Una copa de alcohol más, y la chica quedaba completamente inconsciente. Para personas como ella, embriagarse al punto de caerse, en un lugar desconocido y con personas completamente extrañas… era como la muerte. Afortunadamente nadie sabía quién era ella. Tal vez sólo era una chica con exceso de alcohol en las venas y que va a despertar al día siguiente con un desconocido en la cama, y no se va a acordar absolutamente de nada. Afortunada sería, si no estuviese en ese lugar con una persona que sabe quién es… una persona que no tiene buenas intenciones con saberlo.
- ¡Muy bien, muy bien! Es suficiente cariño.- advirtió Harry, quitándole una copa de alcohol a la rubia.
Ileana se tropezó al momento que le arrebató el vaso, cayendo encima de un tipo grande que estaba a un lado de ella.
- Tranquila nena, con un simple toque te hubiera hecho caso. Pero ya que estás en mis brazos…-
- La vas a soltar y te vas a largar antes de que te eche yo. Y quizá no te guste nada.- interrumpió Styles, halando a la chica.
Ella empezó a reír, una risa exagerada.
- Después mi amor… en un rato te busco.- dijo con voz provocativa, o eso parecía.
Harry rodó los ojos. Nunca pensó que Ileana fuera de las borrachas insoportables, de hecho ni siquiera creyó que fuera tan fácil embriagarla.
- Tú y yo nos vamos a ir ahora mismo.- le dijo autoritariamente.
La agarró del brazo y comenzó a jalarla hacia la salida, quitando a codazos a quien se ponga en su camino. Aun no sabía exactamente que iba a hacer con ella… pero ya se le ocurrirá algo.
- ¡Hey! me lastimas, animal. ¡Suéltame!- gritaba Ileana tratando de soltarse de su agarre.
- No te preocupes Damita mía. Te vas a divertir.-
- ¡No! Tengo que llamarle a Dam y decirle donde estoy.-
- Por supuesto que no. No necesitamos a tu gorila protector ahora… quizás después.-
<La chica es más fuerte de lo que creí> pensó Harry. Ella estaba logrando zafarse, y es que las malditas personas de ese lugar no le ayudaban nada.
Se paró bruscamente haciendo que la chica casi cayera y la sostuvo fuertemente en su pecho. Muy pegados. Demasiado.
- Te vas a callar y vas a cooperar. ¿Entiendes?- dijo casi en sus labios.
Ileana no sabía por qué estaba tan mareada, si por el alcohol o por su cercanía… tal vez una buena parte de ambas cosas.
Abrió la boca para contestar pero sintió otro jaloneo. ¿Acaso la gente creía que mangonear a los borrachos, era la mejor manera de tratarlos?
- ¡Oh, Dami!, justamente te iba a llamar… espera, ¿Dónde está mi celular?- empezó a buscar por todas las partes de su cuerpo, en todas, hasta en donde no es posible meter un celular…
Mientras la rubia hacia su búsqueda extrema, Harry y Damián se mataban con la mirada. Después de unos segundos el ojiverde le sonrió falsamente.
- ¿Sabes? Es la segunda vez que nos interrumpes. Disfrutas hacerlo, ¿No es así?- dijo Harry, con una extraña tranquilidad. Nada con lo que estaba sintiendo internamente.
- En realidad no, no disfruto que estés tan cerca de ella. Así que te pido por las buenas que no te atrevas a acercarte de nuevo a ella.- tomó a Ileana de la cintura suavemente y se giró para irse. Pero se volteó de nuevo. – Ah, y cuando quieras emborrachar a alguien, hazlo en un lugar menos publico… cualquiera puede estar vigilándote.-
Y salió del lugar con una tambaleante Ileana.
Por otro lado, Harry quería golpear a toda la gente de ahí. Tendrá que hacer algo con ese chico, antes de intentar algo con Ileana otra vez.
Damián metió a la chica a su auto y después entró él, cerrando de un portazo que hizo saltar a Ileana. El chico respiraba un poco fuerte para ser normal.
- Increíble, ¡Es realmente increíble!- alzó la voz. – Que inconsciente eres, ¿Cómo se te ocurre hacer eso, Ileana?, sabes cómo está nuestra situación y se te ocurre emborracharte en un lugar desconocido. Y más con ese idiota. ¡Maldita suerte tienes de que Dylan estuviera ahí!- gritó lo último.
- Tranquilo mi amor, baja la voz, mis oídos están zumbando.- dijo con un toque de diversión.
- Va a ser imposible hablar contigo así.- le dijo frustrado y arrancó, haciendo su camino por la carretera.
Pasaron varios minutos en silencio, hasta que Damián sintió la mano de Ileana acariciar a lo largo de su pierna.
- No, no lo hagas.- quitó su mano de la chica.
- No seas amargado, estás muy tenso.-
- Te dije que no, no estoy de humor.- dijo serio, mirando la carretera.
- ¿Me estás rechazando, Dami?- preguntó provocativamente.
- Oh, sí que lo hago. No me gusta que hagas las cosas mientras estás borracha.-
- No es verdad, sabes que te encantaría que te la mamara, mientras estás manejando.- tenía esa sonrisa pervertida que tanto le gustaba a los hombres.
Damián la miró un momento.
- Igual dices cosas vulgares cuando estás ebria… eso es nuevo. Y sobre tu proposición, no, no quiero.-
- Dices eso porque estás celoso de Harry.-
- No estoy celoso. Estoy furioso, fue una completa estupidez lo que hiciste.-
- Pero yo quiero… quiero… quie…- su cara se estaba empezando a poner verde.
- ¿Qué? ¿Qué quieres, hacerme una felación?- la miró y entendió. – Ah, mierda, ya sé que quieres.-
Giró el volante bruscamente y se paró en la orilla de la carretera. Ileana abrió rápidamente la puerta y vomitó. Dam corrió hasta su lado y se dispuso a ayudarla… mala idea, vomitó en sus zapatos.
- ¡Son nuevos!-
Ileana quiso decir algo pero vomitó de nuevo, Dam le recogió el cabello.
- Dam, yo…- más vomito.
- Tranquila, sácalo todo nena, y ahorita hablas.-
Y así pasaron unos minutos hasta que las arcadas pararon. Ileana estaba llorando. El chico la sacó del auto y abrió la puerta trasera para que se acueste, pero la rubia lo paró.
- Espera… Dam, lo-lo siento, lo siento tanto.- comenzó a llorar más fuerte, abrazándolo. Manchando la camisa del chico con lágrimas y restos de vomito. Sí, asqueroso, pero a él no le importaba.
- No pasa nada, puedo comprarme otros.- dijo apretándola más a su cuerpo.
- No, no hablo de eso. Siento lo de esta noche, soy una estúpida.-
- Ya, está bien, mañana hablamos.-
La metió al coche y manejó de nuevo, sin ningún otro incidente.
A Damián apenas y se le había pasado enojo, la inconciencia de Ileana lo tiene… sorprendido. Aun no entiende por qué lo hizo, o más bien como Styles lo consiguió. Simplemente no es fácil que Ileana haga algo en contra de su voluntad. Y entonces se dio cuenta: ella realmente quería emborracharse.
Damián negó con la cabeza y suspiró. Ahora que problemas tendrá su pequeña rubia.
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Sé que es realmente corto este cap, pero ahorita no me da tiempo para más :c
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Te conozco.
FanfictionPerfecta, pura e inocente. Mala, desalmada y oscura. Dos personalidades completamente diferentes para una sola persona.