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ー¡Maldita sea, te estoy diciendo que no miento!ーinsistió el rubio.

ーTom, ve a dormir, segur-ーdijo Leonardo.

Tom gruñó y subió a la habitación que compartía con Leonardo, cerrando la puerta con un fuerte portazo. Se lanzó a la cama y se tumbó bocabajo.

Al rato oyó como alguien tocó la puerta.

ーSi eres Leo, no pases.

ー ¿De verdad?, justo traigo un gran bol con palomitas de chocolate y una tableta de chocolate con nuecesーdijo Leo mientras reía en su interior.

ーEstá bien, pasaーTom se sentó sobre la cama esperando el bol con dulces.

Leo entró en la habitación con una gran sonrisa y las manos vacías. Se apoyó contra el marco de la puerta y miró a su amigo.

ーRetiro lo dicho, veteーTom volvió a tumbarse boca abajo.

ーTe creo enano, aunque sea surrealista...te creo.

ーMientes.

ーTe lo juro, yo veo unicornios cagando arco iris y dulces todos los díasーLeo aguantó sus ganas de reír.

Tom apretó sus puños, agarró una almohada y se lo lanzó al mayor, pero este lo agarró en el aire y se lo lanzo en la cara a Tom.

ーTontoーmurmuró el rubio.

ー¡Auch!, mi corazón, me mueroーLeo caminó hasta Tom y cayó dramáticamente sobre él.

ーPesas mucho, elefanteーse quejó Tom.

ーY encima me llamas gordo, eso fue muy grosero por su parte señor Brajan.

ーTe dije que no me llames por mí apellido.

ー¿Te refieres a Brajan, Brajan, Brajan, Brajan?ーTom se movió molesto debajo de élー¿Sabes? Hoy hace un gran dia para bajar a la piscina.

ーNo tengo bañador, Leo.

ーTranquilo, te conseguí uno, aunque no sé si es de tu talla.

Leo se levantó y abrió la puerta del armario sacando una caja blanca delgada y dejándolo sobre la cama y abriendolo sacando un bañador azul.

ーMuchas gracias, Leo, me encantaーTom le regaló una sonrisa a su amigo provocándole un sonrojo.

ーDe nada ーeste sonrió y acarició el cabello del rubio, despeinándolo.

Tom rió ante ese acto, agarró el bañador y salió de la habitación dirigiéndose al cuarto de baño.

Al salir con el bañador puesto se sorprendió de que Leo acertara en su talla, ni muy ancho ni muy pequeño.

ーTe sienta genialーLeo miró a su amigo observando su bañador.

***

ーVamos Tom, salta al aguaーdijo Leo.

ーLeo...sabes que no se nadarーdijo Tom con los brazos cruzados mientras observaba a Leo en el agua.

ーYo te enseñaré, confía en miーLeo extendió sus brazos.

Tom sintió las manos de Leo agarrando su cintura e introduciéndo al rubio en el agua, ambos estaban tan cerca que no se dieron cuenta de que sus labios rozaban entre si.

ー¿Chicos, tienen hambre?—preguntó la madre de Leo mientras se acercaba con una bandeja de madera llena de canapés.

Leo soltó al rubio, haciendo que se hundiera en la piscina, segundos después este reaccionó y subió a Tom. Tom tosió varias veces y fulminó con la mirada a Leonardo, este se disculpó con la mirada y una sonrisa.

Ambos salieron del agua y se sentaron en las tumbonas dejando que el sol secara sus cuerpos.

La madre de Leo dejó la bandeja en una pequeña mesa de plastico entre los dos, en la bandeja había: frutas variadas en gajos junto con dos tenedores.

***

Ya era de noche,  Tom bajó al comedor, donde se encontraba Leo chateando por su movil, el rubio se sentó enfrente a él esperando a que apartara su mirada del movil, pero nada. Leo parecía hablar con alguien importante, le picaba la curiosidad saber quien.

Las sirvientas entraron al comedor con un plato de pollo al horno, junto con patatas hervidas y salsa dulce encima sobre una bandeja. Dejaron la comida delante de Tom y Leo, y sirvieron a Tom una copa de zumo de uva y a Leo un vino tinto, Tom comenzó a comer y se fijó en Leo, aún seguía chateando con esa persona y ni siquiera había tocado el plato, al terminar de comer Tom se levante, salió del comedor y subió a la habitación;  apagó las luces, se tumbó sobre la cama y miró al techo.

Comenzó a sentir como si alguien lo observaba, se cubrió completamente con las sabanas e ignoró aquella sensación, pero escuchó unos pasos y se alarmó, su corazón latía rápido, con miedo apartó lentamente las sabanas de su cabeza y vio una figura observandole, el rubio lanzó una almohada, pero la almohada volvió a hacia él.

ー¿Quién eres?ーpreguntó con miedo.

La figura comenzó a volverse más visible, era él.

Sangre de la Realeza⚣© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora