003. ¡Me gusta!

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La primera vez que Baekhyun había tenido un descabellado impulso de idiotez había sido en segundo grado de primaria. Y aún lo recordaba vivazmente.

Su padre le había comprado la patineta que tanto había estado pidiendo, y por supuesto como el niño lleno de adrenalina y malas ideas, que era en aquel entonces, un pequeño Baekhyun de once años había subido a lo más alto de las escaleras, mientras sus padres conversaban con los ejecutivos del nuevo proyecto en construcción, y se había montado en su nuevo juguete para bajar por la rampa improvisada.

No había advertido que aquello había sido un impulso estúpido, hasta que resbaló y se rompió la pierna.

Justo como un apio partido a la mitad.

Ah, sí. Esta es la parte divertida.

¿Adivinaron quien pasó todo el verano en casa, con la pierna enyesada?

Y lo peor de todo era que Kyungsoo y Jongdae solo iban a su habitación a comer las delicias que Nana Rogina preparaba, y a burlarse un poco de él. Jongdae incluso había escrito con marcador permanente la palabra "LOSER" en su yeso.

Maldito.

Pero, ese no era el gran problema que ahora acarreaba, sino que, como hace siete años, ese mismo impulso descabellado de idiotez volvía, con mucha más potencia y con hormonas alborotadas incluidas.

Pues solo un día luego de haber intercambiado contactos con Chanyeol, ahora mismo le estaba marcando desesperadamente.

Sí, a las once de la noche, de un fresco sábado. ¿Quién diablos hacía algo como eso en estos días?

Definitivamente no alguien normal.

¡Pero, no había podido controlarlo! Su dedo había picado el ícono de llamada y ahora estaba timbrando.

Había visto la foto del contacto en su móvil, con la instantánea que se había tomado el alto, luego de escribir los once dígitos en su celular y esa maldita sonrisa tan sexy, y el deseo insano de oír su voz había sido peligrosamente más poderoso que su propia resistencia mental.

Saltaba de un lado a otro, en su habitación, con su pijama roja puesta y el pelo atado en una coleta.

—¿Aló? — La voz grave de Chanyeol resonó con un deje de curiosidad, luego de responder a los tres pitidos.

—...— Baekhyun abrió la boca, pero ninguna palabra salió de ella. El pánico lo invadió y empezó a correr en círculos, sin saber que hacer exactamente. ¡Bien, había conseguido marcarle! ¡¿Ahora qué?!

—¿Bueno? ¿Quién habla? — Preguntó el alto, apartando el móvil para verificar el número, pues solo oía una suave respiración y algo de traqueteo.

El pelinegro apretó los ojos y tomando una respiración profunda gritó. —¡So—Soy Baekhyun!

Silencio.

Solo en aquel momento, Baekhyun creyó oír algo de música desde el otro lado. ¿Acaso estaba en una fiesta?

Chanyeol soltó una risita relajada. —Heh, Baekhyun, ¿sucede algo? —Preguntó con ánimo.

—No... no realmente. — Susurró, deslizándose por la cama, como si fuese gelatina. ¿Qué había sido eso? ¡¿Qué mierda había sido eso?!

Chanyeol estaba en una fiesta como cualquier tipo guay, mientras él, estaba en su habitación con un pijama infantil tan rojo como un puto pimiento.

①⓪⓪ f*cking reasons why |EXO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora