Sangre de la Realeza⚣©

「ᏆᏆᏆ」

Tom bostezó y se cubrió con las sabanas, sintió un brazo sobre su torso, por lo que se removió incomodo sobre la cama provocando que el dueño del brazo se quejara ante ello.

ーTom...para.

ー¿Leo?ーel rubio apartó las sabanas encontrandose con un castaño dormido con el cabello desordenado y un rastro de saliva en la comisura de sus labios.

ーDuerme, es Domingo no hay clases.

ー¿Que haces aquí?

Leo miró a su amigo con una sonrisa traviesa.

ー¿No recuerdas? Anoche nos acostamos.

ー¡Leo, dime que es broma!ーTom se bajó de la cama rápidamente, pero luego volvió a tumbarse al oir las carcajadas de su amigoーidiota.

ー¿No recuerdas lo de anoche?

ーNo volveré a caer LeoーTom le dio la espalda a Leo.

ーNo, enano, Derek y sus amigos te dejaron tirado en el bosque, pero ya me ocupe de ellos.

ーLos puños no son un lenguaje Leo, ya hablamos de eso.

Leo dio la vuelta a su amigo para que ambos quedaran frente a frente.

ーTom...

El rubio suspiró y miró a su mejor amigo a los ojos.

ーPromete que no volverás a usar la violencia Leo, prometelo.

ーPero Tom pudieron haber-

Tom agarró a Leo de sus mejillas, pellizcandolos con fuerza y provocando que el castaño se quejara.

ーEsta bien, esta bien, esta bien, lo prometo pero sueltame.

ーLo haré si bajas a hacerme un sándwich, me da vergüenza ver a tus padres y más aún en pijamaーTom soltó las mejillas de su amigo y le dio la espalda.

ーNo hay nada de lo que tengas que sentir vergüenza, ellos también estarán en pijama.

Leo sacó a Tom de la cama mientras el rubio se aferraba a lo que podía. El castaño bajó las escaleras con el rubio sobre su hombro y entraron a la cocina encontrándose a su padre besando y manoseando a su madre mientras ella gemía contra los labios del hombre de mediana edad.

ー¿Interrumpimos?ーpreguntó Leo arruinado el momento entre los dos, Tom deseaba desaparecer.

Los padres de Leo dirigieron sus miradas hacia él, su padre murmuro "estúpido niño" y gruñó, mientras que su madre posicionaba su pijama.

ー¿Qué qui-?Oh, hola Tom, cuanto tiempoーdijo aquel hombre.

ーBuenos días, señorーsaludó Tom educadamente.

ーVenga Leonardo, baja al pobre chico.

ーTenemos hambre, de comida.

La madre de Leo cubrió los chupetones de su cuello con su pelo castaño y dirigió su vista hacia los dos jóvenes.

ーClaro, pediré a las sirvientas que os preparen un delicioso desa-

La madre fue interrumpida al sentir como el padre de Leo la cogía en brazos y salía de la cocina.

ーA cocinarーdijo Tom mientras bajaba del hombro de Leo.

ーPero para eso están las sirvien-

ーNo, cocinaremos nosotrosーTom caminó hasta el frigorífico.

ーPero...mis hermosas uñas se ensuciaránーLeo miró sus uñas mientras lentamente caminaba hasta la puerta.

ーSupongo que mejor me iré a casaーel rubio  cerró la puerta del frigorífico y miró a su amigo.

ー¡No, espera, ya voy!