Sangre de la Realeza⚣©

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POV THIAGO:

No sé cuánto voy a poder aguantar, sin Tom, odio que estemos tan distantes, me duele tanto...

POV CALEB:

"¿Cuánto tiempo ha pasado ya?, ¿un año?, un maldito año desde que Thiago y Eric se encuentran enfermos, un maldito año, donde Tom ha estado bebiendo de Thiago aun sabiendo que estaba y lo peor, que Thiago le ha permitido."

Encontré a Tom saliendo del cuarto de Thiago, con una expresión fría, vacía, sin sentimientos...

—¿Hasta cuando vas a seguir con esto?—pregunté.

—Cierra el pico—dijo friamente.

—¡Thiago va a morir, por tu maldita culpa y todo porque no has podido perdonarle!...el también sufrió Tom...se que perdiste a-

—¡No te metas donde no te llaman!

—Bien...haz lo que quieras...pero si mis dos hermanos mueren, os matare a ti y a tu hermano, con mis propias manos.

Este intentó mostrarse fuerte, pero noté como tragó saliva, estaba asustado.

—Amor mío, mi bello esposo—dijo una voz femenina.

Suspiré, forcé una sonrisa y me di la vuelta, encontrándome con mi prometida Caroline.

—Hola, amor.

—Hola cariñito—dijo Caroline

Esta dirigió sus labios a los míos, sentí su lengua entrando en mi boca, su aliento, ese mal aliento, ese aliento que tanto me desagradaba, ese aliento a pescado, o eso creo que era, sentí arcadas, tuve que separarme de ella y toser.

—¿Qué ocurre amor?

Creo que esta mujer no sabe lo que es un cepillo y pasta dental.

—Nada amor, voy a tomar el aire—dije

—Está bien, pero quiero verte en la habitación, te tengo una pequeña sorpresa—dijo con una sonrisa.

Esta intentó imitar el gruñido de un león, o eso creo y me lanzó un beso, sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo.

Asentí lentamente con la cabeza, mientras la miraba con y salí del palacio. Estaba tan sumido en mis pensamientos, que no me dí cuenta de que me encontraba en el bosque, no sabia cuanto había caminado, ni de que dirección llegue hasta aquí, me encontraba perdido.

—Creo que alguien se perdió—dijo una voz masculina.

Me di la vuelta y me encontré a un joven, de pelo negro, ojos grisaceos, una sonrisa perversa en sus labios, llevaba un traje, el caracteristico traje que mis hermano y yo llevamos.

"No puede ser...ese olor...ese olor a sangre de la realeza...pero...él estaba..."

—¿Muerto? —dijo el hombre mientras se acercaba a mi.