Estaban ahí otra vez, su mamá les había dicho millones de veces que no se subieran al techo de la casa: era muy peligroso. Pero a ellos les gustaba el peligro, por más mínimo que fuera, esa sensación la compartían… era inevitable.
- ¿Qué quieres ser cuando seas grande Chris?- preguntó la niña de 10 años mientras miraba el cielo.
A ellos les encantaba subir al techo de su casa para ver el cielo, ya sea que estuviera nublado, sea de noche o esté completamente soleado, como en esta ocasión.
Chris quitó su mirada del cielo para ver a su hermana. Tenían exactamente el mismo color de ojos y eso enorgullecía a Ileana, admiraba y quería mucho a su hermano, y haber sacado sus mismos ojos la hacía muy feliz.
- No lo sé. No lo he pensado. Quizá corredor de motos, o policía, como en los programas de crimines.- cada vez hablaba más emocionado. Eso hizo sonreír a la pequeña.
- Yo quiero ser cantante.- sus ojos brillaron con entusiasmo. Chris hizo un pequeño mohín.
- Pero cantas terrible.- soltó una risita.
- ¡No es cierto!- replicó. – Es sólo que mi voz todavía no se afina, tengo que crecer más.-
- No lo creo hermanita, Tod canta mejor que tú.-
- No seas tonto Chris, los perros no cantan.-
- Por eso.- sonrió provocando a su hermana. Le parecía adorable como sus mejillas se ponían rojas cuando se enojaba.
- Que mal hermano eres. Yo sí creo que vayas a ser un excelente policía, atrapando a los malos, luchando contra ellos. Ya no habría gente mala en las calles si tú eres policía.-
Lo miró con una sonrisa, sin duda lo quería más que a ella misma. Él le devolvió la sonrisa más grande que alguna vez le haya dado.
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- Ya no puedes seguir ocultando lo que haces Christian. Ya lo sé, sólo quiero que me expliques por qué.- espetó.
Hacía tiempo que se comportaba extraño, esas salidas misteriosas le preocupaban a Ileana. Así que lo siguió, ¿Cómo hizo para que él no se diera cuenta?... Bueno, ella igual estaba sorprendida de haberlo logrado.
- Mira, no es lo que piensas, bueno si, pero no.- él realmente no sabía cómo explicarle.
- No te entiendo nada.-
Ileana no sabía cómo sentirse, de la noche a la mañana enterarse de que su hermano vende drogas es muy difícil para ella. Ese hermano tan admirado por buen estudiante, por ser una magnífica persona, por ser un excelente músico: el que le tocaba hermosas canciones en piano cada que ella quería.
Tampoco es como que ella pensara que él era un santo, o que era perfecto, pero… esto va más allá de la desilusión.
- Soy traficante Ileana, uno grande, llevo tiempo en esto. Pero no sabría cómo explicarte por qué lo hago.-
- ¿Cómo que no puedes?, ¡¿Cómo demonios me dices que no puedes?!-
No podía evitar alterarse, esto la superaba.
- Baja la voz, mis padres están allá abajo.- afortunadamente Chris aun no perdía la paciencia.
- A la mierda, que me escuchen. Sólo dime.- tenía 16 años pero decía más groserías que un carretonero.
Él soltó un gran suspiro y habló:
- Thomas me metió en esto cuando tenía 15 años… yo le creí que no iba a pasar nada, solamente una vez y yo no volvía a ver droga en toda mi vida y lo hice. Me estaba cagando de miedo cuando fuimos a ver a un cliente, luego me llevó con su jefe, necesitaban a un niño para sus planes y ahí estaba yo. Sabes que en esos tiempos necesitábamos el dinero, iban a embargar la casa pero milagrosamente conseguí ese empleo en un gran taller mecánico. Sorprendente ¿No? Así salimos de deudas, sino nunca lo hubiera hecho.- terminó de decir viendo como su hermana hacia el intento por no alterarse más.
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Te conozco.
FanfictionPerfecta, pura e inocente. Mala, desalmada y oscura. Dos personalidades completamente diferentes para una sola persona.