Un roce

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El día del examen pasó y la obra de teatro que ensayaba Laura se presentaría al día siguiente y aún le faltaba ensayar la última parte para asegurar su diálogo pero Kirsch había preferido irse de fiesta que ensayar con Laura. Así que ahí estaba ella, desesperada y estresada por la música y los gritos que se oían a lo lejos, no podía concentrarse.

—Oh... No importa más, ahora estamos juntos —Laura actuaba su personaje cuando de pronto, la puerta se abrió.

—Hey —dijo Carmilla. —Creí que irías a esa fiesta.

—Ahora me importa más tener mi diálogo listo para la obra... Y al idiota de mi compañero le dió igual —Laura sonaba desanimada. A Carmilla no le gustó verla así.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó.

—¿Podrías? —Laura se acercó emocionada. —Tus líneas son cortas —le dió las hojas.

Carmilla leyó un poco y se puso de pie frente a Laura.

—Creí que iba a perderte —dijo Carmilla tomando la mano de Laura. —Creí que no te vería nunca de nuevo.

—Oh, no importa más, ahora estamos... —Laura debía acercarse hacia Carmilla preparada para el beso pero a penas al mirar los ojos de Carmilla se quedó paralizada; miró sus ojos, sus mejillas y finalmente sus labios.

—Juntos... —dijo Carmilla, pero notó que Laura seguía sin reaccionar así que hizo lo mismo que ella hacía, mirar sus labios.
Esto sólo puso a Laura aún más nerviosa de lo que ya estaba por lo cerca que se encontraban; rápido le arrebató las hojas a Carmilla fingiendo haber olvidado su línea, pero solo quería interrumpir ese momento o de lo contrario terminaría besando a la sexy chica que tenía frente a ella.

—Ahora estamos juntos —susurró Laura mirando de nuevo a los ojos de Carmilla, pero tan pronto dijo la última palabra su vista se centró de nuevo en los labios de esta. Quien de nuevo, tomaba su mano.
Laura recordó que el libreto decía que en ese momento los protagonistas se aproximaban hasta que sus labios rozaran y después serían interrumpidos por el sonido de un disparo. —Solo seremos tú y yo... Nada me hará dejar de amarte —continuó nerviosa. —Desearía poder estar contigo toda una eternidad, pero me conformo con tenerte hasta mi último respiro.

Ambas estaban cerca pero aún había distancia, así que Laura se acercó un poco y Carmilla se acercó aún más. En ese momento sus labios ya estaban rozando y seguían mirándose la una a la otra. Ninguna decía nada, sólo sentían sus labios tocarse.

Los segundos pasaban y no hacían ningún movimiento hasta que Carmilla separó sus cuerpos dejando a Laura totalmente sonrojada y nerviosa.

—Genial... Si... Perfecto... Creo que estoy lista —la rubia se movía de un lado a otro. —Creo que ya es tarde —apagó la luz y se metió en su cama dándole la espalda a Carmilla. Aún no tenía sueño así que sumergió sus pensamientos una y otra vez en ese momento.

Esa noche, Carmilla aceptó su atracción por Laura. Se había quedado con las enormes ganas de besarla; pensó en algún plan para los próximos días pero ya no resistía la idea de sentir sus labios por completo.

La noche del día siguiente después de que terminara la obra Laura volvió al cuarto para descansar un poco. Se puso ropa cómoda, se recostó en su cama y Carmilla apareció en su mente. "Su voz, sus ojos, sus labios... Dios, sus malditos labios. Pero no me puede gustar ella, no. Sólo debo olvidar lo que pasó" pensó Laura dando un gran suspiro.

La puerta se abrió y Carmilla entró; cerró la puerta y se acercó a la cama de Laura.

—¿Cómo te fue? —preguntó mientras se sentaba junto a ella.

—Bien —se acomodó para estar a la altura de Carmilla. —Fue... Genial.

—Te ves algo cansada linda —dijo Carmilla usando una voz seductora.

—No, no. Estoy bien —Laura ya estaba nerviosa. —Creo que llamaré a Danny.

—Shhh... —Carmilla puso un dedo sobre sus labios. —Quiero hablar contigo.

—Es que ya estoy saliendo con Danny y se enojará si no le llamo —dijo Laura rápidamente tomando su celular.

Carmilla se levantó de la cama y tragó saliva. "¿Saliendo? Muy bien... Veamos a quien prefieres" pensó y salió del cuarto.

—Hey Danny... —Laura susurró y después se asomó para asegurarse de que Carmilla no estaba cerca. —No sé qué está pasando

—¿De qué hablas? ¿Qué ocurre? —Danny sonaba cansada.

—Creo que... ¡Demonios no! ¿Qué acabo de hacer? —se sentó frente a su escritorio.

—Maldita sea Laura, ¿qué pasó?

—Carmilla —susurró. —Creo que me gusta.

—Oh... Vaya... Bien —la voz de Danny sonaba un tanto decepcionada. —¿Qué tiene de malo eso?

—No quiero que me guste y ella está coqueteandome y además estupidamente le dije que estaba saliendo contigo.

—Bueno... Hay que hacer que de verdad lo crea —Danny cambió su voz por una más dulce.

—¡Claro! Con que nos vea un par de veces juntas bastará —Laura sonaba emocionada y Carmilla iba abriendo la puerta. —Te amo, descansa —dijo Laura asegurandose de que escuchara Carmilla; colgó y se volvió a acostar en su cama.

Carmilla sabía que Laura no quería aceptar lo que sentía por ella pero no le importaba porque sabía que al final conseguiría lo que quería. "Haré que no soportes la idea de no tenerme, linda" pensó y enseguida apagó la luz.

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Accidentalmente | Hollstein FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora