Capitulo 9

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Los movimientos se hacían cada vez más molestos y la chica no tuvo de otra que abrir los ojos. Damián estaba justamente saliendo de la cama cuando ella se giró; el chico no tenía ni una sola prenda de ropa en su hermoso cuerpo, parecía no haberse dado cuenta de que Ileana ya estaba despierta y que lo estaba viendo caminar por toda la habitación completamente desnudo, aunque no es como que a alguno de los dos le moleste este hecho. La rubia se encontraba inconscientemente sonriendo mientras recorría su mirada por todo el cuerpo del moreno, hasta que él se giró con su celular en mano y le sonrió.

- Siempre he sabido que eras una mirona.- le dijo juguetonamente mientras se metía a la cama de nuevo.

- Es inevitable, tengo que admirarte.-

- Es agradable escuchar algo de tus labios que no sea una orden.-

Ella soltó una risita tonta, de esas que no acostumbra a hacer. Se escondió entre las sabanas, viendo a Dam por debajo de ellas para después subirse a su cuerpo, algo que tomó por sorpresa al chico, ella nunca había sido juguetona. Sin duda le encantaba ese lado de ella.

- No sólo te doy ordenes.- le dijo casi en sus labios.

- A veces es sexy.-  dijo y deslizó sus manos desde su cadera, hasta la parte superior de su espalda y de regreso.

- Pensándolo bien, si te doy muchas ordenes… y lo seguiré haciendo.-

- Me parece justo.-

Ileana estaba a punto de tocar sus labios con los suyos cuando un espantoso ruido se lo impidió. Damián bufó.

- Esta maldita cosa ha estado sonando desde que me desperté.- dijo Dam refiriéndose a su celular.

- Que canción tan terrible.-

- Lo sé, es el tono para Rocco.-

La chica hizo una leve mueca de disgusto y se bajó del cuerpo de Dam.

- Pues contesta.-

El moreno se sentó a regañadientes  y contestó el celular.

Ileana se desconectó un momento y se puso a pensar en su mamá… en estos instantes debe de estar como loca. Compadece al pobre de su padre que la ha de estar aguantando desde la noche anterior.

- Rocco nos quiere ver mañana, no entiendo porque no esperó a llamar después.-

- Él es buenísimo para ser inoportuno.- resopló

- Así que tenías planes antes de que llamara, ¿huh?-

Dam se acercaba a ella cada vez más y la chica no podía evitar imaginarse lo que sucedería después. Ciertamente tenía otros planes momentos antes pero ahora tenía que hacer algo más.

- Si, los tenia, pero necesito que me lleves a mi casa.-

Antes de que dijera algo más, la besó. No quería que nada cambiara y que ella volviera a actuar como simplemente su amiga, si salían de esa habitación.

Sus cuerpos desnudos, completamente pegados, y sus respiraciones levemente alteradas eran suficiente para que Ileana quisiera más, pero había tiempo para eso después. Necesita enfrentar a su mamá.

- De verdad necesito que me lleves.- dijo casi sin aliento.

- Bien… te llevaré.-

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Cruzó la puerta de su casa, y lo primero que pudo ver era la cara roja de ira de su madre, y unos metros atrás la preocupada cara de su padre.

- ¿¡Dónde demonios estabas!?-

Te conozco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora