Gleestory 16: I dreamed a dream

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Esta es la decimosexta Gleestory que desarrolla la canción número 24 "I dreamed a dream" original de la película "Los Miserables" y cantada por Rachel y su madre en Glee.

Aquí adjunto la historia escrita por @MissStardustTP inspirada en esta canción.

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Algunas veces, la vida simplemente no es justa. Seamos honestos: algunas veces no importa qué tanto te hayas esforzado, o con cuánta fuerza hayas luchado tu batalla… al final, nada de eso importa. Tan solo una mala jugada del destino, una decisión errónea o un giro equivocado… y todo se termina.

Katherine se aferraba con fuerza a un sencillo ramo de rosas blancas mientras recorría silenciosamente aquel sendero, el mismo que había transitado tan solo una semana atrás. Su pelirroja melena se mecía al ritmo de la brisa otoñal a cada paso que daba y sus ojos miel contemplaban a las hojas ya secas caer de los árboles y dejar una alfombra que cubría todo el lugar. Era hermoso, de alguna manera; no era tan deprimente como otros cementerios. Estaba bien cuidado y bellas flores de temporada decoraban casi todas las tumbas. Katherine sabía que cada una de ellas contaba una historia distinta. Dentro de cada una yacían un millón de sueños, los cuales dormirían el sueño eterno a tres metros bajo tierra, encerrados dentro de un ataúd de madera el cual jamás se volvería a abrir.

¿Su destino? Una tumba como cualquier otra, con una única diferencia: ella había conocido a la persona que se encontraba dentro de aquel ataúd, debajo de aquellas toneladas de tierra. Sabía su historia, sus sueños, sus metas. Conocía cada aspecto del chico, y le amaba con toda su alma.

«Seth Stephen Munroe. 1994 – 2013. Por siempre en nuestros corazones.»

Un escalofrío recorrió su cuerpo al leer aquellas simples palabras. Aquel nombre. Aquellas fechas. Ese sencillo epitafio. Todo era tan irreal, tan… injusto. “No es suficiente”, pensaba Katherine. Era una frase demasiado, demasiado corta. Al igual que la línea entre el 1994 y el 2013. No era suficiente para honrar la vida de aquel chico, para contar todos sus logros, todos sus sueños. Todas las aventuras que había vivido, cada marca que había dejado en el mundo (por minúscula que esta fuese). Cada sueño y meta quedaba reducida a eso: una corta frase y una línea.

Todo fue muy rápido. Katherine aun podía recordar la última vez que le había visto. Vivo, sonriente, incluso animado. Era un chico alto y de sonrisa fácil, con cabello oscuro y unos ojos miel en los cuales podrías perderte. Era adorable. Lo había sido desde que la chica podía recordar. Ella era dos años menor que él, y diez centímetros más pequeña exactamente.

—Tan solo será una semana —decía Seth a la pelirroja en sus memorias, mientras esta le miraba con algo de tristeza y melancolía en el rostro.

—Ve con cuidado, Seth —le había respondido. Jamás le había gustado separarse de él, sin importar qué tan corto fuese el lapso de tiempo. El chico le sonrió.

—Vamos, hermanita. No es como si fuese a irme para siempre ni nada por el estilo. Volveré, te lo prometo… vamos, dame un abrazo antes de que me vaya —había dicho él, antes de envolver a su hermana menor en un fuerte abrazo, el cual ella desearía hubiese sido eterno… Pero por supuesto, nada nunca lo es.

El corazón de la chica se rompía cada vez que aquel recuerdo se reproducía en su cabeza como su canción favorita del musical “Les Misérables”. Le dolía saber que Seth jamás cumpliría su promesa, y que aquella sería la última vez que su hermano mayor le abrazaría de manera protectora, haciéndole sentir segura. Haciéndole sentir como en casa.

La pelirroja se puso de cuclillas y depositó el ramo sobre la tumba de su hermano, para después remarcar con la punta de su índice el nombre completo del chico, como si de esta manera estuviese más cerca de él.

El Proyecto Glee [Concurso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora