Capítulo XIV. Leyes fuera de serie.

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Narra Dohko.

Dormí en mi casa. Debo decir que se volvió famosa, (bueno eso pienso yo) pero no pensaré eso. Después de vestirme con mi armadura, entro una cosmo-llamada. Era la señorita Athena.

Saori: Hola a todos mis caballeros, desde este comunicado les aviso que se dará a conocer las leyes y también desayuno, así que... ¡Rápido! Que los espero en menos de quince minutos.- y se corto.

Al menos hay desayuno gratis :D. Bueno, camine hasta la sala del patriarca, la mayoría de los caballeros había llegado, solo faltaban los de las casas anteriores a mi. Vi a Shion charlando con Afrodita. Ahora que recuerdo, Afrodita se parece bastante a Albafica, eso me molesto y fui hacia ellos.

Shion: ... A las cinco, ¿Si?- dijo, animado.
Afrodita: Esta bien, patriarca- respondió, amable.
Dohko: Interrumpo?- pregunte, ¡Que pregunta!
Shion: No, Afrodita ya se iba,- Afrodita lo vio confundido- Hasta luego, Afrodita.
Afrodita: Hasta luego, patriarca- dijo, despidiendose- viejo maestro- se despidió.

Yo solo lo mire por un momento. Piscis me está ganando otra vez, pero no lo permitire.

Shion: Bien, Dohko, ¿Que querías?
Dohko: ¡Vaya! ¿Ya no te puedo saludar?- dije, sarcástico.
Shion: Perdona- se disculpo- es que... Estoy algo nervioso.
Dohko: ¿Por qué?- pregunte, preocupado.
Shion: Es que pasó tanto tiempo y... Tengo miedo que no me obedezcan- dijo, para después lanzar un ahogado suspiro.
Dohko: Y, ¿Por qué? Digo, si eres el patriarca y tienen que obedecerté sino quieren que...
Shion: Si, pero... ¿No me tendrán odio por lo de la guerra Santa? Además de que casi te...- callo un momento.

Entendía bien a que se refería. De cuándo casi me mata y a Athena. Pero yo no le guardo ningún rencor, nunca lo hice y, si en algún momento lo hubiese hecho, por tan pequeño que sea, siempre el amor ganaba ante ese feo sentimiento. Lo amo, y nadie me quitará eso, no lo puedo odiar porque lo amo sobre todas las cosas. Incluso daría mi vida por el y lo elegiría por sobre todas las cosas... Athena, la guerra, los dioses, nada de eso vale, solo lo quiero a él... Y solo a él.

Shion: Dohko, Dohko- llamo, sacandome de mi trance- ¿Que piensas?
Dohko: Ehh, pues... Yo... Nada- dije, bajando la mirada.
Shion: ¿Fue por lo que dije, verdad?- dijo, un poco triste.
Dohko: No, Shion, no... Yo... No te odiaría, jamás...- dije, mirándolo a los ojos, esos ojos rosas que me fascinan mucho- Eso no me lo perdonaría ni ebrio, así que no pienses que te odio... O que te odian, ¿Si?- dije, un poco triste.
Shion: Dohko...- dijo, su voz sonaba entrecortada.

Si no hubiese sido porque Athena sonó una pequeña campanita, lo hubiese besado ahí mismo. Probar otra vez sus ricos labios, esos labios sabor a cereza... Daría lo que fuera porque me diera una oportunidad.

Saori: Pues, bien, sientense- dijo, mientras nos señalaba las sillas de la gran mesa.

Todos no sentamos, según nuestro signo zodiacal. Después de un rato, comimos y algunos discutian. Se escuchaban hasta mi lugar.

Saga: Te digo que ese es mi templo, no tuyo y no dormirás en la cama, sino en el sofá- dijo, molesto a Kanon.
Kanon: Tu no sabes que es dormir ahí, si con decirte que tengo chueca la espalda- dijo, sobandose la espalda.
Saga: ¿Para que te mueves mucho en la noche?- dijo, alzando un poco la voz y haciendo gestos.
Kanon: Lo herede de papá, y tu heredaste lo melodramatico de mamá- dijo, viéndose las uñas.
Saga: Hijo de...- exclamó.
Kanon: Oye, a mamá no la metas en esto- dijo, agarrando a su hermano del cuello de la camisa.

En en otro lado...

DM: Mira, mala imitación del gato con botas, yo adorno y hago de mi templo lo que me plazca- dijo, molesto a Aioria.
Aioria: Pero tu templo es un desastre y cada que pasó para el Rodorio, siempre me topó con tus máscaras o me enredo con tus ropas que tienes tirado en el piso.- dijo, contestandole del mismo modo.
DM: Si solo paso un día... Como sea, no cambiare mis hábitos- finalizó con una sonrisa.

Shaka solo los escuchaba mientras tomaba té. Me recuerdan a mi compañeros de hace años.

Saori: Bien, mis estimados caballeros, Shion leerá las leyes del Santuario y ustedes, calladitos, ¿de acuerdo? >:D
Caballeros: Si, señorita Athena D:
Saori: De acuerdo, Shion...- llamo- Leemos, por favor.
Shion: Está bien- dije, sacando un pergamino largo.

Esto me da mala espina, si ya nos sabemos las reglas del Santuario, ¿Por qué las dicta de nuevo?

Shion: Bien...- se paro de su asiento- Las leyes son: 1. Esta prohibido el romance entre caballeros y amazonas, ya sea de plata, bronce o dorado;- todos lo miramos, es broma, ¿Cierto?- 2. Esta prohibido toda clase de relación, ya sea heterosexual o homosexual, para los caballeros y amazonas, sin excepción .- mire a Shion, preocupado- y 3. Cualquiera,ya sea caballero o amazona, dorado, de plata o de bronce, que se le halle faltando a estas leyes, será sentenciado a muerte.- finalizó.
Saori: Como verán, caballeros, estas leyes solo durarán un año, porque puede pasar lo peor si hay una guerra. Estas son las leyes de...- callo un momento, como si estuviera apunto de decir algo indebido- Son mis leyes, leyes de Athena.- finalizó, con una sonrisa forzada.- Pueden retirarse.- ella se levantó y se fue a paso firme a su cuarto.

Todos nos retiramos algo confundidos. ¿Que le pasa a la señorita Athena? ¿Por qué se veía triste? Esa pregunta ronda mucho en mi cabeza, es mejor no pensar eso.
Llegue y vi pasar a Aioria junto con Shaka y Death Mask, se veía que discutian, pero no le tome importancia.
Ordené mi casa y me puse a entrenar. Se me fue el tiempo en eso y me entró la tarde. Iba a ir al Rodorio, pero sentí un cosmo muy conocido.

Shion: Hola, Dohko-me saludo- ¿A dónde vas?- pregunto.
Dohko: Voy al Rodorio.- dije, alegre.
Shion: ¿Te acompaño?
Dohko: Ehh...- rayos, otra vez no- Pues...- voltee mi rostro- ¿Por qué irías conmigo?
Shion: Por...- callo de repente, lo mire- Nada... Si no quieres puedo...- dijo, triste.
Dohko: Por favor, Shion, ¿Quién dijo que no podrías venir conmigo? Vamos- le tome su mano y lo guíe al pueblo.
Shion: Do- Dohko- dijo, nervioso.
Dohko: ¿Si?- pregunte, deteniendome.
Shion: Es que...- se puso un poco rojo, ¿Que le pasa?- T-tu mano...- tartamudio.
Dohko: ¿Mi mano...?- pregunte, vi que estaba entrelazada con la de Shion, creo que me sonroje y lo solté.
Shion: Dohko, ¿Que comprarás?- pregunto, después de un incómodo silencio.
Dohko: Pues compraré lo esencial...- me puse a pensar- mmm, ¡Ya sé!- exclamé con una sonrisa- Una escoba, trapeador, cubetas, sábanas, almohadas...
Shion: Espera, Dohko- dijo, mirándome con una sonrisa- y, ¿Con que dinero?- pregunto.
Dohko: Ehh- comprendí lo que me quería decir, no puede ser.
Shion: Ay, Dohko- dijo, riéndose a carcajadas. Cómo me gustaba ser el único capaz de oír su risa.
Dohko: Bien,- dije, resignado- entonces ¡A pasear! >:)
Shion: No sé porque, pero no me gusta esa mirada, Dohko.

Esta vez vamos a pasarnolas chévere, Shion.

Amor Inmortal [COMPLETA]*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora