —Baek, despabila, solo estoy bromeando. —Confesó secándose las lagrimitas.

①⓪⓪ f*cking reasons why |EXO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora