fly away ➳ BIRLEM

✈f i f t e e n

Estiré mi mano tratando de alcanzar mi teléfono, una vez que lo tuve apagué mi alarma y seguí durmiendo, no sin antes acurrucarme en Kelsey.

Unos toques en la puerta me interrumpieron. Unos toques algo fuertes y desenfrenados.

—Kelsey ve a abrir. —susurré bostezando.

—¿Por qué yo? —gruño ella enterrando su cabeza en la almohada.

—Tu estás mas cerca de la puerta. —susurré, ella gruño un poco más y finalmente se paró.

—Kelsey, mierda, el avión sale en una hora y ustedes aún duermen. —escuche a Charles hablar a lo lejos.

¿Que hace Charles en nuestra puerta?

Me levanté rápidamente.

—¿Que avión?

—El que nos llevará a California pero que probablemente perderemos si no se apuran. —Kelsey me miro asustada y cerró la puerta en la cara de Charles.

—Mierda. —susurré y me levante rápidamente, ordené mis cosas en menos de 5 minutos y me fui a cambiar, mire a Kelsey que trataba de recolectar todo su maquillaje en una pequeña cartera.

—¡Kelsey no hay tiempo para eso! —le grité terminando de guardar mi ropa en la gran maleta.

—¡No abandonaré mi maquillaje! —gritó cuando cerré la puerta. Me subí al ascensor como pude, es que cargar con 2 maletas no me favorecía mucho.

Cuando estuve abajo lo primero que vi fui a un Kenny bastante enojado.

—¿Donde está Kelsey? —preguntó tomando las maletas y llevándoselas a una camioneta.

—Ella aún no... 

—¡Aquí estoy! —me volteé y la chica cargaba tres maletas junto a otras 4 más algo pequeñas.

Me golpeé la frente.

—Niñas, no hay tiempo, suban. —ordenó Kenny abriendo la puerta de la camioneta y dejando las maletas de Kelsey. Asentimos y nos subimos rápidamente, apenas Kenny se sentó manejó a la velocidad de Barry Allen. En serio.

Cuando llegamos corrimos con nuestras maletas y Kenny nos seguía hablando por teléfono. Cuando pude visualizar a Charles y Joey corrí más fuerte. Me lancé a la espalda de Charles soltando mis maletas y lo tomé por sorpresa y haciendo que se tambaleara, reí fuertemente junto a él.

—Llegaron justo a tiempo. —me volteé a ver a Joey y le sonreí, me solté de Charles y recogí mis maletas.

—Es la culpa de Alexa. —miré confundida a Kelsey.

—¿Mi culpa? 

—Sí, tu apagaste la alarma. —me dijo bufando, en cierto modo tenía razón pero ella tenía teléfono también.

''Pasajeros con el vuelo número 441 destino a Los Angeles, California por favor abordar''

Nos dirigimos a la puerta que mencionaban y abordamos el avión, mire los boletos tratando de encontrar nuestros asientos.

—Bingo. Kelsey, ven. —la llamé y me volteé.

—Oh, lo lamento, me sentaré con Charles, tú siéntate con Joey. —finalizó con un guiño bastante dramático.

No la mates, no la mates. Inhala, exhala.

Le sonreí y me senté al lado de la ventana, así sería más fácil ignorar a Joey si las cosas se ponen incómodas.

—Hola. —me giré hacía Joey y se acomodaba en su asiento. Respondí a su saludo y tomé mi teléfono.

La azafata dio el típico aviso de apagar aparatos electrónicos, abrochar sus cinturones y que íbamos a despegar. Hice todo lo que pidió y Joey también.

—¿Ya tienes la actualización de Snapchat? —preguntó Joey.  Buena forma de sacar conversación.

—Sí, apesta. —respondí.

La conversación fluyo hasta la segunda hora, cuando el sueño podía conmigo.

Comencé a cerrar mis ojos cayendo en un ligero sueño hasta que sentí una presión en mi hombro izquierdo.

Miré y Joey se encontraba dormido sobre mi hombro. Mierda, soy la más suertuda.

Saqué mi teléfono y abrí Snapchat, saqué una foto que solo se podía ver su pelo en mi hombro y la subí.

Sin más me acomodé tratando de mover lo menos posible a Joey y así me dormí.

Un flash disparó contra mi cara, abrí los ojos rápidamente.

—Ups, tenía el flash activado. —dijo Kelsey mirando avergonzada y a su lado Charles reía frenéticamente.

Miré a Joey que aún no despertaba.

—Bajen, idiotas. —les dije y ellos hicieron caso. Aún quedaban unos cuantos pasajeros.

Moví lentamente a Joey.

—Ey, psst, Joey. —le susurraba pero nada, el chico no despertaba.

—¡Joey! —grite-susurre en su oído y finalmente se despertó.

 Se frotó los ojos y lanzó un pequeño bostezo.

Adiós, mis ojos estaban bendecidos por tal ternura.

—¿Llegamos? —preguntó mirando todo el avión.

—Oh, no, solo hicimos una pequeña parada para comer. 

El rió y se levantó, imité su acción y bajamos.

—Bien, vamos por Kenny. —gritó Kelsey cuando tomamos nuestras maletas.

La seguimos hacía afuera del aeropuerto y ahí se encontraba Kenny.

—Pensé que habrían fans en el aeropuerto, usualmente las hay. —me dijo Joey al subir a la camioneta.

—Kelsey publicó un snapchat diciendo que iríamos a Hawaii y no, no tengo idea el por qué. —le dije riendo.

 —Llegamos, en breve llevarán sus maletas, sus habitaciones son las 233 y 234. —nos dijo Kenny estacionando, asentimos y nos bajamos. 

—¿Mamá? —Kelsey y yo dijimos al unísono al entrar al hotel.

—¡Mis niñas! —grito mamá y corrimos a abrazarla. 

—Las llamé pero nunca contestaron y Kendi dijo que estarían acá, no sé como pude ser capaz de dejarlas solas.

—Es Kenny, mamá. Te extraño muchísimo.  —le respondí sin dejar de abrazarla.

—yo también, mamá. —le dijo Kelsey también sin soltarla aún.

—Mira, nuestras suegras. —escuché atrás y luego un golpe.