Peligro

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Después de un maravilloso fin de semana y un ensayo de literatura escrito a medias, volvieron por la noche al dormitorio de la universidad.

—¡Oh no, no! —exclamó Laura al ver a Carmilla echarse a la cama. —Vas a ayudarme a terminar este tonto ensayo

—Noo —se quejó.

—Por favor Carm —se arrodilló junto a la cama y puso ojos de cachorro.

—Ugh, está bien

Laura se apresuró a encender su laptop y sacar sus libros de la maleta.

—Perfecto, nos quedamos en que el conde Richard enloqueció y mató a sus esposa... ¿Sabes? Creo que tal vez lo hizo porque Gloria nunca quiso darle un hijo... Eso lo molestó y bueno, lo llevo a hacerle eso

—¿Eso crees? Bien... La historia está mal; Gloria no se casó con Richard por amor, fue algo más por obligación de sus propias familias. Richard tenía un carácter arrogante y Gloria no quería darle un hijo hasta que pasara el tiempo suficiente en el que Richard se enfermara o muriera por la vejez. Así el pequeño no lo habría conocido

—P-pero mucha de esa información no viene aquí...

—Si bueno, no estaban ahí; así que por supuesto inventan idioteces. Aunque puedes basarte en sus últimas palabras que fueron "si tan solo hubieras esperado unos años más" antes de que el conde la asfixiara con sus propias manos. Gloria era amiga de Mattie de hecho

—Carm... —la notó triste. —¿Has sabido algo de Mattie?

—No...

—Puedes ir a buscarla... si quieres

—No Laura, no te dejaré sola

—Se trata de tu hermana, yo estaré bien aquí —tomó su mano. —Yo quiero que vayas...

—¿Segura?

—Por supuesto... No me gusta verte así

—Bien, de acuerdo. Mañana mismo me voy entonces... creo que sigue en Nueva York

Terminaron de escribir el ensayo y durmieron juntas.

Carmilla se despidió de Laura por la mañana y le prometió regresar antes de ese fin de semana.

Una vez que llegó a Nueva York no sabía por dónde buscar primero, así que optó por los bares favoritos de Mattie. Estaba convencida de que la encontraría en alguno.

Al tercer día de la búsqueda final la encontró en uno de los bares del noroeste de la ciudad. El bar era bastante grande pero logró verla desde la barra. Estaba sentada en una mesa junto a un hombre alto y con barba, Carmilla no lo conocía. Era Vincent.

De inmediato supo que se trataba de alguna cita, podía ver la felicidad en el rostro de ambos. No quiso arruinarles el momento así que se sentó a esperar a que Mattie decidiera irse. Pidió algún par de bebidas mientras mensajeaba con Laura.

Para Laura: ¡Al fin la encontré!

Para Carmilla: Grandioso, dale un saludo de mi parte

Para Laura: Si... Tendré que esperar a que termine con su cita

Para Carmilla: Oh por Dios! ¿En en serio? Eso me alegra

Para Laura: Si, a mí también linda

Pronto la plática de Carmilla fue interrumpida por un chico que se sentó junto a ella. Puso dos tragos sobre la mesa y habló.

—¿Qué tal hermosa?

—Wow... ¿En serio? —Carmilla lo vió y comenzó a reír.

—¿Vienes sola cierto? Llevas un rato sentada y no he visto a nadie

—Oh así que además eres un acosador

—Anda cariño, ¿por qué no vamos a fumar y platicar?

—Agh, me aburres —Carmilla se levantó para ir a hablar con Mattie.

—Bien, entonces hagamos algo más nena... —el chico le dijo mientras le dió una gran nalgada.

Muy mala idea. La vampiresa lo miró tratando de controlar sus ganas de arrancarle la cabeza en ese preciso momento.

—¿Sabes? Vamos afuera...

El chico la siguió a la puerta trasera del bar y apenas llegaron al callejón, Carmilla lo tomó del cuello y después lo empujó fuertemente contra el muro quebrando su espalda. Por supuesto que el chico se quejaba por el dolor pero nadie lo escucharía por el ruido del bar.

Segundos después Mattie salió y vió a Carmilla a punto de acabar con el sufrimiento del chico.

—Vaya, Carmilla ¿qué haces por aquí?

—Vine a buscarte, no estaba segura de si seguirías en la ciudad...

—¡A-Ayudaa! —gritó el chico y después miró a Carmilla. —¿Qué demonios e-eres...? ¡Ayudaaa!

—Acaba de una buena vez con él... sus gritos me alteran —se quejó Mattie.

Carmilla se acercó a su cuello y lo mordió dejándolo sin sangre en segundos. Dejaron el cuerpo dentro de un contenedor de basura y se fueron a caminar.

—¿Y bien... qué decidiste? —preguntó Mattie.

—Tenias razón... No puedo vivir sin Laura... La amo, demasiado, a un grado en el que nada tiene sentido sin ella —sonrió. —Esa misma noche tomé un vuelo y fui a buscarla...

—Me alegro, de verdad —la abrazó. —No sabes lo bien que me hace saber que ya todo está bien

—Oye Mattie... ¿Quién era el apuesto hombre con el que estabas hace un momento?

—Se llama Vincent... Es maravilloso. Carm, creo que al fin lo encontré; está vez es diferente, no sé cómo explicarlo...

Continuaron caminando durante varios minutos más, Mattie le dijo que viviría en Nueva York mientras conocía a Vincent. Le dió su dirección y su nuevo número de celular. Carmilla quería regresar esa misma mañana a ver a Laura.

Ya iba en el avión mientras la rubia lidiaba con LaFontaine y los proyectos del laboratorio. Todo marchaba bien hasta que Laura tuvo que ir al cuarto de su compañera pelirroja. Justo después de ir por unos envases, notó que el intendente moreno y robusto se encontraba limpiando el piso. Algo le dió inseguridad en la mirada de aquel hombre. Algo que le indicaba peligro.
Laura se apresuró a llegar a su habitación y llamó a Carmilla.

—Hola linda!

—Carm, ¿cuándo regresas? —sonó asustada.

—Hoy... ¿Por qué, pasa algo?

—No... No lo sé, algo anda mal con alguien... ¿Crees venir rápido?

—Laura, ¿qué ocurre? , dame dos horas y estaré contigo, pero dime ¿qué pasa?

—Bien bien, te espero... Tal vez sea una tontería

Laura y LaFontaine se fueron al laboratorio y de nuevo vió a aquel hombre afuera, "limpiando" el pasillo. Laura sabía que algo andaba mal, la miraba fijamente siempre que podía, era como si ese hombre estuviera esperando a que estuviese sola.

Laura se asomó por la puerta y vió al hombre al pie de las escaleras, fue entonces al verlo bien cuando recordó dónde lo había visto anteriormente. Estaba completamente segura de que fue justo en el aeropuerto, el día que Carmilla y ella regresaban de Leibnitz.

De inmediato supuso que eso no podía ser coincidencia... Ese hombre la estaba siguiendo.

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*ULTIMOS CAPÍTULOS*
Así es chicas y chicos, esta gran historia está llegando a su fin...
Gracias por seguir votando ❤

Accidentalmente | Hollstein FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora